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Un estudio del libro de Jonás

Capítulo 4 - La educación y la reprobación de Dios

Al final del capítulo 3 la historia parece haber llegado a su conclusión. Las dos tensiones presentadas en 1:1-3 parecen estar resueltas: el profeta que huyó de Jehová ha sido detenido y restaurado, y ha cumplido su misión con éxito; Nínive se ha salvado del castigo divino al reaccionar a la predicación de Jonás. Sin embargo, el 2:8 revela una tensión que todavía no se ha resuelto: Jonás sigue prejuiciado en contra de los gentiles, aun después de su experiencia de ser disciplinado y salvado por Jehová. Esa tensión es la que impulsa la narración del capítulo 4.

Algunos han comentado: “que si el hombre hubiera escrito este relato sin la ayuda del Espíritu Santo, probablemente habría concluido al terminar el capítulo 3. Aparentemente se ha llegado al clímax con el arrepentimiento y el perdón de la perversa ciudad de Nínive.”

Entonces nos queda la pregunta: ¿por qué no concluye aquí el relato?

¡Hay que analizar el capítulo 4 para hallar la respuesta!

 

1. Jonás expresó su enojo (4:1- 4).

4:1. La expresión traducida «Jonás se disgustó en extremo», literalmente es «le cayó mal a Jonás, muy mal» ¡El hecho que los habitantes de Nínive habían dejado su mal (ra`ah) camino (3:10) y que Dios, entonces, se había arrepentido del mal (ra`ah) que había dicho que les haría (3:10; 4:2) al profeta le cayó muy mal (ra`ah)!

¿Cómo supo Jonás que Jehová había decidido no a castigar la ciudad?
Una posibilidad es que los 40 días expiraron antes del 4:1. La frase «y no lo hizo» al final de 3:10 da base para esta suposición. Sin embargo, el 4:5 parece implicar que los 40 días no expiran antes del fin del libro. Probablemente debemos entender que Jehová reveló a su profeta que se había arrepentido del plan de destruir a Nínive.

¡Jonás se enojó, porque Jehová era tardo en enojarse (4:2)! Aquí, por primera vez, el libro revela por qué Jonás había desobedecido el primer llamado a predicar en Nínive. ¡No es que haya temido una reacción negativa de parte de los habitantes (cp. 1 Corintios 2:3), sino una reacción positiva! El libro no nos explica por qué el profeta no quería que Jehová perdonara a los habitantes de Nínive. Tal vez fue porque entendía que, humanamente hablando, la debilidad de los asirios durante el reinado de Jeroboam era lo que había permitido que Israel expandiera sus fronteras en ese período (cp. 2 Reyes 14:25).

Tal vez fue porque temía que si Asiria volviera a ser fuerte conquistaría a Israel, lo cual, en efecto sucedió pocas décadas después del reinado de Jeroboam.

Tal vez fue porque odiaba a los asirios y creía que merecían ser castigados, pues habían exigido tributo a Israel durante el reinado de Jehú y tenían fama de cometer barbaridades contra los pueblos que les presentaban resistencia. O tal vez fue sencillamente porque despreciaba a todos los gentiles idólatras. Esta es la opción que tiene más apoyo según el contenido del libro mismo (2:8; 4:11), pero es posible que una combinación de los factores mencionados haya influido en la desobediencia de Jonás.

Una pausa para reflexionar.
En vez de regocijarse porque la gracia de Dios había perdonado a los arrepentidos ninivitas, ¿permitió que su orgullo egoísta y pecaminoso resistiera ese hecho?

¿Es posible que creyera que, al no cumplirse lo que había predicho, sería considerado como un falso profeta? Si es así, para él, su reputación valdría más que todos los habitantes de la capital asiria. También pudo haber pensado que el conocimiento que tiene el Señor del futuro se desacreditaría entre los paganos al no cumplirse esta profecía.

4:2. Esta es la tercera oración de Jonás mencionada en el libro (sería la cuarta si se comprueba que Jonás clamó a Jehová desde la nave [1:6], pero no hay indicios que lo haya hecho).

  • En la primera, Jonás pidió ser salvado y no ahogarse (2:2, 7).
  • En la segunda, alabó a Jehová por esa liberación (2:1-9).
  • En la tercera, expresa su ira porque Jehová ha perdonado a los habitantes de Nínive. ¡Quería que Jehová fuera misericordioso con él, pero no con los de Nínive!

