Esta página tiene tres partes:

  1. Resumen de la enseñanza cristiana ‘tradicional’.
  2. Las dificultades que tiene esta enseñanza.
  3. Resumen de la verdadera enseñanza bíblica.

Resumen de la enseñanza cristiana ‘tradicional’

El cristianismo actual, al igual que la mayoría de religiones paganas a través de la historia, ha sostenido la idea de una fuente externa y sobrenatural del mal en el mundo. Usando una telaraña de pasajes bíblicos arrancados de sus contextos, se ha intentado dar evidencia a esta idea pre-concebida, que no tiene ningún origen real dentro de las Sagradas Escrituras. La imagen que se ha creado es de un ángel que habiéndose rebelado contra Dios en el cielo, fue lanzado a tierra junto con sus aliados, los demonios. En la actualidad, se dice que éste ser lucha con Dios en la esfera de los humanos, usándonos como títeres para librar sus batalla con el Creador (en formar similar a la que se decía que en los ’80 la Unión Soviética y los Estados Unidos libraban guerra por medio de pequeñas naciones tercer-mundistas).

Las Dificultades Que Tiene Esta Enseñanza

  1. La Biblia persistentemente señala al hombre como el origen del pecado y el mal, y éste es considerado enteramente responsable por sus hechos. Vea Gen. 6:5, 8:21; Mar. 7:21-23; Jer. 17:9; Sant. 1:13-15, 4:1; I Ped. 2:11, 4:2; Rom. 7:17 – 8:13; Gal. 5:16, etc.). La batalla en este mundo es entre la carne y el espíritu, la voluntad humana y la divina; NO entre espíritus buenos y malos.
  2. Dios siempre afirma que es único y todo-poderoso en el universo, inclusive con respecto a las tinieblas y el mal, y los eventos que nosotros consideramos como provenientes del mal. No hay otro en el universo que contienda con él. Vea por ejemplo Is. 45: 5-7 – «Yo soy Jehová, y ninguno más hay, no hay Dios fuera de mí…para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno mas que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto. (Vea también: I Sam. 2:6-8, Dt. 32:39; Prov. 16:4; Lam 3:37-38; Job 2:10, 6:4, 10:2, 19:6 & 21, 23:16, 27:2, etc.)
  3. Los términos ‘diablo’ y ‘satanás’ en las lenguas originales de la Biblia son palabras comunes que significan ‘enemigo’, ‘adversario’ y ‘calumniador’. Si estudia el uso de los terminos originales ‘diabolos’ y ‘satan’, verá que no se usan para hablar de un personaje en especial, sino que hacen referencia a toda un gama de personas a través de las escrituras. Incluyen ángeles haciendo la voluntad de Dios (el que se oponía a Balaam), enemigos de Salomón, los judaizantez que atacaban a Pablo, y hasta Dios mismo es descrito como un ‘satan’ cuando le estaba siendo un adversario a la nación de Israel (I Cron 21:1; compare con el relato paralelo).
  4. Todos los pasajes que tradicionalmente se han usado para comprobar la existencia del ángel caido (Isaias 14, Ezequiel 28, Apocalipsis 12, Judas) son ejemplos del resultado adverso de arrancar unos pocos versiculos de entre los que les dan su contexto, para torcer lo que dicen. Todos estos pasajes son altamente metafóricos o profeticos, y ninguno de ellos pretende estar describiendo algo que literalmente sucedió antes de la creación.Al leer la Biblia no nos podemos dar el lujo de escoger cuales pasajes queremos interpretar literalmente, y cuales queremos leer simbólicamente. Tampoco podemos ser demasiado ingenuos al leer – así como todos los grandes escritores usan de la alegoría y metáfora para crear visiones vivas en las mentes de sus lectores, igualmente la Biblia, con el más grande autor de todos los libros, usa de figuras de dicción para enfatizar su mensaje. Estos pasajes solo apoyan la idea del ángel caido a aquellos que han ido a la Biblia buscando evidencia para una idea que ya se han formado en sus mentes. Tenemos que permitir que la Biblia haga una impresión en nosotros, no forzar nuestras ideas sobre ella.
  5. Si existe un ser poderoso y sobrenatural dedicado al mal, o el Dios de la Biblia no es Todopoderoso, o permite que exista. Si tal ser existe, y Dios lo permite, no hay explicación bíblica de este fenómeno. De existir este ser, tendría un increíble impacto en nuestra relación con Dios, y esperaríamos que Dios diera una amplia y clara explicación de porqué existe, y cual es su función. Tal explicación no existe en la Biblia. Del otro lado, si éste ser existe a pesar de los esfuerzos de Jehová de exterminarlo, como podemos confiar entonces en nuestro Dios? Si ni siquiera puede evitar que se le rebelen su propios ángeles, que tan poderoso puede ser? Sin embargo, en la oración del Padre Nuestro, oramos: «Hagase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.» Esta oración explicitamente da a entender que la voluntad de Dios se hace en los cielos. Los ángeles de Dios NO se rebelan contra El.
  6. En I Cor. 10:13 dice que Dios no nos deja ser tentados más de lo que podemos soportar. Esto no deja lugar para tentadores sobrenaturales.
  7. ¿Y qué del diluvio? Si el hombre no es la fuente del mal, ¿porque destruir al hombre? Le parece justo de parte de Dios, que habiendo permitido que el diablo controlara el mundo, no lo destruyera a él, sino a sus débiles titeres, los humanos? No tendría sentido. Lo lógico es que el hombre es el responsable por la maldad en el mundo, y por eso muere.
  8. En Santiago 1:13-15, el autor nos dice que nunca digamos que Dios nos tienta, sino que somos tentados como resultado de nuestros propios deseos. Lo interesante es lo que NO se contempla aquí: que pueda haber otro tentador más que Dios o los hombres. Existen solo dos posibilidades: o Dios nos tienta, o nosotros somos tentados por nuestros propios deseos. Y como Dios no tienta a nadie, la conclusión es sencilla. Aquí no hay mención de ningun ‘diablo’.

Lo Que Enseña la Biblia

La Biblia enfatiza muchas veces que somos tentados cuando nuestros propios deseos nos inducen al mal. El conflicto en este universo es entre los deseos de la carne y la voluntad del Espíritu. No hay tercer partido. Como Dios nos ha dado el libre albedrío, normalmente escogemos los placeres egoístas de la carne: por eso es que el mundo esta lleno del mal. No hay necesidad de ningún ser sobrenatural para explicar la triste condición del mundo.

Las palabras ‘satanás’ y ‘diablo’ se han trasliterado (en vez de traducido) de los idiomas originales, en los cuales son palabras comunes que significan ‘adversario’ y ‘calumniador’. No hay evidencia bíblica de que estos sean nombres propios que se deben aplicar a algún ser en especial. Lo que sí hay en la Biblia son varios relatos simbólicos de diversas personas que se opusieron a Dios, y cómo fueron destruidos. Personas indoctas han arrancado estos pasajes de sus contextos para usarlos como apoyo a su idea de que hay un ‘dios del mal’, idea que está completamente ausente de la Biblia.

A pesar de todo lo que se ha dicho aquí, reconocemos que el concepto del diablo está muy impregnado en la conciencia cristiana de la actualidad. Si usted quiere dedicar más tiempo a este tema, le recomendamos detenerse a leer los siguientes textos: