“El hombre no puede conocer toda la obra de Dios.”
Eclesiastés 8:17
Bajo esta proposición tenemos 6 puntos en cuestión. Tratan cosas que no tenemos la libertad de ignorar. No se puede conocer lo que Dios está haciendo con usted, ya que Él no está obligado a cumplir según una formula o transacción. Los hombres actúan de esta manera y por eso piensan que es así como trabaja Dios. Dicen: “Voy a hacer esto para usted, con la condición de que haga esto para mí.” Imponen condiciones en cada actividad que realizan forzando a la otra persona a dar cuenta de lo que ocurre. Dios no trabaja de esta manera, sino que los justos tienen derecho a saber que las cosas que hacen y pasan no suceden sin Su conocimiento porque todo es hecho en Su mano. No interviene para evitar calamidades, aunque es capaz de hacerlo.
Todos los seres humanos tienen un corazón lleno de maldad. Nadie está en una posición para anticipar que va a ser tratado en una manera especial. Mientras tengamos vida sería una actividad útil pensar en la actitud que Dios quisiera ver. Por ejemplo, quisiera ver que trata bien a su esposa y familia. Cuando toma una decisión, Dios quiere ver que la cumple con energía y buena voluntad. No acepta una actitud con poco entusiasmo.
8:16. “Yo, pues, dediqué mi corazón a conocer sabiduría y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día retiene el sueño en sus ojos)” El enigma de la vida trae días y noches de inquietud (2:23).
Este versículo introduce otro pensamiento desde el cual surge la proposición. Nos encontramos con mucha gente quienes afirman que tienen contacto directo. Mantienen la idea que Dios está trabajando atentamente con ellos en todo lo que hacen. El Predicador observa que pasan mucho tiempo tratando de resolver las circunstancias de la vida: ¿por qué sufren, por qué fracasan sus planes?
8:17. “y he visto todas las obras de Dios, y que el hombre no puede conocer toda la obra que se hace debajo del sol. Por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; y aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.” El Predicador dice que nadie, ni aun el sabio, pueden hallar sentido y finalidad a lo que se hace debajo del sol. Y esto no es porque el que trabaja no sepa para qué trabaja. El conoce la finalidad de lo que hace, pero ¿la alcanza? De muchas maneras ya ha dicho el sabio que no. Especialmente la muerte quita todo sentido a lo que se hace. De modo que debemos estar satisfechos de no saberlo todo. Trabajo arduo, diligencia, sabiduría acumulada, todos fallan en poder hallar la respuesta.
Es difícil aceptar lo que el Predicador dice: “El hombre no puede conocer toda la obra que Dios hace…” No sabemos por qué Dios hace algo. Job no podía entender por qué sufrió. No entendía la obra de Dios en el asunto del adversario. Para que Job llegue a la conclusión que Dios le había enviado un juicio injusto sobre él resultó algo tormentoso. No tenía razón para sacar esta conclusión. Puesto que el hombre no es capaz de comprender los propósitos de Dios, le conviene conformarse a vivir con limitaciones.
CAPITULO 9
Después de las realidades de la autoridad (8: 2–9), las injusticias (8:10–15) y perplejidades (8:16-17) de la vida, Salomón saca dos conclusiones: la muerte es inevitable (9:1–10) y la vida no se puede predecir (9:11-18).
En la primera unidad (9:1-3), El Predicador describe el resultado de la observación que él hizo sobre la incapacidad del hombre para conocer el juicio de Dios, y sobre la existencia de un único destino para todos los hombres, lo que reflexionado en sí, lo lleva a concluir que es un mal.
Nadie sabe lo que le espera
9:1. “Ciertamente me he dado de corazón a todas estas cosas, para poder declarar que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios. Y que los hombres ni siquiera saben qué es amor o qué es odio, aunque todo está delante de ellos.” Este versículo conecta esta sección con la anterior. “Todo esto”: alude a la ignorancia humana del significado de la justicia y la maldad en el plan de Dios acerca de la prosperidad y la adversidad. Esto lleva a Salomón a concluir que el hombre no es dueño de su propio destino. Todo está en las manos de Dios.
Una de las cosas que el Predicador no logra entender es que ni siquiera los buenos pueden influir en su destino por su conducta, sino que todo depende del plan escondido de Dios. De nuevo él cuestiona la doctrina sapiencial tradicional que enseñaba que Dios bendice a los que le obedecen. En lugar de «declarar» está «aclarar» (RVA) o “explorar” (BJ). Literalmente el vocablo significa «probar».
