Lea Juan 21:1-15
El Señor se apareció vivo una vez más a sus discípulos pero no en Jerusalén sino en Galilea. En Mateo 28:1-5 se relata el encuentro de un ángel con “María Magdalena y la otra María”. El ángel se presentó para anunciarles que Jesús ya resucitó y les recordó (vs.7-8) una promesa realizada: encontrarse nuevamente con los discípulos en Galilea (Mateo 26:32). Por esa razón, los discípulos habían dejado Jerusalén y dirigido hacia Galilea. Sólo en Juan aparece el nombre del lago como mar de Tiberias.
Es digno de notarse que no aparece el nombre de los hijos de Zebedeo, lo que concuerda con la idea de que Juan era uno de ellos y también es el autor del Evangelio. La observación de Juan de que habían pasado una noche sin resultados puede ser una sugerencia simbólica (noche en el sentido espiritual). Sin embargo, hay un evidente mensaje espiritual porque la situación cambió ante la sola presencia de Jesús.
Descubriendo el sentido de la señal
Juan 21:1. “…se manifestó…” En este versículo el verbo es utilizado dos veces. Connota la grandeza de una realidad: ¡Jesucristo ha resucitado! Los Evangelios se esfuerzan en demostrar que el Cristo Resucitado no era una visión y menos una ilusión o un fantasma sino una persona real.
Juan 21:2-3. Siguiendo una iniciativa de Simón Pedro, todos se embarcaron para ir a pescar. “Pero aquella noche no pescaron nada” (v.3). ¿El Salmo 127:1 nos presenta una explicación?
¿Quiénes estaban? Según el texto, únicamente se encontraban siete de los once apóstoles, incluyendo a Tomás que ahora se había unido a Pedro y Juan.
i. Simón Pedro.
ii. Tomas (Dídimo o gemelo).
iii. Los hijos de Zebedeo: (1) Juan (2) Jacobo.
iv. Natanael, que sin duda alguna era el Bartolomé de los sinópticos.
v. Otros dos que Juan no menciona por sus nombres.
No sabemos porqué se encontraban siete y no once. Hay un hecho que llama la atención: cuando Jesucristo se presenta ante sus discípulos no siempre están todos juntos. Además, se debe recordar que no todos eran pescadores y por esa razón quizás los restantes se dedicaban a sus oficios.
Juan 21:4. “Cuando ya iba amaneciendo…” Comienza una nueva jornada: la jornada del reencuentro. El contraste noche/mañana adquiere un valor simbólico en el momento en que se presenta Jesucristo. Tal vez no estaban preparados para verlo.
Juan 21:5-6. “Echad la red a la derecha.” El hecho de que los discípulos no reconocieran a Jesús sino hasta después de obedecer su mandato de echar la red del lado derecho del barco es sorprendente. Si no conocían su identidad ¿por qué respondieron a su orden? Probablemente estaban desesperados después de una noche infructuosa y por lo tanto dispuestos a probar cualquier cosa. Pero el resultado fue increíble. ¿Qué se puede deducir? Es únicamente la presencia de Jesucristo la que vuelve eficaz la acción de los discípulos.
Hay detalles que demuestran la presencia de un testigo ocular en este relato, entre ellos: la distancia desde la costa (v.8), el fuego con un pez y la orden de Jesús de que llevaran más peces (vs.9-10). La cantidad precisa de peces (v.11) es un dato que confirma que alguien estaba allí cuando contaron. Y el mejor testigo es el mismo Juan, el hijo de Zebedeo, quien se mantiene en el anonimato en la narración.
Juan 21:7-10. “Pedro dijo: ¡Es el Señor!” No se informa lo que hizo Pedro después de sumergirse en el mar, pero se sobreentiende que nadó con toda sus fuerzas. Se pierde de vista por un momento, luego aparece en la orilla y a continuación saca la red para traer los peces que han pescado.
Juan 21:9. “…vieron brasas puestas” ¿Jesús habría preparado el desayuno para los discípulos? ¿Pedro recordó otra experiencia? Lea Juan 18:18 y Romanos 12:20-21.
Juan 21:10. La orden que viene a continuación parece no concordar con la comida ya preparada. ¿Realmente necesitaba más peces?
Juan 21:11. Los peces suman en total 153.
Esta cifra ha puesto a prueba la sagacidad de los críticos. No corresponde a ningún simbolismo conocido. Sin embargo, encontramos el mismo número (pero en miles) en referencia a todos los extranjeros que había en la tierra de Israel (2 Crónicas 2:17).
Existen muchas explicaciones, algunas de ellas muy ingeniosas.
- Puede ser que este número signifique el anuncio del evangelio en todas partes. Recordemos la visión de Pedro, en Hechos 10:9-20, de un gran lienzo en el que estaban todos los cuadrúpedos, reptiles y aves.
- Se ha hecho una sugerencia matemática, ya que 153 es igual a la suma de todos los números 1 + 2 + 3 … hasta el 17.
- Se pueden representar ciertos números a través de figuras de triángulos, con lo que se consigue un conjunto de números triangulares 1, 3, 6, 10… y 153 es el 17mo. número triangular:
Interesante, pero… ¿qué significa? - Otros dicen que tiene una connotación simbólica, pues relacionan este episodio con la alimentación de los 5.000
(5 panes más 12 cestas totalizan 17 objetos). - Cirilo, de Alejandría, dijo que el número 153 se compone de tres órdenes, matemáticamente hablando:
El 100 representa la plenitud de los gentiles – es el número más completo –. (100 ovejas: Mateo 18:12; el producto de la semilla 100 por 1: Mateo 13:8).
El 50, el remanente de Israel que se cosechará
El 3, la santísima trinidad. - Augustín (354 – 430 d.C.) tiene otra explicación mucho más ingeniosa:
10 es el número de la Ley porque hay 10 mandamientos.
7 es el número de la gracia porque en Apocalipsis se dice que hay siete espíritus de Dios.
Ahora bien, 10 + 7 = 17.
¿Y qué hay del 153?
Es la suma de los 17 primeros números empezando en 1. Así que 153 representa a todos los que han venido a Cristo, ya sea mediante la Ley o mediante la gracia. - Jerónimo dice que hay en el mar 153 clases de peces y que aquella pesca abarcaba a todas las especies y que, por tanto, el número simboliza el hecho de que algún día todas las personas de las diversas naciones se reunirán en Jesucristo.
- ¿Existe aquí una referencia escondida de Mateo 13:47-48 acerca de la salvación de la gente?
- Una explicación se basa en el juego exegético llamado gematría y que consiste en sumar el valor numérico de cada una de las letras hebreas; por ejemplo, la alef vale 1 y así sucesivamente. Según esto, la frase “hijos de Dios” equivale a 153.
- El texto de La Ley ha sido dividido en 153 partes para que cada una sea leída el día sábado durante 3 años. Según el calendario, el año tiene, en promedio, 51 semanas y por ende 51 sábados. (3 x 51 = 153).
El relato dice que la red contenía peces grandes. Esto merece mucha atención: | |
Juan 21:6. |
“…no la podían sacar” |
Juan 21:8 |
“…los discípulos la arrastran” |
Juan 21:11 |
“…Pedro sacó la red a tierra… la red no se rompió” |
¿Cuáles son las lecciones sobre la actividad apostólica que podemos sacar de estos pasajes? Se nota la fortaleza de Pedro. Lea Hechos 2:37-41. |
Juan 21:12. “Venid, comed.” Es una invitación de Jesús a los discípulos para que se unieran a él en el desayuno. Se trataba de una comida sencilla. Los elementos – pan y pescado – no son aportados por los discípulos sino que Jesucristo es el que brinda todo.
¿Por qué concluye el relato del evangelio con la imagen de una comida sencilla?
