Nabucodonosor sitió Jerusalén en 587/8 a.C.. La destrucción fue total – la ciudad y el templo. La gran mayoría del pueblo fueron llevados cautivos a Babilonia. El exilio había comenzado.
El exilio duró cincuenta años y el periodo desde la destrucción del Templo hasta el final de su reedificación fue aproximadamente setenta años.
Cuando en el año 538/9 a.C. Ciro conquistó Babilonia, permitió a los deportados volver a su tierra y reconstruir su Templo. Los judíos venidos del exilio formaron una comunidad religiosa que emprende la tarea, con la hostilidad de los ocupantes de Palestina, de la reconstrucción de Israel sobre nueves bases estrictamente religiosas.
Los israelitas experimentaron una intensa campaña de obstrucción política y física por parte de los samaritanos. No obstante, Dios les envió los profetas Hageo y Zacarías para animarles en el trabajo de reconstrucción y más tarde Esdras y Nehemías. El logro de Esdras fue la enseñanza de la Ley y la reorganización de la comunidad en torno a ella. Los logros de Nehemías incluyeron la reconstrucción de los muros de Jerusalén.
El conjunto de los textos del Antiguo Testamento llegó a su fin a mediados del siglo V a.C. con Malaquías, Esdras y Nehemías.
12Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.
13Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.
14Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud.
15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob.
16Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
El período del exilio babilónico fue seguido por el dominio medo persa (536-333 a.C.), como ya se ha indicado. Este, a su vez, fue sucedido por la soberanía greco-macedonia y la egipcia (333-200 a.C.). Luego vinieron los romanos.
Bajo Alejandro el Grande, los ejércitos griegos escindieron el imperio persa con una sorprendente velocidad. Conquistó Persa en el año 333 a.C. y Egipto en 331 a.C. Tras la muerte de Alejandro en el 323 su imperio quedó dividido entre sus cuatro generales.
En el año 63 a.C. las legiones romanas bajo Pompeyo entraron en Palestina. Así comenzó el largo periodo de la supremacía romana sobre los judíos.
Luego una virgen de Nazaret dio a luz a su primogénito en Belén de Judea, la de David…
Cronología Bíblica
- Las dos flechas señalan dos periodos importantes en la historia de Israel.
A = El periodo del exilio
B = El periodo inter-testamentario.
El Exilio
El exilio consiste de los eventos en que las tribus israelitas del norte fueron llevados cautivas por los asirios, y las tribus del sur (Judá) fueron llevados en cautiverio por los babilonios.
Los persas, más tolerantes que los babilonios, derrotan a estos últimos y se transformaron en la nueva potencia mundial. Ciro permitió a los israelitas que regresan a su tierra.
El Mensaje de Los Profetas antes y durante el exilio
La función primordial del profeta es la proclamación de la «palabra de Dios» que ha recibido. El propósito es llamar al pueblo al arrepentimiento y la conversión a Jehová y a su pacto. Su mensaje se relaciona constantemente con sucesos y circunstancias presentes, de orden político, social o religioso. Pero como estas circunstancias son vistas como parte de la acción de Dios en la historia, el profeta no puede dejar de referirse al futuro para anunciar lo que Dios hará, para inducir a la acción y para certificar su mensaje.
En medio de las amenazas políticas de los grandes imperios (Egipto, Asiria, Babilonia, Persia) y mientras acompañan a su pueblo en el cautiverio, los profetas anuncian, de diversas maneras pero con fundamental unidad, el propósito de Dios que se cumple en la convulsionada historia del Medio Oriente. El mensaje profético con frases clave de los mismos profetas son:
- “Así dice el Señor”. El profeta está consciente de que está al servicio de la palabra de Jehová, que no es un mero anuncio sino la expresión de la voluntad del Dios soberano en acción (Isaías 55:11; Amós 3:8). El profeta no tiene control sobre esta palabra sino que está a su servicio. Toda su vida, hasta sus gestos y acciones simbólicas, dependen de ella.
- “De Egipto llamé a mi hijo”. La misericordiosa y divina elección de Israel para un propósito determinado, y las obligaciones que esa elección impone, están siempre presentes en los profetas. Se expresan con las figuras de padre/hijo; propietario/viña, pastor/rebaño, alfarero/vasija y principalmente esposo/esposa.
