Capítulo 4:
“Nuestro Dios Peleará Por Nosotros”
Enemigos:
Enojo, ira, burlas, rabia y desprecio (vs.1-3), confusión, sabotaje (v.11)
Desánimo:
Fatiga (v.10), miedo (v.12)
Respuesta:
Oración (vs.4,5,9), exhortación (vs.14,20), trabajo (vs.5,21-23), vigilancia (vs.9,16-20)
Casi trescientos años antes del tiempo de Nehemías, el reino del norte de Israel fue conquistado y la mayor parte del pueblo fue llevado cautivo (722 a.C.). El rey Sargón de Asiria volvió a poblar Israel con los cautivos de otras tierras. Estos cautivos a la larga se casaron con los pocos judíos que permanecieron en la tierra para formar una raza mixta de personas que llegaron a ser conocidas como samaritanos. Los que regresaron a Jerusalén y a la región sur de Judea durante los días de Esdras y Nehemías no querían tener nada que ver con estas personas, ya que los consideraban de raza impura. Las relaciones entre estos dos grupos fueron empeorando progresivamente y cuatrocientos años más tarde los judíos y los samaritanos todavía se odiaban (Juan 4.9). En este capítulo se manifiesta las pruebas más difíciles imaginables para Nehemías y sus compañeros.
(Hay que notar: Los versículos 1-6 de capítulo 4 forman parte de la última parte de capitulo 3. Por eso el versículo 7 llega a ser el versículo 1 de capítulo 4. Vea la Biblia de Jerusalén.)
Vs.1-3 La burla
«1Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y enfureció mucho, y burlándose de los judíos,
2dijo delante de sus hermanos y del ejército de Samaria: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?
3Y estaba junto a él Tobías, el amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si sube una zorra lo derribará.»
- En estos tres versículos somos introducidos a la tercera prueba que Nehemías tuvo que soportar – EL DESPRECIO.
v.1-3 Como gobernador de Samaria, probablemente Sanbalat había esperado ser gobernador de Judea también, pero la llegada de Nehemías echó a perder sus planes.
Sanbalat y Tobías amplifican la burla de 2:19 para desmoralizar a los trabajadores y para tranquilizar a sus compañeros. Estos perversos hombres no eran israelitas; es más, los amonitas eran definitivamente enemigos de los judíos (Deuteronomio 23.3–4). La primera arma que usaron fue ridiculizarlos:
- Se mofaron de los “débiles judíos”; — de los obreros.
- Se burlaron también del plan “¿Acabarán en un día?” – del trabajo mismo.
- Pusieron en ridículo los materiales “piedras que fueron quemadas” – de los materiales.
- Se rieron de los esfuerzos de los trabajadores “si sube una zorra lo derribará” – del producto final.
Desde un punto de vista humano, lo que Sanbalat y Tobías dijeron era cierto porque el remanente judío era débil y pobre. El desprecio puede herir profundamente, y causar desaliento y desesperación. Se nota que Sanbalat habló a “todos sus hermanos y el ejército de Samaria”. Eran circunstancias muy peligrosas para los edificadores. Sin embargo no comprendieron el poder del Dios de Israel.
Vs. 4-6 ¿Cómo les respondió Nehemías?
«4«¡Oye, Dios nuestro, cómo somos objeto de su desprecio! Haz que su ofensa caiga sobre su cabeza y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio.
5No cubras su iniquidad ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se han airado contra los que edificaban».
6Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.»
vs.4-5 La respuesta de Nehemías fue encomendar el problema a Dios en oración. Su preocupación sólo era la gloria de Dios y el testimonio de la nación, de modo que no lea venganza personal en su oración. Nótese que el pueblo seguía trabajando mientras oraba, porque la oración no sustituye el trabajo.
Su oración es similar a muchas de las peticiones en los Salmos imprecatorios (Por ejemplo: 35:6,8; 55:15; 69:24,27; 74; 83:17; 109:6-10,18-19; 137:7-9; 139:19-22) porque dice:
“Haz que su ofensa caiga sobre su cabeza y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio.”
El verbo “imprecar” significa:
“Manifestar (una persona) el deseo de que ocurra una desgracia (a otra persona) mediante exclamaciones.”
