“No hay en la tierra hombre tan justo que haga bien y nunca peque.”

Eclesiastés 7:20

Identificamos 14 puntos de cuestión bajo esta proposición. Todos testifican el hecho de que el hombre en la flor de la vida todavía es un hombre. Si se considera sin errores defendería cada palabra poco amable. Puede considerarse justo pero todavía peca como los demás. Entonces no implica que es inocente y toda la crítica es inmerecida. Hay cosas difíciles de entender. Por ejemplo, porque una persona hace una cosa y otra persona otra. Hay cosas que conoce bien. La necedad y locura son un juego peligroso. Corre hacia el desastre si comete travesuras. Mejor es ser un hombre muerto en vez de estar en lio con tales personas. De aquellos no se puede escapar.

El Predicador describe la manera en que hizo un estudio diseñado para descubrir la reacción de una persona a la tentación. Descubrió solamente una persona en mil quien no mienta o invente una excusa. Dios le dio al hombre la capacidad de ser justo pero el hombre mismo inventa su justificación para hacer mal. Por eso pregunta cuantas personas comprenden la circunstancia y consideran resolverla. ¿Cómo trata con el rey u otra persona en autoridad? La respuesta es con cuidado ¿Cómo trata con tiempo y juicio? La respuesta es discretamente. ¿Cómo trata de su muerte? La respuesta es tomar acciones para estar preparado para la venida de aquel día. Más son los estudios que Salomón hizo. 

7:19–22. La necesidad de sabiduría. Es necesaria, a la luz del pecado humano (v. 20), que se ve especialmente en la conversación (v. 21). Uno no debe prestar mucha atención al carácter vengativo de otros. El v. 22 nos recuerda que nuestra propia experiencia debiera hacer que nos diéramos cuenta de su frecuente inexactitud.

7:19. “La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos («gobernantes”) que haya en una ciudad.” La excepcional afirmación del versículo 19 hace que recuperemos algo de la confianza perdida en el mérito del buen sentido. Un llamado a la sabiduría es apropiado ahora. La sabiduría fortalece a quienes la tienen. La sabiduría puede ser mayor que las opiniones colectivas de líderes experimentados. Se considera en general que “sabiduría” y “justicia” son casi sinónimos (9:1; Proverbios 1:3). 

El poder es un atributo útil pero la sabiduría es mucho mejor. Por supuesto, si una ciudad está sitiada es consolador que existan diez hombres no miedosos. Pero mucho mejor y más útiles son aquellos quienes pueden negociar con el enemigo, llegar a un acuerdo y salvar la ciudad.

7:20. “Ciertamente no hay en la tierra hombre tan justo, que haga el bien y nunca peque.” Si bien la sabiduría fortalece (v.19), hay un problema que desvirtúa esa verdad: no hay sabios, pues nadie es totalmente justo (v. 20). Aislado del cinismo de los versículos 16-18, el v. 20 puede tomarse por lo que a primera vista parece: una confesión, no una excusa.

Algunas personas imaginan que ellos mismos son las únicas que tienen la razón todo el tiempo. Pero la sabiduría nos informa que todos podemos estar equivocados. Debemos reconocer nuestros errores y no esconderlos. No hay un hombre en la tierra que tenga motivo para vanagloriase. Hay que sospechar de quien presenta la imagen de una persona totalmente virtuosa. 

7:21-22. “Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se dicen, para que no oigas a tu siervo cuando habla mal de ti; 22porque tu corazón sabe que tú también hablaste mal de otros muchas veces.” El Predicador nos invita a no tomarnos a nosotros mismos o las palabras de otros demasiado en serio. ¡Con frecuencia decimos lo que realmente no queremos decir! Otra posibilidad es que todos los humanos son incapaces de una justicia completa (todos pecan de alguna manera, alguna vez). Tenga cuidado en juzgar a otros o reaccionar a insultos porque usted también insulta.

Hay que admitir que criticamos a otras personas, pero no siempre es una censura maliciosa. Por eso no sea duro contra aquellos quienes le critican a usted. Hay que ponerlos a un lado y no preocuparse. No busque vindicación. Alguien tiene la culpa. Un error ha cometido. La sabiduría implica ponerlo a un lado en vez de justificar su postura. 