- “Se alejaron de mí”. La rebelión que denuncian los profetas no es solo de Israel, sino de todas las naciones. Dios tiene cuidado de todos los pueblos, pero Israel tiene un llamado y por tanto una responsabilidad y una culpa especial (Amós 3:2). Su rebelión ha sido total muestra de infidelidad, y se manifiesta en la corrupción religiosa, en la injusticia social y sobre todo en el vano orgullo y jactancia que conduce a la ruina.
- “Regresarán a Egipto”. Dios ejecutará su juicio, es decir, corregirá el mal castigando al culpable, vindicando al justo y estableciendo justicia. Los profetas de los siglos VIII—VI a.C. ven como juicio divino la catástrofe nacional que se avecina.. No es un acto arbitrario de Jehová, pero Israel es conducido de nuevo al cautiverio (de allí la idea del regreso a Egipto) para restaurar la justa relación con Dios.
- “¿Cómo te he de abandonar?” Para el profeta, aun el juicio inexorable es expresión de la compasión divina (Amós 4:6–11). La misericordia (compasión, piedad) es, más que una calidad del pacto, la naturaleza misma de Dios (Isaías 54:7, 8, 10).
- “Haré regresar sus cautivos”. El juicio es instrumental y disciplinario. Más allá de su ejecución, Dios se propone mantener un remanente fiel que retoñará para cumplir el propósito divino (Isaías 7.1). La segunda parte de Isaías lo anuncia como una segunda creación, un segundo éxodo (51:9–11). Jeremías discierne un nuevo pacto (Jeremías 31:31–34).
- “Luz para los gentiles”. La restauración no puede limitarse a la historia de Israel. Los profetas miran más allá a una consumación, un Día del Señor que abarcará en juicio y gracia a todos los pueblos (Zacarías 14:5–9). En esta expectación se inserta el anuncio del “Siervo del Señor”, quien inaugurará un nuevo día para las naciones (Isaías 49:5, 6; 53:4, 5).
A. El periodo inter-testamentario
El periodo entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento está representado en la mayoría de las Biblias por una simple hoja en blanco. ¿Qué pasó durante este periodo de Malaquías a Mateo?
A lo largo de todo este periodo los judíos se vieron envueltos por la cultura y civilización griega y, especialmente muchos tuvieron que adoptar la lengua griega, bien como única lengua, bien para alternarla con la aramea. Resultó inevitable, pues, que fueron influidos, y profundamente, por el ambiente helenista en el que vivieron. Lo sorprendente es que no lo asimilasen en mayor grado y que, a pesar de la presión que ejercía sobre ellos, pudieran mantener su distintiva fe judía.
La palabra “helenismo” se usa comúnmente para designar la civilización que abarca los tres siglos transcurridos aproximadamente a partir de Alejandro el Grande (336-323 a.C. a Jesucristo). Había judíos establecidos en Egipto, y Alejandría ganó por si misma un honroso nombre, particularmente como centro literario. Fue aquí donde se llevó a cabo la traducción al griego de las Escrituras: La Versión de los Sesenta, conocido también con el nombre de “Septuaginta” o (LXX). Fue para uso de los judíos de habla griega residentes en Egipto que no podían leer hebreo.
Durante el periodo inter-testamentario apareció, principalmente en Palestina, aunque también en la dispersión, una copiosa literatura judía muy significativa no sólo para el judaísmo sino aun más para la cristiandad. En la literatura rabínica se les designa con el nombre hisonim que significa “externos” o “ajenos”, dando a entender aquellos libros no incluidos en el canon. Sabemos también de la literatura “apócrifa”. El término “apócrifos” significa “escondidos”, y con él se designaron los libros no destinados al uso general, porque se consideraba que contenían verdades demasiado profundas para la mayoría, o porque se pensaba que contenían errores o herejías. El empleo evangélico (protestante) de este término, sin embargo, solo denota que estos libros no son canónicos.