Jonás describió a Jehová en términos usados en Éxodo 34:6; Nehemías 9:17; Salmos 86:15; 103:8; 145:8; y Joel 2:13. Estos pasajes hablan del perdón de Jehová para Israel, o para el salmista israelita. Jonás no quería que su Dios extendiera a Nínive el mismo perdón que había brindado a Israel. El odio de Jonás por sus enemigos era tan grande ¡que hasta le resentía la misma naturaleza de Dios!

Jonás tenía un conflicto entre su teología y sus actitudes (el conflicto entre su teología y sus acciones en 1:9). Sabía que Jehová era misericordioso con todos, no sólo con Israel, pero no quería que Jehová fuera así.

4:3. Su petición de morir era el abatido ruego de alguien que ha visto ocurrir cosas importantes para él en una manera opuesta a lo que esperaba. Había perdido su propósito de vivir, que estaba tan envuelto en la esperanza de la derrota de los enemigos de su nación. Jonás pidió que Jehová le quitara la vida. Algo muy diferente había dicho cuando Jehová realmente había estado a punto de quitarle la vida (2:2, 7).

La petición de Jonás hace eco de las palabras de Elías en 1 Reyes 19:4. Sin embargo, éste pidió la muerte porque su mensaje no produjo arrepentimiento; Jonás, porque su mensaje trajo demasiado arrepentimiento. Moisés (Números 11:15) y Job (Job 6:8-9) también habían pedido a Dios la muerte, pero ambos debido a angustias legítimas.

¿Qué es lo que nosotros siempre deseamos: guiar nuestros propios pasos o determinar lo que es mejor para nuestras vidas? Mire el egoísmo evidente en las palabras del profeta: “yo, mi, me, yo, yo, me, me.” Se nota en los versos 2 y 3 que él hace mención de sí mismo.

En respuesta, Dios pregunta: ¿Haces bien en enojarte tanto?
¿Podemos nosotros, o cualquiera de nosotros, resentirnos por la compasión de Dios por alguien, inclusive por nuestros supuestos enemigos?

4:4. Jehová respondió a Jonás con paciencia (sigue siendo «tardo en enojarse»), preguntándole si su enojo era bueno.

Hay un juego de palabras en el hebreo entre los vs. 3 y 4. En la última oración del v. 3 Jonás literalmente dice: «Porque más buena es mi muerte que mi vida». Luego en el v. 4 Jehová recoge el vocablo «bueno» e invita a Jonás a reflexionar al respecto, diciendo literalmente: «¿Haces tú bien en enojarte tanto?»

Hay también un juego entre los vocablos «bueno» en los vs. 3 – 4 y «malo» en 3:10 – 4:3. A Jonás le cae mal lo que es bueno (el arrepentimiento de Nínive y la misericordia de Dios) y considera bueno lo que es malo (su muerte). Por el momento Jonás no contesta la pregunta de Jehová.

 

2. Jonás al oriente de Nínive (4:5-11)

Los eventos en 4:5–11 ocurrieron durante los “cuarenta” días, entre el primer día de la visita del profeta y el reconocimiento de Jonás, al fin de ese período, de que Nínive había sido librada.

4:5. Jonás abandonó la ciudad pero quedó observándola para ver si Jehová, al fin, la destruiría cuando se cumplieran los 40 días. Jonás salió de la ciudad probablemente el tercer día de su visita. Posiblemente él esperaba ver una gran exhibición de fuego y azufre.

A pesar de su profesado deseo de morir, se hizo una enramada2 para estar más cómodo.

“acampó hacia el oriente de ella” Así, puso a Nínive entre él y Jerusalén.

La gente de Nínive espera que Dios los salve. Jonás espera que no lo haga, pero teme que lo haga. No obstante, hasta que los cuarenta días se hayan cumplido, el resultado permanece en duda. No se puede decir con certeza porque la Biblia guarda silencio en este punto.