7:23-24. La inaccesibilidad de la sabiduría.Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: «¡Seré sabio!»; pero la sabiduría se apartó de mí. 24Ya está lejos lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará?” La sabiduría puede ser necesaria según los vs.19–22, pero es difícil de hallar. El v. 24 mira hacia atrás a la pregunta de 1:12–18. ¿Quién la podrá hallar? es una pregunta retórica. La respuesta es, hablando en general, nadie. La sabiduría de que aquí habla Salomón es la que busca la razón y causa tras las cosas. Este tipo de percepción está muy lejos de nosotros e imposible de obtener con nuestra propia fuerza. 

¡El Predicador descubrió que no podía descubrir! La búsqueda era sincera, profunda e intensa. El Predicador solamente sabe lo que comprende después de una investigación cuidosa. Dios ha puesto en nuestros corazones el deseo de “conocer”, “de entender” pero está más allá de nuestra habilidad actual caída. El “deseo” probablemente proviene de nuestro ser hecho a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26-27), pero el pecado destruyó nuestra habilidad. ¡Siempre buscamos, deseamos y luchamos (I Corintios 13:9-13)!

7:25–29. La maldad de la humanidad. Salomón nos invita a darnos cuenta de la limitación de nuestra comprensión de la sabiduría y nos lleva a considerar más el carácter de la humanidad y de la realidad. (v. 25). La “razón” (vs. 25–27) es una frase matemática, “la suma total”. El Predicador tiene conclusiones acerca de las “mujeres” (vs. 26, 28) y de los “hombres” (v. 29). Cuando el Predicador exploró el estilo de vida caracterizada por la maldad y la insensatez, halló que todos son tramposos.

7:25. “Me volví entonces, y apliqué mi corazón a saber, examinar y buscar la sabiduría y la razón, para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error.” Además de buscar la sabiduría, el Predicador examinó la vida de maldad e insensatez.

La criminalidad (maldad) es un conjunto de características que hace que una acción sea la maldad. La insensatez es un hecho o dicho faltos de discreción. Las dos son igualmente peligrosas porque no respetan la autoridad y no ven la necesidad de observar la ley.

7:26. “Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es trampas y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella, pero el pecador queda en ella preso.”  El Predicador teme a una clase de mujer. Su personalidad (corazón) tiene instintos de un cazador. Encontró que las mujeres que se buscan en la vida insensata son tramposas. Ellas son poderosas en sus atenciones (manos ligaduras). No es dado a todos escapar, sino que es un don de Dios. ¿Pero a quiénes se refiere? 

Se puede encontrar “la mujer” en cualquier lugar. Como su pareja, “el hombre”, ella no tiene escrúpulos. El verso parece estar fuera de contexto por lo tanto algunos han dicho que “la mujer” se refiere a: 

(1) “filosofía sin Dios” (recordamos la sabiduría personificada, véase 7:4; 9:10); 

(2) la “locura”, una actitud rebelde, como una persona egoísta que controla lo demás. Otras personas existen para permitir a la “mujer” o el “hombre” hacer lo que quieren (Utley, pág. 81).

Aplicando el método científico, Salomón recogió datos de todas las fuentes. El sujeto es la sabiduría y el Predicador quiere que tengamos información que de lo que piensa es muy profundo. Cuidadosamente documentó cada proceso en su investigación. No es capaz de presentar la prueba porque es la suma de su investigación. 

7:27-28. “He aquí, dice el Predicador, que pesando las cosas una por una para dar con la razón de ellas, 28he hallado lo que aún busca mi alma, sin haberlo encontrado: Un hombre entre mil he hallado, pero ni una sola mujer entre todas.” El v. 28 no es una declaración generalizada; enfoca sólo el asunto de la sabiduría (1 Timoteo. 2:14; Tito 2:2–6) y sólo en cierta clase de mujer. Para otro punto de vista uno debiera comparar 9:9. 