Pero Nehemías no estaba pidiendo venganza personal sino vindicación oficial del pueblo de Dios. La oposición de Sanbalat y Tobías era en realidad oposición contra Dios. Por ejemplo, el Salmo 137 es un lamento por el sufrimiento soportado por los israelitas en exilio; su capital, Jerusalén, había sido destruida, y los babilonios, ayudados y animados por los edomitas, les habían quitado la tierra. En obediencia a la Palabra de Dios: “Mía es la venganza y la retribución.” (Deuteronomio 32:35 el compositor de este lamento pide el juicio según las maldiciones del pacto de Dios).
v.6 Para que el proyecto tuviera éxito en el pueblo tenía que combinar una buena disposición con un buen trabajo. ¿Y las consecuencias de la oración? Continuaron como antes con la construcción:
“Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar”.
En las “notas de estudio” de la Nueva Versión Internacional leemos lo siguiente:
“Es notable la manera en que Nehemías combina la oración (vs.4-5,9) con la acción (vs.6,9,23). La confianza en la protección de Dios no elimina la vigilancia (vs.9,16,18), la autodefensa (vs.13,16,17), el planeamiento estratégico (vs.13,15-20) y la tarea extra (vs.6,9,15-17,21-23) para completar la obra, de hecho, las hace indispensables.”
Vamos a comparar tres referencias que necesitan una explicación:
- 6 – “Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.”
- 6:15 – Fue terminado, pues, el muro “…en cincuenta y dos días.”
- Josefo (XI,V,8 pág.181): – “A pesar de todas las dificultades, la obra prosiguió, y en 28 meses se acabaron las murallas.”
Parece que la clave está en la frase “…hasta la mitad de su altura…”. Según los arqueólogos la altura de las murallas antiguas debe haber sido alrededor de 60 metros. Por eso, el trabajo cumplido en los 52 días fue suficiente para la defensa en aquel momento pero todavía le hizo falta mucho más trabajo.
Vs.7-9 Una Conspiración
«7Pero aconteció que oyeron Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod que los muros de Jerusalén eran reparados, pues ya las brechas comenzaban a ser cerradas, y se encolerizaron mucho.
8Conspiraron luego todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño.
9Entonces oramos a nuestro Dios, y por culpa de ellos montamos guardia contra ellos de día y de noche.»
La cuarta prueba – La Intimidación.
vs.7-8 Asdod es una ciudad filistea de importancia, que se menciona por primera vez en Josué 11:22. Es posible que haya resistido con éxito los intentos de Judá de conquistarla para establecerse allí (Josué 13:3; 15:46–47). Tenía un puerto principal y un templo de Dagón al que fue llevada el arca (1 Samuel 5:1-). Eran enemigos de los judíos. En Nehemías 13:23-35 los apostatas judíos hablaron la lengua de Asdod en vez de hebreo.
La ciudad estaba ahora completamente rodeada de enemigos:
- Al norte –Sanbalat y los samaritanos
- Al este – Tobías y los amonitas
- Al sur – Gesem y los árabes
- Al oeste – los de Asdod.
v.9 ¿Cómo enfrentó Nehemías este nuevo ataque? La respuesta de Nehemías era sencilla y completa:
- Ellos confiaron en su fuerza militar;
- Nehemías clamó a Dios.
- Ellos conspiraron para hacerle daño;
- Nehemías estableció vigilantes y continuó con la obra.
Montaron guardia “día y noche” – Isaías 62:6; Jeremías 6:17; Ezequiel 3:17. En todas estas referencias, los vigilantes son los vigilantes de Dios. Vigilantes espirituales siempre son los siervos de Dios guiados por Su Palabra.
Vs.10-12 Las dificultades internas
«10Y decía Judá: «Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado y el escombro es mucho; no podremos reconstruir el muro».
11Nuestros enemigos dijeron: «Que no sepan ni vean hasta que entremos en medio de ellos, los matemos y hagamos cesar la obra».
12Pero sucedió que cuando venían los judíos que vivían entre ellos, nos decían una y otra vez: «De todos los lugares donde habitan, ellos caerán sobre vosotros».»
La quinta prueba – El Desánimo.
v.10 Para cuando la obra estaba a medio camino, Nehemías enfrentó una doble crisis. Por un lado, su grupo de obreros estaba en peligro de desmoralizarse debido tanto a las dimensiones de la obra como también a las súplicas de parientes quienes, viviendo en las aldeas del alrededor, estaban conscientes de los preparativos del enemigo de modo que seguían rogándole a los hombres que volvieran a casa. Por el otro lado, las fuerzas aumentadas del enemigo amenazaban atacar en cualquier momento.