Pregunto si el ayuno dentro de la ciudad fue igual al de Moisés (Éxodo 34:28), de Elías (1 Reyes 19:8) y de Jesús (Mateo 4:2). Todos estos fueron de cuarenta días. Lo cierto es que Jonás ha vuelto a donde empezó. Él está sentado, de ocioso, sin ninguna utilidad ni para Dios ni para el hombre. Él no está orando. No está sirviendo. No está predicando.
4:6. “Jonás se alegró mucho por la calabacera” Dios proveyó una mejor caseta por medio de la planta (probablemente la planta de semilla de ricino, pero esta palabra aparece solamente en este contexto, Jonás 4:6). Esto nuevamente demuestra el amor de Dios versus el enojo de Jonás. Jehová utilizó una planta para hacer entender a Jonás que su amor es por todos los seres humanos. Una planta que dio sombra a Jonás, «librándole» de su ra`ah «malestar». (Es la segunda vez en el libro que Jehová «prepara» algo milagroso para librar a su profeta 1:17).

“Jonás se alegró mucho…” Este es el único punto del libro en que se dice que Jonás estaba contento (basado en su propia comodidad).

4:7-8. “Pero, Dios preparó un gusano…” para herir la planta y un viento solano para que el sol hiriera a Jonás. Esta vez las cosas que Dios prepara no son para librar a Jonás (1:17; 4:6), sino para afligirlo.

“un gusano” (pudiera usarse el singular para designar una gran cantidad de ellos). Los gusanos pueden despojar a la planta de todo su follaje en una sola noche, según dicen algunas autoridades en la materia.

“viento solano” Utley explica: “Esto se refiere al Siroco que es un viento del este fuerte, polvoso, seco, caliente del desierto, (véase Éxodo 10:13), que fácilmente destruye la vegetación. Por lo general es usado en contexto de juicio (ejemplo Salmos 48:7; Jeremías 18:17; Ezequiel 17:10; Oseas 13:15).”

“sería para mí la muerte que la vida” (v.8) literalmente: «pidió su vida para morir» hace eco de nuevo de 1 Reyes 19:4.

4:9-11. ¿Hemos llorado porque un amigo no conoce a Dios? Es más fácil ser sensibles a nuestros propios intereses que a la necesidad espiritual de las personas que nos rodean.

Hay un paralelismo estrecho entre las primeras palabras de Jehová en el v. 10 y sus primeras palabras en el v. 11. Jehová enseñó a Jonás que si el profeta se compadeció (jus) de la planta, que no le había costado nada, ¿cómo no iba Dios a compadecerse (el mismo verbo jus) de toda la gente y animales de Nínive (4:10-11)?

“que en el espacio de una noche nació y en el espacio de otra noche pereció” Esta frase es un modismo para lo transitorio de las cosas terrenales (véase Isaías 40:6-8). Jonás tuvo la perspectiva inmediata, Jehová tuvo lo eterno. Jonás era egoísta; Jehová estuvo preocupado por el bienestar de los seres humanos hechos a su imagen (véase Génesis 1:26-27), ahora alejados de Él (véase Génesis 3, especialmente Jonás 4:15).

¿Jehová o Dios?
En 4:6 el autor usa el nombre «Jehová Dios» y en 4:7-9 «Dios», pero en 4:10 vuelve al nombre «Jehová». Tal vez utilice «Dios» cuando habla del Señor como juez, pero «Jehová» cuando habla de la compasión divina. O tal vez sea una manera de sugerir que Jehová, el Dios de Israel, es también Dios de toda la tierra y de todos sus habitantes6.

4:11. “ciento veinte mil personas” Algunos miran esto como refiriéndose a la población en su totalidad; otros debido a la frase “no conoce”, creen que se refiere a los hijos (Isaías 7:15).Si esto se refiere a niños, la población habrá sido por lo menos de 600,000 habitantes. El énfasis contextual parece ser que estos paganos crueles (ciudadanos de Nínive y ciudades pequeñas de su alrededor) son ignorantes de Dios, pero aun así responden más espiritualmente que el pueblo del pacto con conocimientos de Dios.