Periodo Inter-testamentario
Escrituras judías de éste periodo pueden ser divididas en:
Apócrifos
Pseudoepígráficos
Las tradiciones rabínicas
Los Rollos del Mar Muerto
Las obras Históricas y Literarias
Con respecto a los libros y adiciones que se encuentran en la Septuaginta (LXX), la nomenclatura en los diversos círculos cristianos no es uniforme. La mayoría de los protestantes denomina esa sección de la Septuaginta como “Apócrifos”, la Iglesia Católica-Romana los llama “deuterocanónicos”. “Apócrifos”, para la comunidad católica, son los libros que no se incluyeron ni en el canon hebreo ni en el griego. Los protestantes los conocen como “pseudoepígráficos”. Los libros deuterocanónicos son los siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico (Sabiduría de Jesús ben Sira), Baruc, 1 y 2 Macabeos, Daniel 3.24–90; 13; 14 y Ester 10.4–16.24. La mayor parte de estos textos se conservan únicamente en manuscritos griegos. La palabra “pseudoepígráficos”, que significa falsas escrituras, es usada para describir los libros con nombres de grandes personajes bíblicos, (Adán, Enoc, Moisés, Isaías), para ganar prestigio, aunque no fueran de verdad sus autores. Ni la iglesia Católica-Romana ni las Protestantes los han considerado nunca como parte de la Biblia. Los nombres de los libros pseudoepígráficos son: Libro de Enoc, Secretos de Enoc, Ascensión de Isaías, Apocalipsis de Sofonías, Apocalipsis de Esdras, Testamento de Adán, Apocalipsis de Baruc, Asunción de Moisés, Testamento de los Doce (Patriarcas)
Las escrituras intertestamentarias proporcionan evidencia de obras que se leyeron en el día de Jesús. Cuando en nuestras Biblias vemos que los libros del Nuevo Testamento vienen inmediatamente después de los libros del Antiguo Testamento se pasa por alto el llamado “período intertestamentario”. Este período (por definición) no provee literatura bíblica canónica y es un importante trasfondo para un entendimiento del Nuevo Testamento.
Los Rollos del Mar Muerto incluyen material manuscrito de libros Apócrifos y Pseudoepígráficos así como las escrituras de la secta del Mar Muerto. Las obras históricas y literarias incluyen libros por escritores como Josefo y Filón.
Los cuatro principales generales de Alejandro:
- Ptolomeo Soter: Egipto, Libia, Arabia, Palestina y Líbano.
- Seleuco Nicator: Siria, Babilonia y gran parte de Asia Menor
- Lisímaco: Tracia, Bitinia y varias provincias al oeste del Helosponto
- Casandro: Macedonia y Grecia.
El judaísmo es la religión del pueblo judío
Torá es una palabra hebrea que significa enseñanza, instrucción, o más específicamente ley. En su sentido más amplio se utiliza habitualmente para designar a la totalidad de la revelación y enseñanza divina al pueblo de Israel. En un sentido más restringido se refiere únicamente al texto de los cinco primeros libros de la Biblia (que para los cristianos se llama Pentateuco).
El Talmud es un libro que contiene los comentarios que los grandes rabinos judíos han hecho en diversas épocas sobre la Torá. No son las Sagradas Escrituras; son comentarios y preceptos agregados a las Sagradas Escrituras. El Talmud reúne toda la tradición oral rabínica sobre la Torá. A falta de sacerdote y profeta, la figura del rabino surgió con mucha fuerza durante el exilio en Babilonia. Desde entonces, las tradiciones orales comenzaron a ocupar un importante lugar en la vida religiosa judía, hasta el punto que hoy el judaísmo se apoya en una mezcla de la Torá y el Talmud.
Los Fariseos eran los intérpretes máximos de la tradición oral de los rabinos. La mayoría de ellos vinieron de familias de la clase media artesanos y gente de negocio, por ejemplo el apóstol Pablo era un hacedor de carpas. Ellos ejercitaron una influencia poderosa sobre la gente común.
Porque las personas confiaron a ellos, los fariseos eran elegidos para posiciones altas del gobierno, incluyendo el Sanedrín. Josefo estimó que solamente había 6000 Fariseos viviendo en Palestina durante el tiempo de Jesús, así necesitaban la ayuda de la población. Tal vez por eso temieron la habilidad de Jesús de juntar muchas personas.
