“La fuerza estaba en manos de sus opresores.”
Eclesiastés 4:1
Identificamos 18 puntos en cuestión de esta proposición durante nuestro estudio de los capítulos 4 y 5. A veces muestra opiniones negativas y positivas. En el capítulo 4, tenemos cinco unidades (4:1–3, 4–6, 7 y 8, 9–12, 13–16), cada una de las cuales se relaciona de alguna manera con el aislamiento, falta de compañía o falta de ayuda humana (sin consolador, v. 1; rivalidad que destruye las relaciones humanas, v. 4; un hombre totalmente solo, v. 8; dos mejor que uno, vs. 9–12; reyes que quedan aislados, vs. 13–16). La opresión se manifiesta en muchas maneras. Se puede ser oprimido por sus amigos, por sí mismo o por las autoridades.
La estructura de los vs. 1-3, 4-6 y 7-9 es muy similar. Primero el Predicador expone algo vano que ha visto (vs. 1, 4-5, 7-8) y luego ofrece una conclusión mediante un proverbio del tipo «mejor es X que Y» (vs. 2-3, 6, 9). La relación de los temas de la opresión (4:1-3) y del trabajo arduo (4:4-12) dentro de la sección 4:1-12 nos hace reflexionar sobre la relación entre ellos. Para las personas honradas, el trabajo esforzado era un medio legítimo para librarse de la opresión, pero el Predicador concluye que, así como la opresión, ese trabajo es una alternativa vana.
CAPITULO 4
Salomón continua con su observación de los comportamientos humanos, reflexiona sobre ellos y pronuncia algunas conclusiones. 3:16-4:16 tiene por tema la relación de los hombres entre sí. Luego sigue con 4:17-5:6 que habla sobre la relación del hombre con Dios, mientras que la unidad 5:7-6:9 trata de la relación del hombre con sus riquezas y bienes. Se nota la forma de su presentación: hay una observación, una reflexión y una conclusión. Contienen preguntas y reflexiones ilustradas por un proverbio (4:5.6.9.12.13). La quinta unidad es exhortativa y en su parte central resalta la importancia de su mensaje. Esta es la razón por la cual debemos concentrarnos en estas exhortaciones.
MIRE ALREDEDOR: los problemas y cargas de la vida.
4:1-3. Las relaciones entre los hombres: La opresión sin consuelo en el juzgado.
4:1-3. “Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol… Alabé entonces a los finados, los que ya habían muerto…Pero tuve por más feliz que unos y otros al que aún no es.” Aquí encontramos otro aspecto de la injusticia: la “opresión”. Manifiesta una actitud distinta: ante la injusticia la seguridad de la justicia de Dios, ante la opresión la melancólica reflexión de que sería mejor morir o no haber nacido. No hay quién para compadecer con ellos en su dolor. La opresión es un hecho, parte del horror de este mundo (debajo del sol), amarga por el poder que tienen los opresores. No se sugiere solución. La pregunta implícita es, ¿cómo enfrentaremos a la realidad? Entristece a Salomón ver que la fuerza prevalece sobre el derecho. Donde quiera nos volvamos, vemos pruebas tristes de la maldad y miseria de la humanidad que trata de crear problemas para sí mismos y unos a otros.
La vida no es fácil. Dios trata con un mundo sin control. El hombre encuentra la satisfacción a costa de todos los demás. Las vidas de algunos son controladas por otras por sus propias razones. Saber que hacer es bastante difícil sin esta complicación. Es mejor estar muerto en vez de vivir bajo estas condiciones. El Predicador ha visto las lágrimas de los oprimidos. Al sentirse contentos de vivir bajo tales condiciones no tienen respuesta a las frustraciones de la vida. Sufren el dolor y la inquietud bajo las circunstancias sobre las cuales no tienen control.
La pregunta de qué es justo es una cuestión complicada. El opresor no es correcto, sin embargo, tiene poder. ¿Por qué permite Dios que aquellos que hacen el mal prevalezcan sobre aquellos que hacen el bien? ¿Cómo es posible que Dios impere sobre un mundo que es malo?. Es una cuestión interesante. Pero Dios no reina sobre un mundo de maldad. El Predicador se esmera en identificar que este mundo es gobernado por el hombre.
