Hedonismo (Ref: es.wikipedia.org)
Dentro del hedonismo en sentido estricto se pueden distinguir dos formas del mismo, de acuerdo con los dos significados que tiene el término placer. Éste designa al placer sensible, o inferior, y al placer espiritual, o superior. En consecuencia, habrá dos formas de hedonismo llamadas hedonismo absoluto y hedonismo mitigado, o eudemonismo.
Por lo que se refiere al hedonismo psicológico, son varias las doctrinas existentes según la determinación temporal del placer. La teoría del placer de los fines, o «hedonismo psicológico del futuro», sostiene que el placer personal es el fin último y único de una persona.
El hedonismo no consiste en afirmar que el placer es un bien, ya que dicha afirmación ha sido admitida por otras muchas doctrinas éticas muy alejadas del hedonismo, sino en considerar que el placer es el único y supremo bien.
El término «hedonismo» puede tomarse en dos sentidos, lato y estricto. En el primero, el hedonismo sería una teoría ética de gran amplitud en la que la palabra placer tendría un significado muy extenso, que abarcaría tanto el placer como la utilidad; en este sentido, el utilitarismo se encuadraría dentro del hedonismo. En un sentido más restringido, el hedonismo se diferencia del utilitarismo, fundamentalmente, porque la primera cifra el bien en el placer individual, mientras que el segundo afirma como bien sumo el placer, el bienestar y la utilidad social. El hedonismo tiene un carácter individualista, el utilitarismo es de índole social y sostiene el punto de vista de que la satisfacción humana se encuentra en la búsqueda y posesión del placer material y físico.
El hedonismo radical sostiene que todos los placeres físicos deben ser satisfechos sin ninguna restricción, mientras que el hedonismo moderado afirma que las actividades placenteras deben ser moderadas, para que así aumente el placer. En ambos casos el placer es la principal motivación del comportamiento