Su investigación no fue un ejercicio casual. No avanzó dando traspiés. No anticipó la respuesta que halló: “Un hombre entre mil” pero “ni una sola mujer entre todas”. Aparentemente Salomón es muy severo contra las mujeres. Pero lo que dice es mucho más importante que ofender opiniones. Es algo que no va a ser fácil explicar. Para ser sabio debemos considerar los resultados de su investigación.

7:29. “He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero él se buscó muchas perversiones.” ¿Cómo comprendemos este versículo?

El Predicador concluye que los seres humanos se han corrompido. Presenta una conclusión acerca de toda la raza humana, conducida casi exclusivamente en el tiempo del Predicador por hombres. Sólo esto nos hace saber que hay un solo punto que es la fuente de las calamidades de la humanidad. 

1. Al comienzo toda la creación de Dios era buena (Génesis 1:31). Los humanos pueden entender e implementar la voluntad de Dios.

2. Los humanos caídos son creativos y enérgicos en el área del mal y la rebelión (Génesis 3- 4; 6:5-11-12, 13; 11). Aunque moralmente son capaces, los humanos desprecian la voluntad de Dios y se guían por su propio ego ante cualquier oportunidad.

Pero presentamos otra explicación:

Salomón trata de la manera en que los hombres defienden y racionalizan su propio comportamiento. Adán inventó una excusa. Echó la culpa a Dios: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.” (Génesis 3:12). Los hombres inventan motivos para evitar la responsabilidad. Buscan modos para justificar lo que hacen. Este proceso aún aplaudido por la mayoría es decepción según el punto de vista de Dios. Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Todo esto es parte del mecanismo automático y defensa que aplicamos cuando somos puestos en duda. Muchos de los hombres lo hacen por mucho tiempo. Todas las mujeres lo hacen todo el tiempo.

Parece un desafío serio. La reacción de las mujeres debe ser fría. Hay que esperar un momento. Si lo que Dios dice es insatisfactorio acerca del comportamiento humano y lo hace solamente un hombre entre mil, debemos conocer lo que es.

CAPITULO 8

1“Este capítulo va a enfrentarnos en todo momento con nuestra incapacidad para marcar la pauta y controlar nuestros asuntos. Vez tras vez, y nivel tras nivel, nos encontramos con que las circunstancias nos superan, acabando atrapados y totalmente desorientados.” (Kidner, pág. 321)
2[Los capítulos 8 al 10 y los primeros ocho versículos del capítulo 11 son un discurso que examina lo que podríamos llamar la sabiduría del mundo, o un enfoque de sentido común de la vida. En el capítulo 8, cualquiera que enfoque de este modo la vida es exhortada a dominar las estructuras del poder del mundo en el que vive. Dice: «intente entender quién es una autoridad y quién no lo es y haga usted lo correcto para estar en el lado indicado y en el momento oportuno. Esa es su filosofía. Eso es algo que reconoce usted ¿no es cierto? He aquí su conclusión: «Vi todas las obras de Dios. Ciertamente el hombre no logra comprender la obra que se hace debajo del sol. Por más que se esfuerce buscándolo, no lo alcanzará; aunque el sabio diga que lo conoce, no por ello podrá alcanzarlo.» (8:17)] (Stedman, pág. 8).

La sabiduría alumbra los ojos. ¿Quién más puede entender las cosas como el hombre sabio? (8:1) La sabiduría nos aconseja en cuanto a cómo caminar delante del rey, y nos dice como sujetarnos al rey, y aún entender el fin de los gobernantes injustos (8:2-8). El abuso de la autoridad divina dada por Dios a él, le traerá al juicio (8:9).

8:1. “¿Quién como el sabio? ¿Quién como el que sabe interpretar las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro y cambia la tosquedad de su semblante.” Es posible que el 8:1 fuera con el capítulo 7 y concluye la discusión. Con frecuencia las preguntas retóricas cierran unidades (6:12). Parece no relacionado con lo que sigue a menos que trate de como una persona sabia debe actuar ante la presencia de un rey. La segunda frase del verso significa:

  • la sabiduría da paz y contentamiento 
  • la sabiduría ayuda a los cortesanos a conservar sus sentimientos verdaderos (vs. 3; 10:4).

