Jonás es identificado como el profeta israelita norteño de principios del siglo octavo antes de Cristo en los días de Jeroboam II (2 Reyes 14:25). El profeta Jonás es llamado por Dios para levantarse y dirigirse a Nínive, ciudad de los temidos y odiados asirios, ubicada a 1.280 km de distancia hacia el este. Su mensaje consistiría en un llamado al arrepentimiento y una promesa de misericordia en caso de que sus habitantes respondiesen positivamente. Jonás sabe que si Dios salva a Nínive esta ciudad estaría de nuevo en condiciones de asaltar y saquear a Israel. Este sentimiento patriótico-nacionalista y su falta de interés porque se le ofreciese un trato misericordioso a un pueblo que no formaba parte del pacto, impulsa a Jonás a abandonar Jerusalén y “la presencia de Jehová”. Jonás huyó hacia Tarsis al oeste. Según el historiador griego Herodoto, Tarsis corresponde a Tartésides, en el sur de España.

Jonás puede huir, pero Dios envió un gran viento y tempestad sobre el mar. (Los vientos están a su servicio Salmo 104:4). El profeta fue lanzado por los marineros al mar. Pero el Señor no había dado por terminados sus tratos con su siervo.

“Pero Jehová tenía dispuesto un gran pez para que se tragara a Jonás, y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.” (Jonás 1:17)

En los cuatro capítulos de su libro, Jonás relata sus experiencias y las lecciones que aprendió.

 

¿Cómo se interpreta el libro?

Probablemente este libro ha sido atacado por los incrédulos más que cualquier otro libro de la Biblia dice Feinberg. Solamente anotamos tres interpretaciones:

  • La interpretación mística. En ésta, se sostiene que Jonás es un personaje completamente ficticio. Es místico y por tanto con una experiencia imaginaría. No estamos de acuerdo con este punto de vista.
  • La interpretación alegórica. El libro contiene una parábola con fines didácticos. Jonás es un representante del pueblo de Israel porque el libro está lleno de profecías relativas a Israel.
  • La interpretación histórica. Se afirma que los hechos consignados en el relato son históricamente verdaderos y literales.

 

¿Por qué huyó Jonás?

Las respuestas a esta pregunta han sido varias:

  • El arrepentimiento de Nínive significaría la caída de Israel, el pueblo de Jonás.
  • La conversión de los gentiles disminuiría los privilegios de Israel como pueblo escogido de Dios.
  • esobediencia de Jonás se ha explicado como producto del orgullo y de la intolerancia del profeta.
  • En Jonás 4:2 el profeta mismo nos indica cuál fue su motivo para huir a Tarsis. Se negó a ir a Nínive porque temía que el mensaje de Dios tuviera éxito entre ellos.

 

La demanda de una señal (Mateo 12:39-41)

La demanda de tener una señal reaparece en Mateo16:1–4. Aquí sigue con toda naturalidad el debate anterior en el capítulo 12. Si Jesús pretende que su poder es de Dios, tiene que comprobarlo. La respuesta de Jesús fue:

“La generación mala y adúltera demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y en este lugar hay alguien que es más que Jonás.” (Mateo 12:39-41)

El escepticismo que subyace a esta demanda es la característica de esta generación (Mateo 11:16–19), y el hecho de que recurre esta frase en los vs. 39, 41, 42, 45 hace mantener unido a este pequeño pasaje. Es como una repetición de la segunda tentación en el desierto (Mateo 4:6).

1) ¿Qué significa la señal? Jonás estaba dispuesto a sacrificarse para salvar a los que estaban a punto de morir. Cuán parecido es este gesto al de nuestro Señor Jesucristo. (Si bien nuestro Salvador no dio lugar a la calamidad como Jonás con su indocilidad.) Jonás murió y fue sepultado en el vientre del pez para ser resucitado al tercer día. Fue en aquel día que pronunció el salmo de gratitud que sigue en Jonás 2:2-9.

Los versículos 3 a 6 en el capítulo 2 relatan la miseria en la que Jonás estuvo:

  • “Las aguas me envolvieron hasta el alma.”
  • “Me cercó el abismo.”
  • “El alga se enredó en mi cabeza.”
  • “Descendí a los cimientos de los montes.”
  • “La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre.”
  • «Mas tú sacaste mi vida de la sepultura.”

Al final del capítulo 2, Jonás promete ofrecer sacrificios de acción de gracias (Levítico 7:12-14) y cumplir sus votos ¿en el templo en Jerusalén? Por eso hallamos a Jonás en la misma posición de los marineros en Jonás 1:16. Los marineros paganos se han escandalizado de la rebelión de Jonás contra Yahvéh (1:10); han temido ofender a Yahvéh sacrificando a Jonás (1:14); finalmente, una vez reconociendo su poder, le rinden culto. Las últimas palabras del salmo: ¡La salvación viene de Jehovah! (“la salvación es del Señor”) pueden tener también el sentido de que él salva al que quiere; él está a cargo de todo el asunto de la salvación.

La señal nos prepara a recibir las buenas noticias de la resurrección de Jesucristo a pesar de los hechos de los incrédulos:

“Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato y le dijeron:—Señor, nos acordamos que aquel mentiroso, estando en vida, dijo: “Después de tres días resucitaré”. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos de noche, lo hurten y digan al pueblo: “Resucitó de entre los muertos”. Y será el último engaño peor que el primero.” (Mateo 27:62-64)

2. ¿Qué significa la señal? Jonás es como un representante de Israel. Al igual que al profeta, Dios escogió a Israel para que fuera su pueblo y su testigo (Deuteronomio 14:2; Ezequiel 20:5; Isaías 43:10). Tal y como lo hizo Jonás, Israel desobedeció la voluntad de Dios. Así como Jonás se encontró en medio de hombres de distintas nacionalidades, Israel, en su desobediencia, ha sido esparcido por toda la tierra. Mientras Jonás estuvo entre los paganos, llegaron al conocimiento de Dios; mientras Israel está entre las naciones, los gentiles llegan a conocer a Dios (Romanos 11:11). Jonás fue preservado milagrosamente. Es lo que encontramos con la nación de Israel. Ha sido preservada milagrosamente en el plan de Dios a través de muchos siglos de exilio y dispersión (Jeremías 30:11; 31:35-37).

Si aun los paganos podían reconocer la presencia de Dios en los grandes hombres del Antiguo Testamento, ¿por qué no podía esta generación (judía) aceptar la autoridad de uno en quien todas las fibras de la autoridad (profeta, sacerdote, rey, sabio) hallaban su cumplimiento? El rechazar el llamado de un portavoz tal conduciría sólo al juicio. En realidad, la señal del libro de Jonás es una profecía de Israel. ¡La salvación viene de Jehovah!

(3) ¿Qué significa la señal? Es una advertencia para “esta generación” Jesús usó a Nínive para ilustrar un punto importante. Predicó tres años a esa generación y reforzó sus mensajes con milagros, sin embargo, no querían arrepentirse ni creer. Los ninivitas oyeron un sermón y un predicador, y ese sermón enfatizaba la ira, no el amor; y sin embargo se arrepintieron y fueron perdonados. Los judíos oyeron durante tres años al Hijo de Dios, oyeron el mensaje del perdón de Dios, sin embargo rehusaban arrepentirse. Sin duda, su condenación será más grande.

¡La salvación viene de Jehovah! Israel sólo puede obtener la liberación, la seguridad y la salvación por medio del Señor. Esta salvación se imparte por medio de la obra de uno sólo, nuestro Señor Jesucristo, el Mesías de Israel.

 

Finalmente recibimos otra lección de la compasión de Dios

En el capítulo 4, en lugar de hallar a un predicador regocijándose, nos hallamos con uno rebelde, furioso contra el pueblo y contra Dios. Vemos a Jonás sentado fuera de la ciudad, tratando de hallar un poco de comodidad y en realidad esperando que el juicio de Dios cayera sobre el pueblo. Del v.10 resulta evidente por qué Dios escogió una planta de crecimiento tan rápido como la calabacera para que sirviera como sombra, comodidad y una lección, primeramente para Jonás y las generaciones siguientes.

Dios estaba dispuesto a perdonar a la malvada Sodoma por diez justos, quienes aunque nacidos en pecado. También estaba dispuesto a perdonar a la gente de “Nínive ciudad grande en extremo, tres días de camino” (Jonás 3:3). Esta es una lección clave del libro: El amor y la compasión de Dios por las personas perdidas.

 

Lecciones prácticas de valor permanente

Este es un libro misionero en el Antiguo Testamento para revelar el corazón de un siervo de Dios.

  • Cuán necio y fútil es resistir la voluntad divina.
  • Si Dios no perdonara, ¿dónde estaría entonces la esperanza de nadie en el mundo?
  • La intención de Dios es salvar a judíos y gentiles en respuesta a la fe en el Señor Jesucristo.
  • Dios es rico en gracia para con todos sin diferencia. “…Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Las experiencias de Jonás nos guían a Jesucristo (Mateo 12:39–41) en su muerte, sepultura y resurrección.

Cristo fue más grande que Jonás en:

  • su persona (es el Hijo de Dios),
  • su alcance (el mundo entero, no una ciudad),
  • su sacrificio (murió para salvar a otros) y
  • su amor por quienes no se lo merecían.
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