Johnson “Este enojo representa su preocupación por su planta amada – pero ¿qué es lo que ésta planta significaba para usted? Su amor no era muy profundo, porque estuvo acá un día y se fue el otro día. Su preocupación se originó por su amor egoísta, no por un amor genuino. Usted nunca tuvo la devoción de un jardinero. Si usted se siente así, ¿qué tal se sentiría un jardinero quien sembró una planta y la vio secarse y morir? Así me siento en cuanto a Nínive, aun mucho más. Toda esta gente, todos estos animales – yo hice todos ellos; yo los he acariciado todos estos años. Nínive me ha costado mucho esfuerzo, y significa mucho para mí. Su dolor no se compara con el mío cuando contemplo su destrucción».

  • Dios mostró que el absurdo era Jonás y no él.
  • Nínive era una ciudad grande y tenía muchos animales que valían más que un ricino.
  • El libro termina; Jonás estaba enojado, deprimido, tenía calor y se desmayaba. Y él fue dejado para contemplar su falta de compasión.

La repetición de la frase «Nínive, aquella gran ciudad» en 1:2 y 4:11 forma una inclusión que encierra todo el libro y subraya la preocupación principal de Jehová a lo largo de todo el libro (la frase se usa también en 3:2): que perecerían los muchos habitantes de una ciudad grande.

¿Por qué el libro concluye con la referencia a «muchos animales»? ¿Jehová quiere recalcar los «derechos animales»? Esa interpretación no parece dar un clímax adecuado al libro; de hecho, el concepto parece ser ajeno al mensaje del resto del libro. Otra posibilidad es que el versículo indica una solidaridad entre seres humanos y bestias (3:7-8), pero esa interpretación tampoco da un clímax adecuado para la conclusión del libro. Tal vez debamos entender esta última frase como una ironía. Si Jonás, quien se ha compadecido de una planta, no se compadece de los seres humanos en Nínive.

R-V ’95 Edición de Estudios, pág. 1141:
“El relato concluye afirmando una vez más la misericordia de Dios, que es el tema presente en todo el libro. Dios tiene misericordia del profeta rebelde, de los marineros, de los ninivitas y aun de los animales; o sea, que su misericordia alcanza no solo a Israel, sino también a las naciones paganas, e incluso a una ciudad como Nínive, símbolo de violencia y crueldad.”

¿Qué aprendemos de esta lección de Jonás?

Hay algunos principios que debemos notar:

(1) Dios es bondadoso hacia todas las naciones,
(2) Él es soberano,
(3) Él castiga la rebeldía,
(4) Él quiere que su propio pueblo le obedezca, que abandone la hipocresía religiosa y que no ponga límites a su amor y gracia universal.

¿Estamos contentos con lo que Dios hace? Somos muy correctos en nuestra doctrina, ¿pero no perdonamos a nuestros hermanos? ¿Mantenemos resentimientos?
¿Somos celosos?
¿Queremos lo que Dios ha dado al otro?

Confesemos nuestros pecados, vivamos contentos con lo que Dios ha hecho, practiquemos lo que creemos y sabemos, hagamos lo correcto, imitemos el carácter de nuestro Dios. No seamos hipócritas.

Estas preguntas de discusión se proporcionan para ayudarle a pensar en los asuntos principales de esta sección del libro. Tienen la intención de invitar a la reflexión, no son definitivas:

  1. ¿Tenemos un relato completo de la predicación de Jonás?
  2. ¿Fue verdaderamente salvo el pueblo de Nínive?
  3. ¿Qué mensaje tuvo este libro a Israel? (¿y a su vida?)
  4. Explique el arrepentimiento en sus propias palabras. Defina los conceptos hebreos y griegos de arrepentimiento.
  5. Haga un contraste (“Israel”) y el conocimiento de Jonás de Dios y los (gentiles), soldados paganos y el conocimiento de Dios de los de Nínive y fe hacia él.
  6. ¿Cuál es el significado del uso de este relato por Jesús en Mateo 12:38-45?

 

Punto de reflexión

¿Somos como Jonás? ¿Están torcidos nuestros valores? ¿Odiamos a nuestros enemigos y deseamos, u oramos, para que les venga el mal mientras aceptamos el perdón y la gracia para nosotros?

Jesús enseñó a sus seguidores que deben amar a sus enemigos (Mateo 5:44). Es una enseñanza a menudo difícil de cumplir, pero una enseñanza que no puede ser desobedecida.

Capítulo anterior: Capítulo 3 - La proclamación en la ciudad

Continúa leyendo: Apéndice Número 1 – El Nombre Divino
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