¿Dónde hay alguien que hallará la solución a los enigmas de la vida? El rostro iluminado se refiere a la conducta agradable (Deuteronomio 28:50; Nehemías 2:1; Proverbios 15:13; Daniel 8:23).

¿Quién puede descubrir el significado de todo esto? Una medida de la sabiduría de un hombre es el reconocimiento de sus iguales. Llegar a una solución de un problema dará confianza y audacia al hombre dentro de sus compañeros. Es bueno buscar la sabiduría. Demanda un compromiso conocer a fondo. Pocos son aquellos preparados hacerlo.

¿Cómo manejan las autoridades? Los gobiernos tienen el poder de destruir. Tienen el poder de quitar la vida.

8:2-5. “Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey, por el juramento que pronunciaste delante de Dios… El que guarda el mandamiento no conocerá el mal; el corazón del sabio discierne cuándo y cómo cumplirlo.” El v. 2 tiene una serie de mandatos:

  1. “guarda el mandato del rey” ¿Es una referencia a Dios o a un monarca terrenal?
  2. “no esté en prisa para abandonarlo” 
  3. No te juntes en un asunto malo, 

Con este pasaje entramos en un tema común a la literatura sapiencial del antiguo oriente. “Obtener una buena posición y mantenerla en el ambiente de la tiranía e intriga de un palacio oriental requería gran variedad de dones, y todos del más alto nivel moral: Lealtad al poder gobernante, el saber evitar tanto un excesivo temor como un desconsiderado espíritu de oposición, prontitud para enfrentar situaciones complejas, una gran capacidad para disfrazar sus propios sentimientos, paciencia para aprovechar sus oportunidades y habilidad para escoger los medios adecuados para alcanzar un objetivo dado.” (Roberto Gordis – Comentario Bíblico, Mundo Hispano, Tomo 9, pág. 273.)

Un ejemplo del beneficio que da la sabiduría: el sabio se sujetará al rey, sabiendo discernir los tiempos (vs. 2-5). El sabio obedecerá al rey (v. 2). En lugar de «y la palabra del juramento de Dios», tradúzcase «y a causa del juramento de Dios.» Esta frase puede referirse al juramento que Dios hizo al rey de bendecirlo, o el juramento de lealtad al rey que los súbditos hicieron delante de Dios. El sabio no se rebelará contra el rey, pues éste tiene mucho poder. El contexto sugiere que el v. 3 se refiere a rebelión contra el rey. El sabio obedecerá al rey, y así evitará problemas, pues sabe el momento propicio para cada acción y el proceder más indicado (v. 5).

Si es sabio comprenderá que no es solamente tener razón. Es también la comprensión del tiempo apropiado. Si el rey está contra usted, no importa la razón, lo mejor es rendirse inmediatamente, aunque sea correcto o equivocado. No es el tiempo apropiado para presentar su propia defensa. Bajo tales circunstancias el rey ganará porque presenta un desafío a su autoridad y el rey está obligado a ganar.

¡Tratar de hacer lo correcto todo el tiempo! Resulta en la falta de necesidad de defenderse. Presenta una debilidad y falta de confianza tener la necesidad de defenderse a sí mismo. Implica la necesidad de esconder algo. El sabio discierne el tiempo correcto para presentar su caso.

8:6. “Porque para todo lo que quieras hay un tiempo y un cómo, aunque el gran mal que pesa sobre el hombre…”  En realidad, todo tiene su tiempo y manera para suceder, incluso muchas cosas dañinas, y nadie, ni siquiera el sabio, sabe qué sucederá en un momento determinado.

Dios tiene preparado un tiempo para tratar las cosas que hemos hecho, sea bueno o malo. Concluimos que inmediatamente después de la ofensa no es siempre el mejor tiempo para resolverla. Comprendemos que una vez en el futuro seremos llamados para explicar nuestras acciones.