Cuando dijeron: “¡No podemos!”, en realidad estaban de acuerdo con el enemigo (4:2). El desaliento y la queja se esparcen rápidamente y estorban la obra de Dios. ¿Qué pasó con la tribu real de Judá? Recordamos lo que dice de Judá en Génesis 49:8-12 “Cachorro de león…se echó como león…” ¿Encontramos la respuesta en 6:17-19? ¡Estaban cooperando en secreto con Tobías!
No leemos que Nehemías le haya puesto mucha atención a su queja; continuó trabajando, vigilando y orando.
La sexta prueba –El Sabotage
v.11 “…entremos en medio de ellos…” La Nueva Versión Internacional dice: “Y nuestros enemigos maquinaban:- Les caeremos por sorpresa y los mataremos; así haremos que la obra se suspenda.”
v.12 *La traducción de este versículo es incierta. Sería más claro si se leyera:
“Cuando vinieron los judíos que habitaban cerca de ellos y nos dijeron vez tras vez por todas partes ’Deben venir a nosotros’
Significa:
¿Los judíos que vivían en los pueblos cercanos tenían miedo de si mismo?
¿Los judíos tenían miedo de los obreros quienes tuvieron que regresar a los pueblos cercanos?
¿Los judíos hicieron volver a los obreros de su trabajo?
Vs.13-14 La Organización De Una Defensa
«13Entonces puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos, por las partes bajas del lugar, detrás del muro y en los sitios abiertos.
14Después miré, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: —No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.»
v.13-14 En otras palabras, Nehemías juntó y animó al pueblo en la forma del antiguo ejército conscripto de Israel y les habló de manera similar a la que utilizaron Moisés (Deuteronomio 10:17), Josué y otros de los grandes líderes cuando estaban enfrentados por enemigos cuyos números eran aparentemente abrumadores. Nehemías asumió el rol de un sacerdote en su exhortación antes de una guerra (Deuteronomio 20:1-4).
Armó a familias enteras, sabiendo que ellos permanecerían juntos y se ayudarían unos a otros. Es una decisión muy sana porque son mucho más diligentes cuando defienden sus propias familias.
Vs.15-20 Los Planes Desbaratados
«15Cuando supieron nuestros enemigos que estábamos sobre aviso, y que Dios había desbaratado sus planes, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea.
16Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad se mantenía armada con lanzas, escudos, arcos y corazas. Y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá.
17Los que edificaban en el muro, los que acarreaban y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra y con la otra sostenían la espada.
18Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a la cintura, y así edificaban; y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí,
19pues yo había dicho a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo:
—La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos los unos de los otros.
20En el lugar donde oigáis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros»
vs.15-20 Note que el trabajo se detuvo desde el versículo 13 hasta el versículo 15; exactamente lo que quería el enemigo. Nehemías vio la necesidad de este plan, de modo que puso a los obreros de nuevo a trabajar, con un arma en una mano y una herramienta en la otra. Luego animó a la gente apelando a la tradición, utilizando métodos y formas de expresión que habían sido eficaces en la historia del pasado de Israel. Compare los ejemplos de los versículos siguientes:
v. 14 | Éxodo 14:13, 14 |
v. 15 | Éxodo 15:14–16 |
v. 20 | Éxodo 14:14; Deuteronomio 1:30; 3:22 |
El primer paso importante:
Para aligerar la ansiedad de su pueblo, Nehemías estableció un sistema de comunicación. El hombre que tocaba la trompeta permanecía con Nehemías y el pueblo sabía qué hacer si lo escuchaban (vs.19-20). No tenemos registro alguno de que haya sido utilizada la trompeta, pero el simple hecho de saber que emitiría una advertencia cuando fuera necesario los tranquilizaba. La promesa de una comunicación abierta e inmediata ayudó a que el grupo terminara su tarea.
Estos judíos son maravillosos ejemplos de lo que el obrero cristiano debe hacer: tenían
- su mente en la obra (4:6),
- un corazón para orar (4:9),
- un ojo para vigilar (4:9),
- un oído para oír (4:20).