Para la concepción farisaica de la religión resultaba básica la creencia de que el exilio babilónico tuvo su origen en el hecho de que Israel no guardó la Torá (la ley mosaica), y guardarla constituía una obligación individual como también nacional. Uno de los trabajos muy tempranos de los escribas era de establecer el contenido de la Torá en forma escrito. Ellos determinaron que la Torá contiene 613 mandamientos, 248 positivos, 365 negativos. Por el sábado tenían algunos 39 mandamientos de no hacer ciertas cosas. Para el fariseo diezmar plenamente constituía una marca de lealtad a Dios.
Los Saduceos
Después que los macabeos expulsaron los sirios de Palestina, los judíos helenísticos necesitaban esconderse. Para los escolásticos judíos no era mas seguro de aceptar las ideas griegas. Pero aun estos intelectuales continuaron de aplicar su lógica a los problemas de sus días, y ellos formaron una secta judía nueva: los saduceos. Muchos escolásticos piensan que la palabra – saduceo es tomado de una palabra en Hebreo – saddig = justo, o que la palabra viene de un nombre sacerdotal – Zadok, por la conexión que tenían los saduceos con el sacerdocio del templo.
Casi todos los saduceos eran sacerdotes, especialmente de las familias sacerdotales más poderosas.
La marca religiosa de los saduceos fue su conservadurismo. Negaban la validez permanente de toda ley que no formara parte de los escritos del Pentateuco. Rechazaban las doctrinas tardías del alma y su existencia en el más allá, la resurrección, las recompensas y retribuciones, los ángeles y los demonios. Por eso rechazaron la creencia de los fariseos acerca de los Ángeles, demonios, y la resurrección después de la muerte (Mateo 22:23-32; Hechos 23:8). Así estaban en oposición de Jesús por su acuerdo con los fariseos acerca de la vida después de la muerte.
Creían que no existía el destino, que el hombre podía elegir libremente entre el bien y el mal, y que la prosperidad y la adversidad eran resultado de las propias acciones del hombre.Los saduceos rechazaron la tradición oral de los rabies. Ellos solamente aceptaron la ley escrito de Moisés – el Pentateuco, y condenaron cualquier enseñanza que no era basado sobre la palabra escrito.
El partido de los saduceos murió con la destrucción de Jerusalén en el ano 70 D.C.
Los escribas son los que enseñaron la ley. Los escribas eran los expertos en el estudio de la ley de Moisés (Torá). Esta responsabilidad era de los sacerdotes. Esdras era sacerdote y escriba, estos oficios no eran necesariamente separados. La actividad mayor de los escribas era el estudio sin distracciones.
La función de ellos era en tres áreas:
1. Perseverar la ley. Ellos eran los estudiantes profesionales de la ley y sus defensores, especialmente en el periodo helenístico, por la corrupción dentro del sacerdocio.
2. Ellos juntaron muchos seguidores alrededor de ellos para dar instrucciones acerca de la ley.
3. Ellos eran referidos como los que enseñan la ley o abogados, porque administraron la ley como jueces en el Sanedrín. Ellos eran principalmente del partido de los fariseos, pero como cuerpo eran distintos de ellos. La mayoridad rechazó a Jesús.
¿Información contradictoria – la genealogía de Jesús?
Mateo 1:16
6Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
Lucas 3:23
23Jesús, al comenzar su ministerio, era como de treinta años, hijo, según se creía, de José hijo de Elí
Se crea la impresión de que ambos relatos siguen el linaje de Jesús por José, su padre terrenal, en cuyo caso encontraríamos una contradicción – en Mateo, el padre de José es Jacob; en Lucas su padre se llamaba Elí.
Nuestra respuesta bíblica
El propósito de las dos genealogías es demostrar que Jesús, en sentido estricto, era descendiente de David. Mateo da la genealogía de José. Lucas da la genealogía de María. En una palabra Mateo establece el derecho de Jesús a la corona teocrática – el derecho del trono de Israel. A través de su padre legal, José, Jesús heredó – por ley – el linaje real.
Lucas emplea el nombre de José en lugar del de María en seguimiento de la ley israelita. Las genealogías deben ser seguidas por los padres no por las madres. Lucas no menciona el nombre de María sino el del padre legal. Si María era hija de Elí, entonces Jesús era descendiente de David no sólo legalmente a través de su padre legal sino realmente por descendencia personal directa a través de su madre. Hay que notar que Lucas añade que José no era en realidad el padre de Jesús puesto que Jesús había nacido de una virgen (Lucas 1:34-35).