8:7. “…es no saber lo que ha de ocurrir; y el cuándo haya de ocurrir, ¿quién se lo va a anunciar?” ¿El v. 6b contradice el v. 5a; el v. 7a contradice el v. 5b?  Hay cierta correspondencia entre el v. 6a y el v. 7b. Este misterio de la vida los humanos no saben porque, cuando o como los problemas/gozo vienen es un tema recurrente (véase 3:22; 6:12; 9:12; 10:14). La sabiduría humana no puede encontrar la respuesta a este misterio, entonces:

1. Gózate de la vida cuando puedas (9:11)

2. Confía en Dios (9:12-13)

3. Obedece a Dios (8:5; 12:13)

Esto es lo único que podemos hacer (desde la perspectiva de los sabios del Antiguo Testamento).

No podemos discernir el futuro tampoco saber las consecuencias. La sabiduría dice que es necesario conducirse bien y de una manera a fin de estar listos para cualquier evento.

8:8. “No hay hombre que tenga potestad sobre el aliento de vida para poder conservarlo, ni potestad sobre el día de la muerte. Y no valen armas en tal guerra, ni la maldad librará al malvado.” Hay un tiempo cuando nadie tiene la capacidad o la astucia de salvarse: el día de la muerte. El aliento “espíritu” que es un esfuerzo para equilibrar la próxima frase (“potestad sobre el día de la muerte”) ¡Los humanos con frecuencia no pueden afectar o cambiar los eventos de sus propias vidas! ¡Claramente el mal no ayudará!  

Se mencionan cuatro limitaciones a toda autoridad. Primera, nadie puede retener el hálito de ninguno. Segunda, la muerte está dentro del control de Dios. Tercera, en el conflicto de la muerte no hay autoridad capaz de rescatar. Cuarta, ninguna medida, por adecuada que sea, librará en este aspecto. 

Se puede evitar una guerra si es un rey o persona rica con un puesto de responsabilidad. No está obligado a poner su vida en peligro. En la guerra de la vida no hay exención de participación. No se puede argüir con Dios porque tiene el derecho de quitar la vida. Aún el malo que tiene control sobre todo, no puede hacer nada aquel día.

8:9. “Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que se hace debajo del sol, cuando el hombre se enseñorea del hombre para hacerle mal.” Las injusticias de la vida.” Nuevamente el Predicador reclama observación (he visto), evaluación (he puesto mi corazón), amplitud de visión (todo … todo) pero con un límite (debajo del sol). La sepultura era parte de un tratamiento honroso en Israel; honrar a los malvados es una anomalía. El hecho de estar en libertad (entraban y salían) y la alabanza que recibieron parece injusta. “cuando el hombre se enseñorea a otro hombre para hacerle mal” este es un resumen general de la situación humana. ¡El dominio dado a la humanidad en la creación ha sido abusado! En Eclesiastés se refiere a la opresión gubernamental (4:1; 5:8; 7:7).

Es trágico lo que dice. Relaciona con el abuso del poder. No cumplir la responsabilidad de un gobernador causa ofensa. Kidner (pág. 323) sugiere una particular forma de ironía en este último comentario “donde el uso de un término más que notable para el abuso de poder (domina o ensañarse) contrasta grandemente con lo que se ha dicho respecto a su impotencia en otros apartados: su incapacidad para dominar su propio espíritu, o vencer la muerte.”

8:10. “Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honores; en cambio, los que frecuentaban el lugar santo fueron luego olvidados en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad.” Hay inicuos que son honrados después de su muerte. Dicen los traductores que este verso tiene muchos problemas textuales. A pesar de todas estas dificultades, el sentido general del versículo no está en duda: algunos no son recordados de manera justa después de su muerte.

El difunto fue un hombre que había frecuentado el templo (el lugar santo) y había recibido muchos elogios de parte de la gente, pero no había vivido una vida piadosa. Sobre sus espaldas reposa una gran responsabilidad. Aquellos quienes buscan puestos importantes y llegan a ser gobernadores y maestros tienen que hacerlo correctamente. El ejercer la autoridad en forma incorrecta puede destruirle a uno. Hay que tener cuidado en la manera en que se gobierna.

8:11. “Si no se ejecuta enseguida la sentencia para castigar una mala obra, el corazón de los hijos de los hombres se dispone a hacer lo malo.” La demora en el juicio es mal entendida. La inactividad de Dios parece ser indiferencia, más que paciencia. “la sentencia” es una palabra persa para “juicio real”. En este contexto debe referirse a Dios. ¡Su misericordia y tardanza en enojarse es tomado como una licencia en vez de un llamado al arrepentimiento! (Romanos 2:4; 2 Pedro 3:9)! ¡El tiempo y la oportunidad revelan el corazón humano!