“…están en la mano de Dios” Este es el tema continuo de la soberanía de Dios (“mano” igual a “poder” 2:24; Job 19:21; 27:11; Salmos 10:12; 17:7) y la ignorancia humana de la causa o ¡razón de los eventos presentes y eventos futuros! Las escrituras aseguran a los creyentes de que sus vidas están en la mano (control) de Dios (Deuteronomio 33:3; Job 12:10; Salmos 119:109; Mateo 6:25-34). Sin embargo, la experiencia enseña que las cosas malas suceden a gente buena. La vida es incierta en todo, pero con todo Dios es seguro y fiel. ¡La fe mira a través de las incertidumbres de la vida y observa a Dios! ¡La vida es incierta y no se puede depender de ella, ¡pero Dios es cierto y se puede depender de Él!
“Los hombres no saben ni de amor ni de odio; todo está delante de ellos” la vida no se puede predecir y está fuera de control, aun para los que sirven a Dios (2, 11; 3:22; 6:12; 7:14; 8:7; 10:14). El punto de la última parte del v. 1 es que nadie sabe antes de tiempo qué clase de trato recibirá. (El trato al que se refiere es de manos de los seres humanos, no de la mano de Dios.)
“Todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito” (Romanos 8:28). Pero los detalles de qué y cómo lo hace no tenemos derecho saber. El peligro es asumir que Dios está trabajando con usted para bendecirle cuando todo sale bien en la vida. Cuando pasa algo grave no sabe la razón y tampoco entiende el cambio de la actitud de Dios. En el siguiente versículo está algo que debemos saber.
9:2. “Todo acontece de la misma manera a todos; lo mismo les ocurre al justo y al malvado, al bueno, al puro y al impuro, al que sacrifica y al que no sacrifica; lo mismo al bueno que al pecador, tanto al que jura como al que teme jurar.” Que los buenos y sus obras estén en la mano de Dios no significa aquí que sean protegidos, sino, como el contexto inmediato y el de todo el libro aclara, que no puede garantizar que serán bendecidos por sus buenas obras, pues todo depende de lo que Dios dispone. El justo no es necesariamente más favorecido que el impío, sea en la vida o en el hecho de morir.
Las palabras “al que teme el jurar” pueden traducirse “que evitan jurar” y referirse a aquellos que evitan tomar juramento de lealtad a Dios. El uso de la palabra locura sugiere un estilo de vida borrascoso y sin conciencia.
Los justos y los injustos son contrastados en v. 2:
1. El justo – el malvado
2. El puro – el impuro
3. Al que sacrifica – al que no sacrifica
4. Al que jura – al que teme jurar.
El hombre que sacrifica claramente es religioso. Es un hombre que es cuidadoso acerca de su conducta delante de Dios. El Predicador nos informa que una cosa viene a todos, sean religiosos o no. Lo que pasa con el bueno pasa también con el malo. Los mismos eventos (muerte) se da en la vida de los malos y los justos (vs. 3, 11; 2:14-15; 3:19-20). Si las promesas de Dios son seguras, ¿Cómo puede ser cierto esto? ¡Este es el misterio de esta edad (la incertidumbre de la vida, pero la certeza de la muerte (Romanos 5:12, 17, 18-19)! ¡La vida verdadera es más que experiencia física, terrenal!
:3. “Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol: que un mismo suceso acontece a todos, y que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez durante toda su vida. Y que después de esto se van con los muertos.”
En este capítulo “entre todo lo que se hace bajo el sol” es usado seis veces. “un mismo suceso a todos”, esta es una reacción que encontramos en el Antiguo Testamento (Deuteronomio 27-29). Con frecuencia es llamado “los dos caminos” (Salmos 1). “el corazón de los hijos de los hombres está lleno del mal”, esta es la triste historia de la humanidad narrada en Génesis 3, ilustrada en Génesis 4 y afirmada en Génesis 6:5, 11-12, 13; 8:21; Salmos 14:3; 58:3. Notamos que «justo» y «sabio» casi son sinónimos, así como «mal» e «insensatez».
Puede ser inclinado a pensar que “un mismo suceso” se refiere únicamente a la muerte. Los ricos, los pobres, los necios, los sabios, todos tienen un destino igual: la muerte. Pero todos están sujetos al decaimiento, de tiempo, de los caprichos de la prosperidad y la adversidad. La muerte es común para todos, pero también tenemos en común las experiencias de la vida. La diferencia es que los justos están en la mano de Dios. No quiere decir que sean libres de dolor. Muchos de los creyentes de Dios han sido perseguidos y muertos. Es lo que pasará con los creyentes en el futuro también. Dios está en el cielo y nosotros en la tierra. Aunque tengamos fe, no debemos pensar que vamos a ser guardados de todos los problemas.