Según Josefo (XI,V,8):
“También ordenó que los constructores estuvieran armados mientras trabajaban, y así los albañiles tenían espadas y escudos cerca de ellos. Se pusieron trompeteros a intervalos de 150 metros para señalar se el enemigo se acercaba, a fin de que los constructores pudieran preparase para la defensa.»
Vs.21-23 Estar De Guardia
«21Así pues, mientras trabajábamos en la obra desde la subida del alba hasta que salían las estrellas, la mitad de ellos montaba guardia con la lanza en la mano.
22También dije entonces al pueblo: —Cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén; de noche sirvan de centinelas y de día trabajen en la obra.
23Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.»
El segundo paso importante:
Vs.21-23 Cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén;
La frase en versículo 23 “cada uno se desnudaba solamente para bañarse» otra versión lo traduce «ni yo ni mis parientes […] nos quitábamos la ropa, y cada uno tenía la lanza en la mano”. Aunque esta parte del texto en el hebreo no es clara, lo cierto es que cada hombre tenía su arma siempre al alcance de su mano. Los guardias estaban preparados y tomaban sus responsabilidades seriamente.
Finalmente, ¿ha notado cuántas veces están repetidas las palabras “Yo”, “Nosotros”, “mí”? Nehemías siempre estuvo con su pueblo. Era un verdadero líder. Era un líder que servía y un siervo que dirigía. Estuvo alerta todo el tiempo. Inspeccionaba las defensas de la ciudad cada noche y se aseguraba que *los guardias estén en sus puestos.
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (1 Corintios 15:58)
Momentos Para Reflexionar…
- Cuando se burlen de nosotros por nuestra fe o nos critiquen por hacer lo que es correcto, absténganse de responder de la misma manera y no se desalienten. Díganle a Dios cómo se sienten y recuerden que Él prometió estar con nosotros. Esto nos animará y fortalecerá para
- Cuando somos atacados mediante la burla, lo mejor que podemos hacer es orar y entregar todo el asunto al Señor; y luego volver a nuestro trabajo: ¿Animamos o desanimamos? Una persona de doble ánimo dificulta la obra del Señor
- Si nosotros nos vemos abrumados, cansados o desalentados, por cualquier tarea, recordemos el propósito de Dios para nuestra vida y el propósito especial del proyecto.
- Cuando nos enfrentamos a una situación que crea temor en nuestro corazón, debemos recordarnos a nosotros mismos la grandeza de Dios.
- Cuando nos cuidamos unos a otros, tenemos la libertad de emplear nuestros mejores esfuerzos, con la confianza de que otros están listos para ayudar cuando se requiera.
- Casi todos nosotros pasamos alguna vez por etapas difíciles. Si estas ocasiones no se manejan como corresponde, los hermanos se pueden desanimar y esto impedirá que el trabajo siga adelante.
- ¿A qué enemigos comunes tenemos que enfrentar diariamente como creyentes?
- Explica, basándote en tu experiencia, qué entiendes por la siguiente frase: “las presiones exteriores crean a menudo problemas interiores”.
La Participación en Sus Sufrimientos
«10Quiero conocerlo a él y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante a él en su muerte, 11si es que en alguna manera logro llegar a la resurrección de entre los muertos.» (Filipenses 3:10-11)
El Apóstol Pablo quiere:
- conocer el poder de la Resurrección.
- la participación de Sus sufrimientos.
- estar tan unidos a Cristo.
Pero ¿qué significa “participar en sus sufrimientos”? Cuando la vida del Cristo resucitado se ha posesionado del corazón del creyente, manifestándose más y más en su conducta, el resultado será una inevitable participación en los sufrimientos de Cristo.
Pablo desea ardientemente participar en los oprobios y aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la ecclesia (Colosenses 1:24). Dichos sufrimientos implican azotes, lapidaciones, hambre, sed, frío, desnudez…todas las privaciones que hay que soportar en la obra como testigo de Cristo a todos los hombres. Incluye también la experiencia de la repugnancia y el dolor de los propios pecados que fueron la causa de las indescriptibles agonías del Salvador.
La oposición es también una oportunidad para que nosotros crezcamos.
Cuando el cristiano tiene que sufrir en la obra de Dios, está participando de alguna extraña manera en el sufrimiento del mismo Cristo (2 Corintios 1:5; 4:10; Gálatas 6:17; Colosenses 1:24).
El sufrir por la fe no es un castigo, sino un privilegio, porque así participamos de la obra del mismo Cristo.