Es una pregunta de lo que es correcto y justo en cada circunstancia. No permita que sus intereses anulen sus juicios. Tiene la autoridad para usarla justamente.

8:12-13. “Ahora bien, aunque el pecador haga cien veces lo malo, y sus días se prolonguen, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia, 13y que no le irá bien al malvado, ni le serán prolongados sus días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios”. La respuesta de la fe. El pecado de la persona impía pudiera ser grande (haga mal cien veces) y su vida prolongada, pero el punto de vista de la fe dice yo sé. (El “…he observado” del v. 9 pone por delante lo que todos pueden ver; el yo sé del v. 12 es un punto de vista no apreciado por todos). Desde una perspectiva, el hombre impío prolonga sus días, sin embargo a la persona impía no le serán prologados sus días como la sombra. 

No envidie al malo. Su vida es corta, como vapor sin substancia, dejarse llevar por la corriente. Salomón puede estar sugiriendo que la larga vida del impío es solo el preludio de su eterna oscuridad.

8:14. “Hay vanidad que se hace sobre la tierra, pues hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de malvados, y hay malvados a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.” Algunas veces “hecho y retribución” son totalmente inapropiados. ¡Este verso comienza y termina con “vanidad”! ¡Es a la luz de esta clase de injusticia que las promesas de Dios son cuestionadas! 

El Predicador observa la aparente prosperidad de los malvados, y el sufrimiento de los justos. Los hombres opinan que los justos tienen el derecho de ser tratados mejor que los demás. Pero los justos sufren como los malos. Muchas veces los justos sufren más que los malos. Les parece injusto. Sin embargo, el Predicador sabía que esas inconsistencias serán traídas a juicio justo de parte de Dios

SUMARIO Número 7

“Que esto le quede”

Eclesiastés 8:15

Hay que desarrollar una actitud positiva hacia las dificultades. Todos experimentamos con las adversidades. No se imagina que todo sale bien.

8:15. “Por tanto, alabé yo la alegría, pues no tiene el hombre más bien debajo del sol que comer, beber y alegrarse; y que esto le quedé de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol.” Si el v. 14 intensifica el problema, el v. 15 recuerda 2:23- 24 y 5:18–20, el remedio del Predicador, que es aceptar los dones que Dios nos da y colocarnos en sus manos. Es un tema recurrente (véase 2:24-26; 3:12, 13, 22; 5:18-20; 8:15; 9:7-9). Confié en Dios ¡Gózate del momento! ¡Esta es la conclusión basada en el error de la sabiduría en entender o que afecte la injusticia y el mal que aparentemente se ve tanto en la vida terrenal!

Puesto que el hombre no es capaz de comprender los propósitos de Dios, le conviene conformarse a vivir con sus limitaciones. El gozo de los dones diarios de la vida debe ser el compañero de la labor diaria. Un espíritu alegre y contento (punto de vista mundial) hace de la vida un éxito y no las otras cosas físicas.

La proposición número 7 es “No hay en la tierra hombre tan justo que haga bien y nunca peque.”

Repasamos ahora los 14 puntos en cuestión. Lo que sigue es una lista en orden de su consideración en el texto.

  1. Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se dicen
  2.   Lo muy profundo, ¿quién lo hallará?
  3.   De la insensatez y el desvarío del error
  4.     Más amarga que la muerte
  5.     Una por una para dar con la razón 
  6.       Un hombre entre mil
  7.       Pero él se buscó muchas perversiones.
  8.       ¿Quién como el que sabe interpretar las cosas?
  9.       Guardes el mandamiento del rey
  10.     El gran mal que pesa sobre el hombre.
  11.     No hay hombre que tenga potestad sobre el aliento
  12.   Cuando el hombre se enseñorea del hombre para hacerle mal.
  13.   Les irá bien a los que a Dios temen
  14. Justos a quienes sucede como si hicieran obras de malvados

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