Investigamos más
Mateo 1:15 dice:
15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob.
Lucas 3:24 dice:
24hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,
Por supuesto que Matán de Mateo y Matat de Lucas sea la misma persona, podemos formar las últimas tres generaciones así
Matán, Matat
Elí Jacob
María José
Por eso María y José pueden ser primos. Aparentemente María no tenía hermanos (Juan 19:26). Significa que María también era una heredera. Por eso explica por qué se necesitaba ir con José para ser empadronado (Lucas 2:5)
Sumario
- Con la destrucción total de Jerusalén y el templo, la gran mayoría del pueblo fueron llevados cautivos a Babilonia. El exilio había comenzado
- El período desde la destrucción del Templo y su reedificación fue aproximadamente setenta años.
- Resulta notable que Israel y su fe sobrevivieron.
- Parece ser que hacia los últimos años del exilio muchos habían abandonado las esperanzas.
- Ciro concedió la libertad a los pueblos cautivos del imperio babilonio.
- Empezó la restauración de Jerusalén y Judá.
- La historia del Antiguo Testamento llegó a su fin con los libros de Malaquías, Esdras y Nehemías.
- Los años 200 a.C. a 100 d.C. son conocidos generalmente como “el periodo intertestamentario”.
- Desde una época muy temprana los judíos debieron sentir el impacto de la cultura griega sobre su forma de vida y su religión.
Una breve mirada a los personajes bíblicos (Mateo 1:12-16)
La tercera catorce de nombres cubre un período de unos 600 años. Muchos de los nombres de la tercera serie nos son desconocidos, no aparecen en los escritos del Antiguo Testamento.
Si todos los antepasados aquí mencionados fueron fieles a la fe, no o sabemos. Aun un nombre hermoso, por ejemplo, Eliud (“Dios es mi alabanza”), o Eleazar (“Dios es mi ayudador”) no siempre indica necesariamente que el que lo llevaba era un nombre de pura confianza en el Dios único y verdadero, aunque con frecuencia probablemente expresara el deseo piadoso de padres devotos con respecto al hijo que nacía.
Salatiel: Es el padre de Zorobabel (Esdras 3:2,8; 5:2; Nehemías 12:1)
Zorobabel. Es el hijo de Pedaías, nieto del rey Jeconías y por tanto descendiente de David (1 Crónicas 3:18, 19). Fue gobernador de Jerusalén después del destierro. Se llama también “hijo de Salatiel” el hermano de Pedaías. Probablemente Salatiel no tuvo hijos y lo adoptó como heredero legítimo (Esdras 3:2, 8; 5:2; Nehemías 12:1; Hagai 1:1, 12, 14; 2:2, 23; Mateo 1:12; Lucas 3:27).
A Zorobabel lo nombraron jefe del primer grupo de cautivos que regresó de Babilonia. Llevó a Jerusalén los vasos sagrados del templo, presentes valiosos, efectos variados y animales. Lo acompañaban Jesúa el sumo sacerdote, sacerdotes, levitas y tal vez los profetas Hageo y Zacarías. (Esdras1:11; 2:2; 3:2; Nehemías 7:7).
Abiud. En el Antiguo Testamento no se le nombra, ni siquiera entre los hijos de Zorobabel.
Eliaquim. Nombre de por lo menos cinco individuos diferentes. Dos fueron antepasados de nuestro Señor (Mateo 1:13; Lucas 3:30); uno fue sacerdote, contemporáneo de Nehemías (Nehemías 12:41).
Azor. No mencionado en el Antiguo Testamento.
Sadoc. ¿Hombres que ayudaron a Nehemías a reconstruir el muro de Jerusalén. Líder que firmó el pacto de Nehemías. Escriba fiel que Nehemías nombró como tesorero (Nehemías 3:4,29; 10:21; 13:13)?
Aquim. No mencionado en el Antiguo Testamento.
Eliud. No mencionado en el Antiguo Testamento.
Eleazar. No mencionado en el Antiguo Testamento.
Matán. No mencionado en el Antiguo Testamento.
Jacob. Es el padre de José
José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.