Según Apocalipsis 20:3 parece que al fin del periodo del milenio habrá una rebelión. Este produce unos problemas porque:
- “Ni se adiestrarán más para la guerra” y “volverán sus espadas en rejas de arado;” (Isaías 2:4)
- “no andarán más tras la dureza de su malvado corazón”; (Jeremías 3:17)
- “lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite”; (Isaías 9:7)
- Es difícil imaginar que, después de un periodo de mil años bajo el dominio de Jesús y sus santos habrá una rebelión.
Pero hay que ver lo que dice Apocalipsis 20:3:
“Lo arrojó al abismo (el dragón), lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.”
En vista de lo dicho «hasta que fueron cumplidos», este no debe necesariamente llevar el significado «terminado» sino que se puede ser considerado como «realizado» o «efectuado».
Por eso, podemos ver este significado en Santiago 2:8 “Si en verdad cumplís la Ley suprema, conforme a la Escritura: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo», bien hacéis.”
Entonces en vista de esto se puede imaginar los eventos así:
Que Jesús regresa, y establece su reino, y durante ese tiempo, el poder del pecado está refrenado por unos años (Apocalipsis 20:1). Luego viene la rebelión de Gog-Magog (Apocalipsis 20:8b-9), y de acuerdo con Salmo 22:3:
“Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes conspirarán contra Jehová y contra su ungido, diciendo: «Rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas.»
Según estas consideraciones la rebelión viene poco después del establecimiento del reino milenario de Jesús y sus santos. Comparamos Apocalipsis 20:9 con Ezequiel 38:22, 9. No es difícil imaginar que después de una guerra mundial y Cristo establecido en Jerusalén, que las naciones vienen en combate contra el rey de los judíos para probar su autoridad. Esto será el último conflicto porque Jesús reina.
Apocalipsis 20:12-15 “…y los libros fueron abiertos” Se relaciona con Daniel 7:10. Aquí aparecen dos libros: el libro de obras o de recuerdos y el libro de la vida (Apocalipsis 3:5; 13:8). El libro de la vida es descrito en Éxodo 32:32-33; Salmo 69:28; Isaías 4:3; Daniel 12:1; Filipenses 4:3; Hebreos 12:23; Apocalipsis 3:5; 13:8; 17:8; 21:27. El libro de las obras o de los recuerdos se identifica en el Salmo 56:8; 139:16; Isaías 65:6; Malaquías 3:16. Todas ellas son metáforas para la memoria de Dios, quien tratará justamente a su creación; pero los seres humanos son responsables por sus acciones y motivos, por lo que deberán rendir cuentas ante Dios (Gálatas 6:7). Solamente hay un único Juicio. (Utley)
20:14 “…la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego” Esto ya fue referido en el 6:8. La muerte, el mayor enemigo de la Humanidad, (Hebreos 2:14-15) ha sido desterrada y eliminada (1 Corintios 15:26, 5455; 2 Timoteo 1:10; Apocalipsis 1:18; 21:4).