La vida es preferible a la muerte
En la segunda 9:4-6, el Predicador invita a la observación haciendo una pregunta: “¿Quién será escogido?”. Enseguida reflexiona sobre la ventaja de la vida sobre la muerte y sobre lo inevitable de la muerte. Él ilustra sus reflexiones con una pregunta y dos proverbios, seguidos de la conclusión sobre la condición de total carencia que tienen los muertos.
9:4. “Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos, pues mejor es perro vivo que león muerto.” La vida es mejor que la muerte porque todavía queda la oportunidad de conocer a Dios. Un perro vivo (un animal despreciado por los hebreos, que se alimenta de la basura) es mejor que un león muerto (el monarca de los animales). La vida en su peor forma es preferible a la muerte, porque en la muerte el ser no es consciente de nada, toda sensación y emoción dejan de existir. (Hoff, pág. 256)
Utley (pág. 92) comenta: “Es difícil saber cuándo Qohelet está usando sarcasmo versus dichos sabios populares. En este punto parece contradecirse así mismo. ¡En estos puntos hay varias interpretaciones opuestas que son posibles! Es (1) totalmente pesimista (ejemplo; “no hay esperanza”); (2) pesimista con chispas de esperanza aquí y allá (ejemplo; existe posiblemente esperanzas); o (3) ¿siempre hablando sarcásticamente acerca del mundo caído (ejemplo; siempre hay esperanza con Dios)? A mí me parece mejor escoger la número 2. Esta forma de interpretación permite a “debajo del sol” para sarcasmo, pero también permite a la esperanza en los textos (ejemplo; 2:2-26; 3:12, 13, 22; 5:8; 8:15; 9:7-9).”
Aun los más despreciados tienen esperanza mientras existe la vida. Es una esperanza para un tiempo venidero.
9:5. “Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más recompensa. Su memoria cae en el olvido.” Donde hay vida hay esperanza. Esta vida es crucial, y la muerte introduce un cambio decisivo. 12.3.3.1. No hay recompensa en el mundo de los muertos, porque los muertos no saben nada. ¿Cómo respondemos a la siguiente explicación?: “No está afirmando que los muertos están dormidos, sino que los muertos no tienen contacto con este mundo.” Además, los hombres y las mujeres de este mundo pronto olvidan a los que han partido. Esta vida es el lugar donde se cosecha la recompensa.
No solamente los muertos son muertos sino también son olvidados con el paso de las generaciones. Mientras tenemos vida, hay oportunidad. Sin embargo, algunos no aceptan que los muertos están muertos.
9:6. “También perecen su amor, su odio y su envidia; y ya nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.” Las palabras “amor” y “odio” en los vs. 1 y 6 forman una inclusión que enmarca el párrafo vs. 1-6. Menciona algunas experiencias terrenales que cesarán. No se refiere a los sentimientos de los muertos, sino a los sentimientos de los otros hacia ellos. Una vez muertos, ya no son objeto del amor, odio o envidia, pues nadie los recuerda más.
Su amor, su odio y su envidia abarcan las poderosas motivaciones de la conducta humana, y que no tienen ningún significado en el lugar de los muertos. Representa el triste énfasis de la condición de los muertos según el Antiguo Testamento. Son las características de cada individuo. En la muerte no están. La vida es nuestra oportunidad de prepararnos para el Reino de Dios.
No hay que renegarse de la vida, porque la vida tiene ventajas sobre la muerte. A lo menos, los vivos tienen conciencia y esperanza, cosas cuyo disfrute pueden anticipar. Cuando morimos no podemos disfrutar más de la vida sobre esta tierra. Salomón dice esto para enfatizar las oportunidades que se pierden en la vida presente: la oportunidad de servir a Dios y disfrutar de sus frutos. La muerte pone fin a todos sus placeres y contraría todos sus planes, su orgullo, y sus relaciones amistosas. La muerte pone fin a su posibilidad de escuchar el evangelio y de convertirse. La muerte significa el fin de nuestras preocupaciones, dificultades y pruebas.
SUMARIO Número 8
“Tus obras ya son agradables a Dios”
Eclesiastés 9:7
Los seres humanos generalmente no elaboran bien los planes antes de su muerte. Están en el último minuto y manifiestan su voluntad de ser reconciliados con los enemigos para asegurarse que no llevan cargas innecesarias al sepulcro. Aunque no sea justo, la consolación es que Dios aceptará sus obras basadas en la fe y según Su espíritu. En los vs. 7 al 10 tenemos una apreciación positiva de la vida, el disfrute de los bienes elementales, pero en su justa proporción.