Salomón fue testigo de tres tragedias:
- La opresión y la explotación en los tribunales de justicia.
- El dolor y la tristeza en la vida de seres inocentes
- La despreocupación de parte de aquellos que podían haber ayudado
¿Cuál es nuestra reacción? 1 Timoteo 2:1-6. Como ciudadanos debemos orar por todos los que están en autoridad. ¿Cómo podemos balancear nuestra reacción – ponerse a un lado o desesperarse?
Salomón aconseja gozar de la labor de uno describiendo sus otras observaciones sobre la injusticia. Lamenta la terrible suerte del oprimido. La alternativa al gozo en el trabajo es la desesperación causada por la meditación de la injusticia desenfrenada.
4: 4-6. La envidia – una revelación de rivalidad.
4:4-6. “He visto asimismo que toda obra bien hecha despierta la envidia del hombre contra su prójimo… El necio se cruza de brazos y se consume en sí mismo…Más vale un puño lleno de descanso, que ambos puños llenos de trabajo y aflicción de espíritu.” Si la opresión daña las relaciones (vs. 1-3), así lo hace más sutilmente la envidia (vs. 4-6). Mucho esfuerzo es motivado por el deseo de superar a otros “correr tras el viento” Es una frase recurrente (1:6, 14, 17; 2:11, 17, 26; 4:4, 6, 16; 6:9)]
El v. 5 es lo opuesto del v. 4. El v.5 es posiblemente un proverbio o una cita. Esta clase de autodestrucción sin mente también se ve en Isaías 9:20. La falta de esfuerzo conduce a la destrucción, ¡pero el esfuerzo solamente en si no tiene beneficio eterno!
Si disgusta la rivalidad, el peligro opuesto es retirarse completamente de la vida. Pero esto significa destruir la propia vida. El contentamiento (v. 6) es mejor que la rivalidad (v. 4) o la holgazanería (v.5). El v. 6 es posiblemente otro proverbio o cita. Tenía la intensión de resaltar la futilidad del esfuerzo humano sin Dios. Es que aquí en 2:24-26; 3:12, 13, 22; 5:18; 9:7-9 representa “descanso”, si es así entonces hay un contraste entre los que trabajan mucho y los que no trabajan. Una mano llena expresa una cantidad limitada, ambos puños llenos más de lo que puede manejarse con facilidad. El primer caso lleva al sosiego; el segundo al fracaso y la frustración (“querer atrapar el viento”).
En este ejemplo el hombre hace lo correcto. Tiene éxito, pero no a costa de otra persona. Sin embargo, este mismo éxito produce conflicto en su vida por causa de la envidia de sus amigos y los familiares. El hombre vive contento y goza la vida sin dificultades, pero su gozo es robado por otros.
4:4–8. En el taller – Un panorama de la actividad humana o la envidia y sus alternativas.
Si disgusta la rivalidad, el peligro opuesto es retirarse completamente de la vida. Pero esto significa destruir la propia vida. El contentamiento (v. 6) es mejor que la rivalidad (v. 4) o la pereza (v. 5). Una mano llena expresa una cantidad limitada, ambos puños llenos describe más de lo que puede manejarse con facilidad. El primer caso lleva a la tranquilidad; el segundo al fracaso y la frustración (“querer atrapar el viento”).
“aflicción del espíritu” o “correr tras el viento” Esta es una frase recurrente (1:6, 14, 17; 2:11, 17, 26; 4:4, 6, 16; 6:9)
El trabajador laborioso (v. 4) Todo era bueno con sus manos pero ¿qué acerca de su corazón? ¿El propósito de su trabajo no era crear productos bellos y útiles o ayudar a las personas sino aventajar a la competencia y sobrevivir en la batalla por la ganancia? La codicia, la competencia y la envidia van a menudo juntas. Mucho esfuerzo es motivado por el deseo de superar a otros. Más sutilmente la envidia daña las relaciones (vs. 4–6).
¿Es la envidia el predicado del trabajo y la obra hábil o el resultado de la rivalidad como origen y resultado de ello?
El trabajador ocioso (v. 5) El v. 5 es lo opuesto del v. 4. Nos muestra el extremo contrario, el hombre que no tiene ninguna ambición con “brazos cruzados”. (Proverbios 18:9; 19:15; 24:30-34). “…necio” Este verso es posiblemente un proverbio o una cita. Esta clase de autodestrucción sin mente también se ve en Isaías 9:20. La falta de esfuerzo conduce a la destrucción, ¡pero el esfuerzo solamente en si no tiene beneficio eterno!
El laborioso no tenía tiempo libre para disfrutar porque estaba motivado por la competencia. El ocioso estaba motivado por el placer y se encaminaba a la ruina. “Su holgazanería acaba no sólo con todo cuanto posee, sino asimismo con todo lo que él es, abocándole de hecho a perder de vista el propio dominio, su percepción de la realidad, su capacidad por interesarse en lo que va más allá de su propia esfera y, en definitiva, el respeto que se debería a sí mismo (Kidner, pág. 286)
El trabajador equilibrado (v.6) La auténtica alternativa a tan lamentable manera de vivir la ofrece en v.6. Su vida estaba balanceada y productiva en el trabajo, pero era también cuidadoso en dedicarle tiempo productivo.
“…un puño lleno de descanso” sirve para transmitir ese doble pensamiento que presenta muy modestas demandas y una gran paz interior. Es una actitud que está por completo alejada de la egoísta indolencia del necio y de la lucha sin tregua del arribista por lograr destacar.
Este verso es posiblemente otro proverbio (Proverbios 15:16-17; 16:8). Tenía la intensión de resaltar la futilidad del esfuerzo humano sin Dios. Es posible que “descanso” representa aquí 2:24-26; 3:12, 13, 22; 5:18; 9:7-9 si es así entonces hay un contraste entre los que trabajan mucho y los que no trabajan.
Un trabajador compulsivo (vs. 7-8) El hombre no tiene familia o amigos, sin embargo, tiene éxito y es rico. Ha sucumbido por completo al deseo de hacer dinero. El hace la pregunta del v. 8 “¿Para quién trabajo yo?”, pero no tiene respuesta y la pregunta queda pendiente; es parte de la frustración de la vida. Estaba tan ocupado que no tenía tiempo para disfrutar de sus ganancias. Tampoco tenía familiares que hereden sus riquezas.
Otra vez preguntamos: ¿Para qué vive uno? Podemos intentar ser más sensatos que los solitarios y obsesivos acumuladores de dinero y va a ser justamente la puesta en práctica de un esquema vital más sabio que el de esos afanosos triunfadores lo que encontramos a continuación. Las necesidades de Pablo Hechos 20:33-35
El verso describe a un “trabajador exagerado”. Trabajan por el gozo del trabajo ¡el trabajo llega a ser la meta y propósito en la vida! ¡El trabajo llega a ser su Dios! “sus ojos no se saciaban de las riquezas” En muchas maneras (sin Dios) la riqueza es una maldición. ¡Pronto nos controla! Los que son ricos en bienes terrenales parecen nunca tener lo suficiente.
“La vida se consume con más y más; ¡después todo esfuerzo es hecho para proteger lo que se ha acumulado! Un buen ejemplo moderno de esta rara verdad es el desastre de ganar mucho dinero en la lotería. ¡Las estadísticas demuestran que ganar la lotería destruye a los ganadores!”(Utley, págs. 49-50)
Necesitamos más que riquezas y posesión para encontrar la felicidad verdadera y la ganancia que dura. Necesitamos a Dios. Fuimos creados por él y para él. ¡Fuera de él no hay propósito o gozo permanente!
1
“¡La vida es una eterna competencia por la comida, por el abrigo, por el trabajo, por la posición, por el honor, por el control! Esta es la filosofía del humanismo ateo. ¡El poder a todo lo hace correcto! ¡Este es el ego humano aplastado! ¡Sin Dios la única motivación es “yo”! ¡Aquí es donde el capitalismo es una maldición para la humanidad! ¡Aquí es donde el comunismo falla! Cada ser humano es envidioso, cada ser humano toma ventajas. Cada ser humano explota a su compañero. La vida sin Dios es una vida de competencia y lujuria, no satisfecha a ningún precio.” (Utley pág. 46)
Salomón pasa a señalar que algunos incentivos para trabajar hacen el trabajo igualmente vano. Esta sección utiliza el refrán “vanidad y aflicción de espíritu” como fórmula introductoria y final (4:4,16). Cuando Salomón dice “todo”, está hablando hiperbólicamente. La conclusión a la que llega es que más vale poco con tranquilidad que mucho con ansiedad. “Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación. Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio” (Proverbios 15:16-17). “Mejor es el bocado seco y en paz, que casa de contienda llena de provisiones” (Proverbios 17:1).
4:7-12. ¿Para qué vive uno? La soledad.
4:7-8. Me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol. 8Un hombre está solo, sin sucesor, sin hijo ni hermano. Nunca cesa de trabajar, sus ojos no se sacian de riquezas, ni se pregunta: «¿Para quién trabajo yo y privo a mi vida de todo bienestar?». También esto es vanidad y duro trabajo.” La observación del Maestro: es vanidad trabajar incansablemente para acumular riquezas sin tener con quien compartirlas. El hombre no tiene familia o amigos, sin embargo, tiene éxito y es rico. El hace la pregunta del v. 8, pero no se da respuesta y la pregunta queda pendiente; es parte de la frustración de la vida.
La expresión traducida «Está un hombre solo y sin sucesor» es literalmente «hay uno y no hay un segundo». Este es el primer motivo numérico en esta sección, pero no será el único. Identificamos la multiplicación de los motivos numéricos en los vs. 8-12. Contribuye al sentido de clímax en estos últimos versículos de la sección.
4:9-12. “Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por su trabajo. Porque si caen…También, si dos duermen juntos se calientan mutuamente…dos lo resisten, pues cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”
El v. 9 presenta el punto; los vs. 10–12a dan ilustraciones: Dan tres ejemplos de por qué es mejor no trabajar sólo. Cada ejemplo toma la forma de una oración condicional, y cada uno contiene motivos numéricos.
v. 10 Error o accidente: Si hay dos, pueden ayudarse mutuamente cuando sufren las caídas en el camino de la vida.
v. 11 Adversidad: Si hay dos, pueden calentarse mutuamente en la cama. Nos abrigaremos en el frío de la noche de este mundo.
v. 12 Peligro: Si hay dos, o mejor aún tres, pueden defenderse contra un atacante poderoso pero solitario. La unidad será nuestra fuerza; como cordel triple, no se rompe fácilmente.
Con la referencia al cordón de tres dobleces, los motivos numéricos, que hasta ahora sólo han empleado las cifras uno y dos, llegan a su clímax.
Ejemplos bíblicos del compañerismo: Elías y Eliseo; Naomi y Rut; David y Jonatán.
Nuestro llamamiento: La hermandad en Cristo
4:13-16. La incertidumbre: Un líder aislado.
4:13-16. “Mejor es el muchacho pobre y sabio que el rey viejo y necio que no admite consejos…” Algunos pronombres ambiguos en el v. 14 significan que este pasaje puede leerse de distintas maneras. El rey viejo del v. 13 en un tiempo fue sabio (sugiere como que ya no sabe) pero perdió su sabiduría. La palabra para pobre se refiere a origen humilde.
Muchacho abarca la edad de la adolescencia hasta los cuarenta. En el v. 14 se refiere al rey. Surge un hombre joven; tiene todo en contra, pero el rey se aisló (implicado en el v. 15). El aislamiento del hombre viejo condujo al éxito del más joven. El hombre joven tuvo éxito por un tiempo (v. 15).
En el v. 16 delante de él significa “eran súbditos”. La popularidad tampoco fue duradera para el hombre más joven. El repitió el ciclo. De la historia surgen dos puntos principales que son universalmente verdaderos: que el aislamiento es parte de los dolores de la experiencia humana, y que la nueva generación no resolvió el problema de la generación vieja (1:9–11).
Aquí se hace énfasis en lo pasajero de la fama y el prestigio. El principio básico está dado en el v.13 y los vs. 14-16 lo ilustran. Es mejor ser pobre y sin influencia, que poderoso e influyente. ¿Por qué? Porque el poder, la influencia y el prestigio son pasajeros. El punto es que el deseo de prestigio y de prosperidad, de los incentivos que frecuentemente motivan el trabajo de una persona, son como la envidia y la avaricia: transitorios, fútiles, pasajeros, como correr tras el viento: “vanidad y aflicción de espíritu”.
CAPITULO 5
5:1-7 Cumple tu palabra
El tema de esta sección es la vanidad de una religión superficial. Trata sobre las actitudes correctas y procedimientos en la adoración. El precepto de resumen está en v. 7. Salomón rechaza un culto que busca complacer a Dios con nuestras palabras de promesa para conseguir lo que nosotros deseamos.
Salomón había visitado la sala de justicia, el taller, la carretera, el palacio. Ahora menciona el templo, el edificio magnifico que había construido. Observó a los adoradores, alabando a Dios, haciendo oraciones, sacrificios y votos. Cuestionó la sinceridad de los adoradores. ¿En qué consisten sus pecados? Robaron a Dios la reverencia y el honor que merece. La adoración es un hecho principal de gozo y responsabilidad. Recordamos lo que David hizo en 2 Samuel 6:14-16; 7:18). La adoración aceptable necesita “limpio de manos y puro de corazón” (Salmo 24:4). La evidencia de nuestra adoración está en las obras de servicio así como en las palabras de adoración.
5:1. “Cuando vayas a la casa de Dios, guarda tu pie. Acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios, quienes no saben que hacen mal.” Si uno ve correctamente el tema de la compañía en 4:1–16, el asunto es abandonado abruptamente sin que se sugiera una solución real. Somos antes enfrentados con Dios. El pasaje 4:1–16 suscitaría en la mente de cualquier lector la pregunta: ¿No es Dios la respuesta? Pero debemos acceder a él de la manera correcta. Casa de Dios (v. 1) es el templo, la estructura, la cual señala hacia la santidad e inaccesibilidad de Dios salvo por medio del sacrificio. El necio no se da cuenta de lo ofensivo que es a Dios en la manera de acercarse a él. Los insensatos creen que si cumplen con los sacrificios agradarán a Dios, sin reconocer que Dios exige también una conducta recta (Salmo 40:6-8; Miqueas 6:6-8).
“Escuchar es mejor que sacrificio.” V.1 casi es una cita de 1 Samuel 15:22. Cuando uno se da cuenta que la palabra en hebreo “obedecer” es la misma de “escuchar” o “prestar atención” esto es casi idéntico de lo que Salomón dice.
Queremos hacer lo correcto en la adoración a Dios. Hay ciertas cosas que debemos observar cuidadosamente. Hay cosas que Dios no tolera. Queremos seguir el consejo del Predicador. No es una transición simple de nuestra propia filosofía de vida a una con un sabor religioso. Hemos descubierto una nueva perspectiva de la vida y queremos cambiarla a una vida con propósito. ¿Cuál es nuestro parecer de Dios? ¿Cómo abordamos a Dios? Por eso, acompañado con la resolución de cambiar, hay que anda con cuidado.
5:2-3. “No te des prisa a abrir tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios… Sean, por tanto, pocas tus palabras. Porque de las muchas ocupaciones vienen los sueños, y de la multitud de palabras la voz del necio.” Aunque estos versículos han sido interpretados como refiriéndose a la correcta actitud en la adoración (v. 1), la correcta práctica de la oración (vs. 2-3), y el correcto pago de los votos (vs. 3-6), todo como un paréntesis en el argumento de Salomón, en realidad son parte del argumento. Aquí Salomón advierte en contra de hacer votos apresurados que al no poder ser cumplidos llevan a la pérdida del fruto del trabajo. ¿Qué pasa si un voto no es cumplido? ¿Qué dice Jesús en Mateo 6:7?
Así como la mucha preocupación trae sueños que intranquilizan el dormir, así también el hablar mucho trae insensateces (5:3). El vocablo traducido «el sueño» no se refiere al dormir en sí, sino a los sueños. Quizás la comparación entre las dos partes del versículo implica que la voz del necio no tiene más sustancia que los sueños. O quizás la primera parte del versículo sea una polémica entre gente que decía que Dios les hablaba por medio de sueños; en tal caso, el Predicador estaría diciendo que sus sueños no son revelaciones de Dios sino resultados naturales de sus muchas preocupaciones
El apresuramiento en la oración no alcanza a ver la magnitud de la diferencia entre Dios y los seres humanos. Cielo es el lugar de la gloria de Dios; el adorador debe recordar que él no se allega a Dios como un igual. Como Dios es sumamente superior a nosotros, debemos escoger nuestras palabras con sumo cuidado cuando le hablamos.
El Predicador nos invita a pensar en cómo pasamos la vida y también a pensar en cómo servimos a Dios. Hay poco que decir. Es mejor no defenderse a sí mismo. Tampoco acusemos a los demás por los problemas que tenemos. Hay que ser sinceros en lo que decimos a nuestro Creador.
5:4. “Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.” Los vocablos traducidos «promesa» y «prometer» son literalmente «voto» y «hacer voto». Se debe evitar hacer votos sin cumplirlos. Mucha gente se acerca a Dios prometiendo y pactando con votos para conseguir Su favor. El voto (un acompañante de la petición o una expresión espontánea de gratitud) puede consistir en una promesa de lealtad, una ofrenda voluntaria, o la dedicación de un niño. Hacer un voto correcto y no guardarlo ofende a Dios.
Está convincente de su necesidad de una reforma. La vida sin Dios no tiene significado. Tiene un deseo de un cambio completo. Una reforma es buena pero no trae la consolación si es fingida.
5:5. “Mejor es no prometer que prometer y no cumplir.”
5:6. “No dejes que tu boca te haga pecar, ni delante del ángel digas que fue por ignorancia. ¿Por qué hacer que Dios se enoje a causa de tus palabras y destruya la obra de tus manos?” La primera oración del v. 6 dice literalmente «no dejes que tu boca haga pecar a tu carne». Para una idea semejante lea Santiago 3:6. El “Ángel” sería un “mensajero”; probable referencia al sacerdote o alguien enviado por un sacerdote. (Malaquías 2:7). Otra opción es que el «mensajero» era el sacerdote que hacía expiación por los israelitas cuando presentaban sacrificios por pecados de ignorancia (Números 15:24-28; Malaquías 2:7).
Todos necesitamos la misericordia porque no queremos que Dios esté enojado con nosotros. ¡Qué lástima si lo hacemos bien pero no podamos controlar nuestra lengua!
5:7. “Pues, donde abundan los sueños abundan también las vanidades y las muchas palabras. Pero tú, teme a Dios.” Salomón compara los votos apresurados a sueños vanos. Los sueños deben significar algo parecido a soñar despierto, casualidad, irrealidad al aproximarse a Dios. Esto, y la abundancia de palabras descuidadas en la oración, son ambas marcas del mundo sin significado (frustrado, torcido). Probablemente significa que las muchas palabras carecen de sustancia, así como los sueños y las vanidades. El temor a Dios es el remedio (3:14; 12:13).
¡Tenga cuidado de lo que dice! Es mejor concentrarse en los intereses de los demás y estar libre de los ruegos egoístas.
5:8-9. El problema de la injusticia social.
5:8. “Si ves en la provincia que se oprime a los pobres y se pervierte el derecho y la justicia, no te maravilles: porque sobre uno alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ambos.” Tenemos aquí al pobre bajo una burocracia opresiva. El Predicador considera la frustración de una burocracia opresiva con sus demoras y excusas. El pobre no puede permitirse esperar, y la justicia se pierde entre los escalones de la jerarquía. No se ofrece un remedio; la naturaleza humana es así. “Un alto vigila” puede tomarse como que un oficial sospechaba de otro. Sin embargo, la traducción “Cada oficial es protegido por el que está encima de él” concuerda mejor con el contexto. La última frase no se refiere a Dios o al rey, sino a muchos peldaños de autoridad.
Muchas riquezas se consiguen mediante la opresión y la corrupción, las cuales son endémicas debido a la burocracia. El vocablo «provincia» no se refiere al área rural, sino a los distritos de un imperio (el significado más común) o de Israel (2:8; 1 Reyes 20:14, 15, 17, 19). Tal vez el Predicador escogió esta palabra porque literalmente significa «distrito judicial».
Existe el peligro de llegar a la conclusión que debemos ser celosos de corregir toda la injusticia en el mundo. Una reforma del mundo significa un cambio de todo. El idealismo pronto se encuentra con opiniones opuestas.
Consideramos lo siguiente:
Romanos 13:1-7. Desafortunadamente la corrupción política y la opresión han estado presentes en el mundo durante siglos. Aunque los juicios de Dios nos parecen lentos, son concernientes a la situación apremiante. Dios sabe, comprende y tiene compasión. Juzgará a los culpables (Amos 8:4-7; Santiago 5:1-8).
5:9. “El provecho de la tierra es para todos y el rey mismo está al servicio del campo.” El v. 9 ha sido interpretado de muchas maneras. Según una versión, el pensamiento es: “A pesar de los impedimentos burocráticos, vale la pena tener una tierra estable; aun el rey la necesita.” Otra manera de verlo es: “Pero un provecho para una tierra para cada habitante es: un rey sobre tierra cultivada.”
La opresión burocrática no anula el valor de la estabilidad en la sociedad. Tal vez quiera decir «El provecho de la tierra debe ser para todos, pero el rey es servido por un campo», o quizás «La ganancia de la tierra está metida en todo (es decir, lo económico influye en las opresiones e injusticias), y el rey está a favor de un campo labrado (es decir, el rey dictamina a favor de aquel que le soborna con un campo labrado)” o “La ganancia de la tierra está diluida entre todos los funcionarios, y aun el rey es servido (recibe provecho) por un campo”.
Aunque el rey ocupa un puesto alto sobre sus su sujetos, está “al servicio del campo”. Tiene que negociarse con los campesinos de quienes recibe sus productos. Las cuestiones de la reforma social son muy complejas. No se puede resolverlas antes de que llegue el Reino prometido. Solamente Dios puede resolverlas.
5:10-12. El dinero
5:10. “El que ama el dinero no se saciará de dinero; y el que ama la riqueza no sacará fruto. También esto es vanidad.” El amor a las riquezas es insaciable. Aunque el dinero haya por montones, no puede satisfacer al codicioso. El deseo aumenta y aumenta. La expresión traducida «no sacará fruto» es literalmente «no fruto» o «no ganancia».
Aquellos quienes aman la abundancia nunca están satisfechos. Por eso la búsqueda de las riquezas es vanidad. No consuela. Aunque tengamos riquezas, llegan a ser una carga. ¿Qué dice Jesús acerca del riesgo de hacer de Mamón un segundo Dios?
5:11. “Cuando aumentan los bienes, aumentan también quienes los consumen.” ¿Qué beneficio, pues, tendrá su dueño, aparte de verlos con sus propios ojos?” Entre más ingresos, más egresos. El dueño no acumula nada, sino que sólo ve sus riquezas ingresar para luego ser gastadas. Atrae a un círculo de dependientes.
La verdad es que uno llega a ser el siervo de las cosas que posee. Muchas de sus riquezas cubren el gasto de su propiedad.
5:12. “Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.” Irónicamente, el rico vive más preocupado que el trabajador pobre.
Aunque el trabajador coma poco, duerme bien. Sin embargo, el rico no puede dormir por causa de la preocupación asociada con sus posesiones. El sueño del trabajador es dulce, no sólo porque está cansado, sino porque tiene pocas preocupaciones que interrumpan su sueño.
5:13-17. Las riquezas amadas y perdidas.
5:13-17. “Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol…” Continúa el tema de las riquezas. Lo que sigue puede ser algo real que el sabio ha visto o sencillamente un ejemplo ideado para ilustrar su enseñanza. Presenta dos casos: el que guarda sus riquezas para su mal o el que las pierde en un mal negocio. El verdadero mal es que, habiendo tenido mucho se encuentra sin nada en el momento de tener un hijo. El hijo, único en el ejemplo del Predicador, no puede heredar nada de su padre.
Pasamos a aquellos que tenían riqueza y la perdieron. Vemos riquezas adquiridas y perdidas. El rico no podía dejar nada a nadie ni llevar algo consigo. La facilidad con que la riqueza puede deslizarse de entre los dedos de uno es parte de la frustración de la vida; al final una persona lleva muy exactamente (el hebreo es enfático) lo que trajo: nada.
Las riquezas son transitorias y temporales, aunque uno puede acumular mucha riqueza, uno también lo puede perder, y todo lo dejarán atrás porque los humanos no pueden llevar nada físico en la próxima vida. Las riquezas prometen mucho, pero con frecuencia no pueden cumplir con la expectativa. Salomón no estaba defendiendo ni por la pobreza ni por la riqueza, porque ambos tienen sus problemas. Proverbios 30:7-9.
“Llegados a este punto, necesitamos que se nos recuerde que es posible que ese hombre espere más de lo debido de esta vida. Si todos sus planes y aspiraciones se limitan a aquello que está en su mano alcanzar y promete seguridad, acabará descubriendo lo muy equivocado que estaba.”(Kidner, pág. 300)
SUMARIO Número 5
“Dios le llena de alegría el corazón”
Eclesiastés 5:20
Delante de nosotros están las decisiones que adoptamos. Lo que recibimos es determinado por la sabiduría de nuestra selección.
5:18-20. “He aquí, pues, el bien que he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar de los frutos de todo el trabajo con que uno se fatiga debajo del sol todos los días de la vida que Dios le ha dado, porque esa es su recompensa. 19Asimismo, a todo hombre a quien Dios da bienes y riquezas, le da también facultad para que coma de ellas, tome su parte y goce de su trabajo. Esto es don de Dios. 20Porque así no se acuerda mucho de los días de su vida, pues Dios le llena de alegría el corazón.”
El Predicador concluye que lo aconsejable es disfrutar la comida, la bebida y el trabajo mientras uno pueda. A él le preocupa el tener una perspectiva confiada y un espíritu contento con los cuales enfrentar lo feo de la vida. Aquí, él recuerda que hay un acceso a la vida en el cual ésta puede disfrutarse en duro trabajo, no en evitarlo.
Comer y beber expresa compañerismo, gozo y satisfacción, incluyendo goces espirituales (Deuteronomio 14:26). La riqueza puede llevar a la miseria (v. 14), pero si es parte de una vida satisfecha, venida de Dios, puede ser positivamente apreciada, después de todo. El v. 20 es un marcado contraste a lo penoso de 2:23, una prueba de que el Predicador está comparando dos accesos a la vida. Hay un “negocio” que frustra; pero el “negocio” de tomar la vida de la mano de Dios preocupa también a aquellos que miran así a la vida.
El bien que yo he visto (v. 18), se refiere al aspecto positivo de la vida: el trabajo moderado, sin ambiciones, que permite alcanzar la felicidad. Pero la felicidad en última instancia depende de Dios:
- Dios da la vida (v. 18);
- Dios da los bienes (v. 19);
- Dios da la facultad de gozar una cosa y otra (v. 19).
Viviendo así no hay tiempo para el desengaño y la frustración (v. 20). Se repiten las ideas de 2:24 y 3:12, 13. “No pensará mucho en los años de su vida si Dios le concede alegría interior” (v. 20).
La manera en que Salomón se refiere a Dios como el Dador de la vida y de sus deleites, demuestra que ellos deben aceptarse y usarse de manera coherente con su voluntad y para su gloria. Que este pasaje recomiende a todos las palabras amables del Redentor misericordioso: “trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece”. Cristo es el Pan de vida, el único alimento del alma. Todos están invitados a participar de esta provisión celestial
La proposición número 5 es “La fuerza estaba en manos de sus opresores.” Terminamos con una referencia a los 18 puntos identificados por Salomón:
- No había consuelo para ellos
- Al que aun no ha visto las malas obras
- Despierta la envidia del hombre contra su prójimo
- El necio se cruza de brazos
- Más vale un puño lleno de descanso
- Un hombre está solo
- Mejor son dos que uno
- Pues cordón de tres dobleces no se rompe pronto
- Mejor es el muchacho pobre y sabio
- Cuando vayas a la casa de Dios guarda tu pie
- No te des prisa a abrir tu boca
- Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla
- No te maravilles
- El rey mismo está al servicio del campo
- No se saciará de dinero
- Aumentan también quienes los consumen
- Dulce es el sueño del trabajador
- Riquezas guardadas por sus dueños