Propongo lo siguiente: El principio y el fin del Evangelio de Juan muestran la relación que cada discípulo tendrá con Cristo durante su peregrinación en la fe. Es lo que el Salmo 34:8 describe:
“Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en él!”
Al principio del Evangelio Jesús dice: “Venid y ved.” (Juan 1:39).
Al final, Jesús reitera el pedido “Venid…” y también invita a compartir con él “… comed.” (Juan 21:12).
Los fieles tienen la esperanza de una vida gloriosa en el Reino venidero. Se nota la promesa:
“Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. El ángel me dijo: «Escribe: “Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”». Y me dijo: «Estas son palabras verdaderas de Dios».” (Apocalipsis 19:7,9).
Juan 21:14. “…la tercera vez…” El relato informa: “Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.”
Hay un aspecto que se debe considerar: Jesucristo se “manifestó primeramente” a María. (Mateo 20:14-18) y después a los discípulos, con lo que se tendría que fueron en general “cuatro veces” las que se “manifestó” a sus seguidores.
Orden de aparición |
Referencia |
¿A quién? |
1 |
20:14-18 |
¡A María! |
2 |
20:19-23 |
A los discípulos excepto Tomás |
3 |
20:26-29 |
A los discípulos incluido Tomás |
4 |
21:1-22 |
A los discípulos que eran pescadores |
¿Cuál es el significado de las “tres veces”?
Una lección para hoy
Los obreros creyentes dan fruto cuando permanecen unidos al Hijo viviente. Es interesante comparar este milagro con el que se produce al inicio de la carrera espiritual de Pedro, en Lucas 5:1-11:
Lucas 5 |
Juan 21 |
1. Al principio del ministerio. |
1. Al final del ministerio. |
2. Jesús está en la orilla. |
2. Jesús está en la orilla. |
3. Siguió a una noche de fracaso. |
3. Siguió a una noche de fracaso. |
4. Jesús le da instrucciones |
4. Jesús les da instrucciones. |
5. No se conoce el número exacto de peces. |
5. Se conoce el total: 153 peces grandes (v.11). |
6. La barca se hundía por el peso de la carga. |
6. La barca se mantiene a flote. |
7. La red empezó a romperse. |
7. La red no se rompe a pesar de la carga. |
Algunos ven en estas escenas un cuadro de la iglesia de hoy (Lucas 5) y de la iglesia al final de los tiempos cuando Cristo regrese (Juan 21). En la actualidad echamos la red del evangelio pero con frecuencia se rompe, parece que fracasamos y no sabemos en realidad cuántas “almas” se han ganado. Pero cuando Cristo vuelva se sabrá exactamente el número y ninguno se perderá. En estos días hay muchos barcos y pescadores trabajando, sin embargo el instante en que Cristo retorne veremos a una sola iglesia y a todos los redimidos en la única red del evangelio.
La misión apostólica simbolizada por la pesca es la que ya había anunciado Juan:
- Jesús tenía que morir “… por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.” (Juan 11:51-52).
- Y él mismo Cristo había dicho: “Y yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.” (Juan 12:32). En esta ocasión fue Pedro quien sacó la red a tierra.
La señal – una manifestación de la gloria de Jehová –
- “…éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios…” Juan 20.21
- Creyendo, tenemos vida en Su Nombre.
- Las señales presentan una visión completa del Señor Jesucristo.
- El propósito de Dios ha sido manifestado al “Israel” del Nuevo Pacto.
- La gloria de Dios será conocida por la proclamación de las Buenas Nuevas.
Señal 8: Una aplicación personal
Cualquier esfuerzo sin Cristo no traerá ningún premio
Mientras esperamos la segunda venida de Jesucristo, nuestro trabajo tiene que ser cumplido con amor y compasión según Su dirección, Sus enseñanzas y la voluntad de Su Padre Celestial.
El Mesías resucitado llama a todos Sus discípulos “Traed de los peces”. Nuestro privilegio es participar en la proclamación del Evangelio.