Disfruta de la vida en la medida que Dios lo permita
En las tercera y cuarta unidades, 9:7-9 y 9:10, exhorta a su discípulo para que viva con alegría y trabaje con ahínco. La primera exhortación contiene un imperativo enfático: “anda”, y la segunda tiene el imperativo “haz”.
9:7. “Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son agradables a Dios.” Puesto que la vida es incierta, conviene que los hombres aprovechen al máximo toda oportunidad en esta vida para gozarse. ¡Esto no puede referirse al pecado y a la rebelión, así que debe de referirse a la actividad de Dios dentro de este mundo (2:24; 3:13; 5:19; 8:15)! ¡La vida es dura pero no estamos solos! Dios ha provisto de todo a los que confían en él. En este contexto, “comiendo” y “bebiendo” se refiere a una actividad diaria o un festival religioso (8; 8:15).
Dios no acepta cualquier cosa. Se sentirá muy enojado si usted todavía guarda un espíritu egoísta. Por eso…
9:8. “Que en todo tiempo sean blancos tus vestidos y nunca falte perfume sobre tu cabeza.” No podemos controlar la circunstancia, pero podemos controlar las reacciones. Aquellos que confían en Dios tienen una mente positiva, que no es afectada por las circunstancias. Poner aceite en la cara y el brazo era señal de felicidad (Salmos 23:5; 45:7; 104:15; Isaías 61:3).
El ungüento que cubre la cabeza es la Palabra de Dios. Permita que la Palabra entre en la mente para que sus acciones demuestren que están de acuerdo con las normas divinas. ¿Cuáles son las cosas en las que debemos poner nuestra atención?
9:9. “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida vana que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad. Esta es tu recompensa en la vida, y en el trabajo con que te afanas debajo del sol.” Hay que disfrutar la relación conyugal. Probablemente el versículo se refiere especialmente a la relación íntima, dentro del matrimonio (Proverbios 5:15-19). No que fijemos nuestros corazones en los deleites sensuales, sino que podamos usar con sabiduría lo que Dios nos ha dado. El gozo aquí descrito es la alegría del corazón que brota del sentido del favor divino. Este es el mundo del servicio.
Presta atención al pequeño (niño) que tienes en tus manos. Que tu esposa se deleite en tu ayuda. Porque esta es la tarea de la humanidad. No debe esto extrañarnos, dado el carácter universal de la literatura de sabiduría.
Trabaja diligentemente mientras puedas.
9:10. “Todo lo que te venga a mano para hacer, hazlo según tus fuerzas, porque en el seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo ni ciencia ni sabiduría.” Dios quiere que el hombre sea feliz. Todos en sus posiciones pueden hallar alguna obra que hacer, aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida. Hay que recordar que bíblicamente el trabajo como realización del ser humano es anterior a la caída (Génesis 2:15). Como las obras de sabiduría, el Predicador también aprueba el trabajo como realización de la vida humana. Y por sobre todo, los pecadores tienen que cuidar de la salvación, los creyentes tienen que probar su fe, adornar el evangelio, glorificar a Dios y servir a su generación.
Que sean sus decisiones guiadas por lo que enseña el versículo 8. Según “Compubiblia”: “Sobre la base de contentamiento (v. 7), comodidad (v. 8) y compañerismo (v. 9) nos lanzamos a las responsabilidades de la vida. Lo que te venga a la mano se refiere a lo que está disponible y dentro de la habilidad de uno. La vida ha de ser activa, enérgica, práctica. La muerte es el fin de la oportunidad”.
Como parte del sumario consideramos otra vez los puntos identificados en el argumento. Son seis en total y tratan de asuntos pesados. En este mundo es imposible saber lo que Dios está haciendo en nuestra vida.
No tenemos control ni conocimiento. Por eso aceptamos lo que viene y aprovechamos bien los asuntos. El Predicador aconseja que apliquemos toda nuestra energía en cualquier oportunidad que se nos presente. Es una tragedia pasar el tiempo esperando mientras las oportunidades pasan delante de nosotros.
La proposición número 8 es “El hombre no puede conocer toda la obra de Dios.” Repasamos ahora los 6 puntos en cuestión. Lo que sigue es una lista en orden de su consideración en el texto.
- Los justos y los sabios y sus obras están en la mano de Dios.
- Todo acontece de la misma manera a todos
- El corazón de los hijos de los hombres está lleno de maldad y de insensatez
- Mejor es perro vivo que león muerto.
- Goza de la vida con la mujer que amas
- Hazlo según tus fuerzas
Comparamos los puntos así: