Viviendo la Verdad

Introducción

El estudio de la verdad bíblica es algo que tiene no solo el aspecto teórico, sino que también lo practico. El conocimiento de la Biblia no es algo que puede existir en solo el plano teórico: todo conocimiento de Dios implica cambios en nuestro comportamiento, cambios en nuestra forma de actuar. Así que al estudiar la Biblia, tenemos que comenzar a cambiar nuestro comportamiento.

  • Mateo 3:7‐9 ‐ La persona que se aspira a bautizar tiene que demostrar frutos de arrepentimiento . En otras palabras, la fe de la que se está aprendiendo necesariamente tiene que comenzar a manifestarse en cambios en nuestra forma de comportarnos. Así que a la medida que se vayan estudiando estos temas, si uno realmente cree lo que está estudiando y aprendiendo, implica que tenemos que comenzar a vivir estas cosas; porque si los estudiamos, y supuestamente los creemos, pero no cambiamos nuestra forma de comportarnos, eso indica que esa creencia (o fe) no es real, no es una fe valedera como para bautizarse, ya que no es una creencia que se ha convertido en obras. En el caso de Juan el Bautista, se le acercaron a pedir bautismo personas que no habían demostrado ninguna intención de cambiar sus obras, y el los reprendió fuertemente. De igual forma, si alguien aspira a bautizarse hoy en día, es aplicable el mismo criterio: tiene que haber mostrado durante un período significativo, por medio de obras, que tiene una fe verdadera. La fe verdadera en la Biblia no se expresa, se practica.

  • De lo que también nos daremos cuenta al estudiar este folleto es que el cumplimiento de la voluntad de Dios está mucho mas allá de nuestro alcance de lo que nos habíamos imaginado: cumplir la voluntad de Dios no es algo que casualmente lograremos, ni algo que siquiera lograremos haciendo todo el esfuerzo que nos sea físicamente y espiritualmente posible. Así que en estos estudios también reforzaremos nuestra necesidad de recibir la gracia de Dios, manifestada principalmente en el perdón de pecados: si no tenemos el perdón de pecados, la profundidad de nuestros pecados es tal que no podremos imaginarnos que haya ni la menor posibilidad que nos salvemos sin ella. En la mayoría de nuestras vidas, y hasta hoy, hemos andado tan lejos de cumplir lo que Dios quiere de nosotros… como la tierra esta lejos del sol…

Mi Amor Hacia Dios y mi Salvador Jesucristo

  1. Debo amar al Señor mi Dios con todo mi corazón, alma, mente y fuerza. Este es el primer mandamiento, porque todos los demás se incluyen en este.

    • Marcos 12:28‐30 ‐ El primer mandamiento es que hay un solo Dios, por tanto, no hay división en nuestra lealtad a la deidad: a ese Dios hay que amarle con todo el alma, corazón, espíritu y las fuerzas.

    • Deuteronomio 6:1‐9 ‐ El pasaje que Jesús cita viene de una sección cuyo contexto es el de obedecer los mandamientos de Dios. El amor a Dios se manifiesta obedeciendo todos los mandamientos (Juan 14:15‐24)

    • I Juan 4:7‐12, 20‐21 ‐ El amor es una de las características mas fundamentales de Dios. Si pretendemos salvarnos, es imposible hacerlo si no lo manifestamos en amor por Dios, y por nuestros hermanos. Y al igual que la fe bíblica, el amor bíblico no se expresa, se practica: el amor bíblico ES obras. Si no hay obras, es porque no existe el amor.

Aquí vale la pena meditar mas ampliamente acerca del significado de los mandamientos en general, y este mandamiento en especial.

Amarás al Señor tu Dios Con Todo Tu Corazón

Este mandamiento nos dice Jesús que es el primero. Pero antes de estudiar mas a fondo este mandamiento, vale la pena pensar un poco en los mandamientos en general. Que es un mandamiento? Cual es la función de un mandamiento? Porque nos da Dios mandamientos?

Comencemos en el Salmo 119. Este salmo, el capitulo mas largo de la Biblia es un largo elogio de los mandamientos de Dios. En cada versículo de este capitulo aparece la palabra mandamiento, o un sinónimo. Repasa el Salmo y haz una lista de las palabras que aparecen en cada versículo como sinónimos de ʹmandamientoʹ.

Veamos que nos dice acerca de los mandamientos de Dios:

  • v. 9‐11 ‐ Estos versículos nos dicen que los mandamientos nos ayudan a limpiar nuestros caminos, nos ayudan a alejarnos del pecado, nos enseñan como evitar el pecado. Claro, esto supone que

alejarnos del pecado es nuestro deseo. si eso es lo que queremos, en la ley hay que comenzar. Si

somos personas que aspiramos a la santidad, los mandamientos son un don de Dios, pues nos enseñan a como evitar el pecado.

  • v. 15 ‐ Este verso nos dice que los mandamientos de Dios son iguales a sus caminos. Los mandamientos nos enseñan a ser como Dios: los mandamientos son un reflejo de la forma en que Dios actúa. no son solo una lista de restricciones que Dios nos impone a nosotros; son instrucciones de como ser como El.

En el v. 19 tenemos un punto sumamente importante: sin los mandamientos andamos perdidos. Somos forasteros. Y para mi, esta es una de las enseñanzas mas importantes que debemos asimilar acerca de los mandamientos de Dios: somos criaturas hechas, fuimos formados por El. Nosotros no nos auto‐diseñamos, no nos creamos a nosotros mismos, y sin los mandamientos de Dios, estamos perdidos. Sin los mandamientos, no sabemos ni siquiera para qué existimos: andamos como extraños en la tierra.

  • Nos enseña algo acerca del pecado de Adán: no quiso conducirse de acuerdo al mapa que Dios le había dado del mundo, no quiso aceptar que era forastero, sino que pensó establecer su propia versión de la realidad, su propio reglamento: quiso ser un dios como Dios, y definir su propio camino.
  • Reflexione sobre Jeremías 10:23 ‐ Conozco que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. No sabemos pare que existimos, ni como alcanzar los objetivos de la vida.
  • No nos hicimos a nosotros mismos. Somos cosas hechas; sin la presencia de Dios que nos da vida, somos tierra, o menos que tierra, polvo que no sirve para nada.
  • Y esto es algo que a veces no lo asimilamos, o si lo reconocemos en forma teórica, no lo hemos incorporado a nuestra vida, a nuestra forma de percibir el mundo y nuestra existencia: somos objetos hechos, creados, para cumplir un propósito. Y no está nato dentro de nosotros conocer ese propósito; que hay dentro de nosotros? Jer 17:9. Elementalmente, somos malvados; nuestros instintos nos traicionan y nos matan.

Pero el que nos ha hecho sabe cual es nuestro propósito, sabe de que somos capaces, y con que hechos le podemos dar valor a nuestra existencia. Y El nos revela esos propósitos a través de sus mandamientos.

Vea el Salmo 119:44‐45, y otro punto primordial: andará en libertad, porque busque tus mandamientos.

  • Este es otro punto que nos cuesta asimilar: que los mandamientos nos dan libertad. Como explicamos esto? Porque nuestra lógica nos dice que la libertad es cuando nadie nos esta controlando, cuando nadie nos esta diciendo que es lo que tenemos que hacer. El mandamiento mas parecería que nos redujera a servidumbre, a esclavitud. Como es que el mandamiento da libertad?
  • Esto como lo explicamos? Consideremos un mandamiento sencillo: yo le digo a mi hijo pequeño que nos se cruce la calle. Como lo percibe el? Pues como una restricción. Y si al otro lado de la calle hay un parque donde le gusta jugar, o de algún carro se ha caído algo que a el le gustaría añadir a su colección, o la acera esta toda destruida, y la calle esta bien hecha, y quiere jugar con sus carritos, como percibe el mandamiento que le doy? Como que si yo lo estoy controlando, como que le estoy imponiendo restricciones para evitar que disfrute de las cosas buenas de la vida.
    • Pero para que le di ese mandamiento? Para salvarle la vida ‐ porque el aun sabe poco de la vida y como funciona el mundo, y si intenta cruzar la calle, lo probable es que lo mate un carro. La lección entonces es que cuando provienen de un padre amoroso, los mandamientos son para vida.

    • Leamos otra vez el pasaje en Juan 12:49‐50. Que es el mandamiento? Es vida eterna.

Nosotros no nos hicimos, ni hemos hecho el mundo, ni mucho menos el universo. Y moralmente, somos niños, no sabemos las condiciones a las que tenemos que someternos para lograr preservar nuestras vidas

  • y como vimos en Jeremías 17:9 ‐ nuestros instintos nos traicionan: si algo nos parece bien por nuestra propia lógica, lo mas probable es que sea pecado. Y la consecuencia natural del pecado es la muerte: Romanos 6:16, 23. Así como una consecuencia natural de jugar en la calle es que tarde o temprano nos va aplastar un carro, así, la consecuencia natural del pecado es que tarde o temprano, morimos. Y así como nunca nos imaginaríamos que un niño pudiera salir a jugar a la autopista sin ser aplastado, es igualmente antinatural suponer que pudiéramos pecar sin morir.

Un problema es que tenemos la ilusión de existir en un vacío moral. Como a Dios no lo vemos, ni aparecen los mandamientos escritos en las nubes, nos parece que podemos hacer lo que queramos, y da lo mismo seguir este o el otro camino. Pero la realidad es que *Dios* ha hecho el mundo, y lo hecho con un propósito, que la creación misma esta ligada a Su carácter y su persona, y El nos revela su carácter en sus mandamientos. Así que el mandamiento es el camino de Dios, son el manual de instrucciones para est a criatura que somos, para decirnos como hacerlo funcionar para lograr su objetivo.

Y el objetivo de nuestra existencia es que vivamos, y que vivamos para siempre: Juan 3:16‐21 ‐ El propósito de Dios es que tengamos vida eterna. El nos quiere salvar. Pero la triste realidad es que aunque tenemos el conocimiento necesario para vivir, preferimos las tinieblas.

Al criar nuestros hijos, tenemos la esperanza que maduren, y que reconozcan las razones por las que les hemos dicho que no jueguen en la calle, que no fumen, que no tomen, que no anden fornicando. Pero lastimosamente muchas veces no maduran a reconocer la sabiduría de las cosas que le hemos dicho, y sufren mucho, y hasta pueden morir, o se divorcian, o pierden ellos también a sus hijos, y hasta mueren a raíz de su rebeldía. Así nosotros los adultos: la mayoría no maduramos a reconocer que lo que nos ha dicho nuestro Padre celestial nos va a salvar la vida.

Para los Cristadelfianos, hay solo hay una decisión de importancia en la vida: Dt 30:15‐16 ‐ Bien, y vida. Mal y muerte. Y el bien se define, se conoce, con los mandamientos. No existimos en un universo de nuestra propia hechura, y mientras no podamos crear uno, tenemos que sujetarnos a las condiciones del universo en que existimos. Así como no se nos ocurriría jugar en la autopista, y escapar de morir, de igual forma que no se nos ocurra que podamos jugar con la esposa de nuestro vecino, y escapar de la muerte.

El Primer Mandamiento

Mateo 22:34‐38 ‐ Con que propósito le preguntaron esto? [ para tentarle] Entre ellos tenían sus grupitos, sin duda, que habrán tenido algún concepto ʹoficialʹ de que cual era el mandamiento mas importante, y querían hacerlo tropezar. Ahora, como vimos anteriormente, el mandamiento Jesús lo cita de Dt. 6:1‐9, donde el contexto es el de la obediencia a los mandamientos en general. Y esto nos empieza a dar luz sobre el significado del primer mandamiento: que obedecer este mandamiento, es poner por obra todos los demás.

Y esto concuerda con lo que hemos dicho desde el principio: que el mandamiento es el reflejo de la mente de Dios; no es simplemente una instrucción que el nos ha impuesto, sino que es una descripción, en términos humanos, de las cualidades y el tipo de vida que tenemos que llevar para ser como el Creador. Si queremos vivir para siempre con el Creador, tenemos que ser como El. Si queremos amar al creador, vamos a querer imitarlo, a ser como El, y los mandamientos nos enseñan como hacerlo.

  • Juan 14:15 ‐ Si me amáis, guardad mis mandamientos. Como se manifiesta nuestro amor por Cristo, quien nos da los mandamientos de Dios? [obedeciéndole]
  • v. 21 ‐ El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama.
  • v. 22‐23 ‐ El que me ama, mi palabra guardara.
  • v. 24 ‐ y las palabras de el de quien eran? De Dios. Así que obedecer a las palabras de Cristo es la forma en que expresamos nuestro amor tanto por Cristo como por Dios.

Y por esto hay que estudiar la palabra: el primer mandamiento, el mas importante, es que amemos a Dios con todo nuestro corazón, nuestras fuerzas, nuestra alma. Y ese amor no es un sentimiento: es algo que se tiene que realizar con hechos, con la obediencia a los mandamientos. Así que implica que tenemos que esforzarnos hasta lo sumo por conocerlos, y luego por obedecerlos.

Y este es otro punto critico de los mandamientos: De nada sirve conocerlos, si no los practicamos. Si no los vivimos, si no los obedecemos. Como dice Deuteronomio: los tenemos que poner como adorno en nuestras casas, en nuestras puertas para que los veamos al entrar y al salir, repetírselas a nuestros hijos, y nuestros hijos son los que nos revelan muchas veces la hipocresía que esta en nosotros. Hay que obedecerlos, o sino, de nada sirve conocerlos. I Juan 2:3‐5 ‐ En esto se conoce, si los guardamos. De nada sirve decir que le conocemos, si no los guardamos.

El amor al que nos llama la Biblia no es una simple emoción, no es un sentimiento. Es algo que se vive prácticamente, algo que se manifiesta en hechos sobre todo. El amor a Dios es guardar sus mandamientos; no es el sentimiento que tenemos que El es el gran Creador, o la gratitud por las bendiciones que nos da.

El amor de la Biblia es algo que se practica, que se conoce por los hechos.

Porque veamos como es que conocemos el amor de Dios por nosotros: I Juan 4:8 ‐ Dios es amor. Y cual es la evidencia, la seña del amor de Dios, por medio de la cual la identificamos? v. 9‐10 ‐ En que mando a su Hijo a morir por nosotros, para perdón de nuestros pecados. La Biblia dice que Dios es amor. Y como lo sabemos? Por el sacrificio que hizo.

El amor bíblico es sacrificio. Es dar nuestras vidas por los demás. Porque todos tenemos la oportunidad de beneficiarnos del sacrificio del hijo de Dios, pero que le podemos devolver a Dios? Que le podemos dar?

Salmos 50:7‐12 ‐ Que dice? [Todo es de El; que le vamos a sacrificar a Dios] Así que como podemos responder al amor de Dios? I Juan 4:11‐12 ‐ Como? [amándonos los unos a los otros]. v. 19‐21 ‐ Nuestro amor por Dios se da a conocer, principalmente, en nuestro amor por nuestros hermanos.

Veamos también Lucas 10:25‐29. Al final de esta sección, como reacciona este doctor de la ley? Se quiere justificar, y por eso le pregunta, que quien es mi prójimo, como diciendo que no he podido acatar a ese mandamiento por no saber quien es mi prójimo, estaba en ignorancia. Y así nosotros también, al leer que nuestro amor por Dios se debe dar a conocer en nuestro amor por nuestros hermanos, tal vez nos queramos justificar, y nos preguntemos, bueno, quien es mi hermano?

El cumplimiento de este mandamiento de todos, comienza con las personas mas cercanas a nosotros: nuestros esposos y esposas, nuestros padres e hijos, amigos, compañeros de trabajo. Si el amor a Dios no lo practicamos en la forma en que tratamos a las personas de nuestros hogar y lugar de trabajo, no tenemos ese amor en nosotros. Tenemos que aplicar el amor a Dios en el trato a los pasajeros del bus, los que hacen la limpieza en la oficina, el guardia a la entrada del supermercado.

El primer mandamiento es que tenemos que amar a Dios con todo nuestro corazón, con todo nuestras fuerzas, con todo lo que tenemos. Y como seres carnales, ese mandamiento nos puede gustar, porque parece que no requiere nada practico de nosotros, porque después de todo, Dios esta en los cielos, y que realmente le vamos a dar? Y podemos pensar que con tener sentimientos fuertes de gratitud hacia el Creador, de tener sentimientos fuertes y sinceros, que hemos obedecido. Pero el Dios de la Biblia no es un Dios de sentimientos bonitos, de simples palabras, y pensamientos.

Deuteronomio y Cristo nos dicen que al amor de Dios no es un sentimiento, es algo muy practico, y que es la obediencia a los mandamientos. Y como veremos en el segundo estudio, los mandamientos se resumen en amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, de amar a nuestros hermanos.

Y Jesús nos dio el ejemplo de lo que es el amor por los hermanos: es el sacrificio que se manifiesta por medio del servicio. De humillarnos a atender a las necesidades de nuestros hermanos. Y esto comienza muy cerca de nosotros, con nuestros esposos y esposas, con nuestros padres, con nuestros hijos , y con todas las personas que tenemos a nuestro alrededor.

Viviendo la Verdad (continuación)

El servicio a Dios debe ser primero en mi vida. Ninguna otra cosa es tan importante.

Como vimos en el primer punto del folleto, el amor a Dios es algo practico, que debe manifestarse en obras a diario.

  1. Mateo 6:30‐34 ‐ Nuestra preocupación primordial en esta vida debe ser la de cumplir la voluntad de Dios. Si nos preocupamos primero por lo de Dios, El se preocupara por lo demás. Si nos preocupamos primero por la carne, no alcanzaremos nuestras ambiciones carnales, ni mucho menos la salvación (Hageo 1). En esta vida, la mayoría de nosotros no somos personas que vamos a alcanzar grandes riquezas o poder, así que para que desperdiciar la vida afanándonos por cosas que de todas formas no alcanzaremos, o cosas con las que nunca estaremos satisfechos? Busquemos primero el reino, y aseguraremos nuestra salvación.

    • Mateo 7:13‐14 ‐ En el mundo es difícil resistir la tendencia de dejarnos llevar por la corriente de las personas que nos rodean. El mundo aspira a la comodidad económica, a verse bien, a sentirse bien, a tener lo mismo que tienen los vecinos, a practicar la religión de nuestros vecinos o padres. Ese camino ancho, cómodo, seguramente resultará en nuestra destrucción eterna. El camino a la salvación, si lo encontramos, será un camino por el cual van pocas personas, un camino relativamente difícil, un camino que demandara de nosotros mucha independencia en nuestra forma de actuar y pensar.

    • Mateo 6:24 ‐ Cristo dice que no es posible, y nosotros creemos que sí lo es? Muchas veces pensamos que la vida cristiana puede convivir con una vida de aspiraciones y ambiciones mundanas. Pero en la Biblia, la avaricia se relaciona con la idolatría (Col 3:5, Job 31:24‐28), y ante Dios, la idolatría es infidelidad, adulterio espiritual. Si no se nos ocurriera que nuestro esposo o esposa se conformaría con compartirnos con otra personas, por que se nos ocurriría que Dios se conformaría con nuestro adulterio espiritual? Tenemos que estar claros con respecto a cual es nuestro primer amor. Si no estamos claros, no nos salvaremos.

  2. Debo tener el constante deseo de hacer la obra del Señor tan fiel y diligentemente como sea posible. Dios no se complace con el servicio mediocre. No basta hacer las obras de Dios solo por hacerlas. Si vamos a tratar de buscar el reino de Dios, hay que buscarlo de todo corazón, no hay otra forma en que lo alcanzaremos.

    • Malaquías 1:6‐9, 13‐14 ‐ En estos días, los hijos de Israel pretendieron ofrecerle a Dios sacrificios de animales dañados o enfermos, y se quejaban que Dios no se los aceptaba. La respuesta de Dios es clara: no estoy tan desesperado como para aceptar de alguien porquerías, cuando en otras partes tengo mucha gente que con gusto cumple mi voluntad. La lección para nosotros es clara: nuestras obras en el servicio de Dios tienen que ser de máxima calidad; si no lo son, no nos engañemos con la ilusión que a Dios le estamos agradando, y que nos dará un galardón por nuestro servicio.

    • Mateo 24:44‐51 ‐ En esta parábola, el siervo perdió de vista que su Señor volvería, y que le pediría que rindiera cuentas de las responsabilidades que se le habían asignado. De igual forma, Cristo vendrá, y nos juzgará según el cumplimiento de sus mandamientos.

    • Lucas 17:7‐10 ‐ Somos siervos, y nuestro servicio no termina nunca. No podemos hacer sacrificios un tiempo para pensar que después podremos descansar; descansar sobre nuestros laureles, como se dice. Esta vida es de servicio, servicio interminable. Nuestro modelo es Cristo, y el por medio de su ejemplo no preparo a sus discípulos para tranquilidad y contentamiento, sino para trabajo duro en servicio a los demás.

Debo temer a Aquel que destruirá completamente a los desobedientes y a los infieles.

A veces la razón por la que no cumplimos la voluntad de Dios no es porque no queremos, sino por temor a presiones externas: temor a persecución, dentro y fuera de nuestras familias, o de cualquier persona que nos conoce y no respeta las decisiones espirituales que queremos tomar. En estos casos, recordemos que lo máximo que podrán quitarnos estas personas es nuestro orgullo, empleo, lugar en la familia, o quizá la vida. pero solo esta. Así que optemos mejor por temer al que nos puede eliminar de la salvación eterna, al que puede borrar nuestros nombres del libro de la vida.

  1. Éxodo 32:33 ‐ Al que pecare contra mi, a este raeré yo de mi libro. Apocalipsis 20:12‐15 ‐ Y el que no se hallo escrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
    • II Tesalonicenses 1:6‐10 ‐ Cristo vendrá, y juzgara según sus obras a los hombres. Este momento es el que da significado a nuestra existencia. Si no hubiera resurrección, o la posibilidad de salvación, pudiéramos hacer lo que quisiéramos. Pero no: habrá un juicio, donde la sentencia para los desobedientes será la perdición eterna.

    • Mateo 10:26‐28 ‐ Dios es el que nos puede destruir por completo, eliminarnos eternamente.

    • Mateo 25:29‐30 ‐ Cuando Cristo venga, a los que no cumplieron, los echara eternamente de su presencia. No tendrán oportunidad de arrepentimiento.

Mi Adoración en la Iglesia

Debo asistir fielmente cada semana al Partimiento del Pan, que es un recordatorio del sacrificio de Jesús. Solamente una verdadera imposibilidad de llegar debe impedirme asistir a este servicio.

Como vimos en el punto introductorio, si creemos (tenemos fe que) algo es necesario, debiéramos manifestarlo. La asistencia al partimiento del pan antes del bautismo, para participar en el servicio (menos en los símbolos) es una parte importante de nuestra preparación para bautismo.

  1. Mateo 26:26‐29 ‐ El establecimiento del partimiento del pan. Mandamiento a los discípulos: tomad y comed, esto es mi cuerpo. Mandamiento de beber de la copa, pues es la sangre del nuevo pacto, para perdón de pecados.
    • En el partimiento del pan recordamos nuestra membresia/participación en el cuerpo de Cristo, la iglesia: I Corintios 11:29 ‐ El que come sin discernir el cuerpo, juicio come y bebe para si. El que se ausenta y no participa, es como alienarse del cuerpo de Cristo. Es un mandamiento, y el que desobedece, en especial a este mandamiento, se esta separando de la familia de Dios.

      • Al participar del vino, reiteramos nuestra participación en el nuevo pacto para perdón de pecados, el pacto establecido por la muerte de Cristo. Una persona que no participa no puede aspirar a creerse parte del plan de salvación.

      • Juan 6:33, 48‐58 ‐ El pan simboliza la palabra de Dios, pan del cielo, y simboliza el hecho que vivimos por injerir el pan espiritual de Dios. Tampoco nos salvaremos si participamos solo del símbolo, pero no del verdadero pan de Dios, su palabra, hecha carne en Cristo Jesús (simbolizado por el pan).

    • I Corintios 11:23‐26 ‐ Haced esto en memoria de mi.

    • Hebreos 10:25 ‐ No dejando de congregarnos, como algunos tiene por costumbre.

    • Hechos 2:42 ‐ Parte de las costumbres fundamentales de la iglesia primitiva.

    • Hechos 20:7 ‐ Parece que había llegado a ser una tradición hacerlo domingo (el primero día de la semana); aunque de esto no hay mandamiento. I Corintios 16:2 ‐ Colecta el primer día de la semana.

Que otras actividades se hacen en la iglesia, en las que es importante participar?

    • Conferencia Pública ‐ El fin? [predicar la palabra a los de afuera] Nuestro papel? [Asistir para apoyar las actividades de predicación de la iglesia; los esfuerzos de Hnos. durante meses y años para que la iglesia pueda crecer; y todo viene a parar en que cuando alguien asiste a esa actividad, tenemos que atenderles bien; conversar con todos, buscar las personas que se han quedado marginados.

      • Tendemos a ser como los insectos que nos atrae la luz: es fácil conversar con personas que irradian energía y vitalidad, mucho mas difícil amistarnos de personas que parecen estar deprimidas, o que parecen tener problemas. Tenemos que superar nuestros instintos, y hacer un esfuerzo por conversar con personas con quienes normalmente no lo haríamos.

      • Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar de que la conferencia. Antes del bautismo, o de prepararnos para bautismo, esta hora era cuando nos atendían. Al aspirar a ser miembros de la iglesia, y especialmente al llegar a serlo, la iglesia se convierte en nuestro hogar, y la conferencia una hora en la que atendemos a las personas que nos visitan: asegurándonos que tengan refrigerio, para que se queden a conversar. Invitarlos a tomar folletos. Preguntarles que qué les pareció el estudio. Preguntar si están recibiendo los cursos bíblicos.

      • A veces para las personas nuevas, lo que escucharan en las conferencias será difícil, pesado o chocante; están orientadas al nivel promedio de las personas que regularmente asisten, así que es posible que de pasadas descartemos la trinidad, alma inmortal, diablo, ir al cielo, infierno, etc., y algunas personas pueden quedarse asombradas. Nuestra responsabilidad es identificar a estas personas, buscarlas para conversar con ellas antes que se vayan.

    • Clase Bíblica ‐ Función? [alimentar a los hermanos] En el partimiento del pan nos alimentamos en términos de la exhortación, de participar en los símbolos. En la conferencia nos vamos a comenzar a aburrir, pues no tienden a ser siempre temas de profundidad, sino repitiendo doctrinas básicas. La clase bíblica es para los hermanos; no hablamos de doctrinas básicas, sino que estudiamos temas o libros, lenta y cuidadosamente, para madurar espiritualmente. Hebreos 5:11‐6:2 ‐ Es necesario madurar.

    • Escuela Dominical y CJC (Circulo de Jóvenes Cristadelfianos). Para niños y jóvenes. Y de participar en estos, podemos pasar a ser maestros; creo que todo hermano y hermana debiera probar ser maestro de la escuela dominical por lo menos por algunos años. Los que no se crían en la iglesia entran con una desventaja: no tienen una familiaridad con la palabra de principio a fin, todos los

relatos del AT, de los evangelios, etc.. Esto se aprende dando clases de la escuela dominical, a cualquier nivel, pero especialmente la clase de los jóvenes.

      • Si nos bautizamos jóvenes, y seguiremos asistiendo a la ED/CJC, tenemos la misma función que la que tienen los hermanos en las conferencias u otras clases: la función y responsabilidad de recibir a todas las personas que nos visitan como que si estuvieran llegando a nuestra casa. Asegurarnos que se sientan bien, cómodos, no alienados. No estamos participando en estas actividades y clases para que nos sirvan, sino para servir. No hay papel mas importante para los jóvenes de la iglesia que el papel de recibir calurosamente a otros jóvenes. Los jóvenes por lo general se sienten inseguros, mucho mas al tratar de integrarse a grupos existentes. Nuestra responsabilidad es romper esas barreras, y hacer sacrificios por integrar a los nuevos.

  1. Debo llegar temprano a las reuniones de la iglesia para ayudar a que las actividades empiecen puntualmente. La tardanza no honra a Cristo.

    • Romanos 12:11 ‐ En cuanto a lo que requiere diligencia, no perezosos.

    • I Corintios 14:10 ‐ Hágase todo decentemente y en orden.

En esta iglesia no somos un grupo donde dependemos de solo la asistencia del pastor y la persona que toca la música. En cualquier domingo, casi todos los Hnos. tendrán un papel en las actividades de la iglesia, y si uno o mas hermanos llegan tarde, o cabal a la hora, se perjudica la calidad de lo que ocurre. Presidir, exhortar, orar, clases de jóvenes o niños, arreglo del local, limpieza, preparación del refrigerio, pan y vino, atención a las visitas, el mal ejemplo de Hnos. que llegan tarde cuando las visitas llegan puntualmente; todos hacen necesaria la puntualidad.

    • Tenemos que decidir que clase de Hnos. vamos a ser: los hermanos de los que llegará a depender la iglesia, o simplemente personas que estamos allí. Todas las veces que hay reuniones de cualquier tipo van a haber dos clases de hermanos: las que hacen todo, y los que solo asisten ‐ las personas que llegamos temprano para poder colaborar con cualquier necesidad, y los que llegan cuando ya todas las dificultades imprevistas se han solucionado.

    • Como en cualquier aspecto de nuestras vidas, la tardanza es síntoma de una falta de disciplina propia, probablemente por no tomar las cosas en serio. Cuantas veces llegamos tarde al colegio o al trabajo? 1 o 2 veces al año? Si las cosas de Dios son mas importantes, debiéramos ser aun mas puntuales. Pero como en todo lo espiritual, como no hay consecuencias inmediatas, existe el peligro de tender a la haraganería.

    • Llegar a tiempo a los servicios es muchas veces un proceso de preparación que comienza días antes. Con niños pequeños, tenemos que tener la ropa, refrigerio, clases preparadas, camisa planchada, haber comprado lo que necesitamos, haber preparado los estudios. Hay que anticipar todo lo que se puede prevenir, para dejar tiempo hasta para lo imprevisible. Y esto lo sabemos hacer; para el trabajo lo hacemos 5 o 6 días a la semana. Sería incorrecto que le diéramos mayor prioridad a otras cosas que a las de Dios.

  1. Debo saludar a todos mis hermanos de una manera cálida, alegre y amistosa.

Que importancia tiene el saludo entre los hermanos? [se rompe el hielo para permitir conversar, crear amistades, etc.] La mayoría somos personas que en la vida nos sentimos por lo menos un poco inseguras, y si al llegar, nadie nos dirige la palabra, es probable que nos encerremos cada vez mas en nuestro propio mundo interno. Imaginémonos como nos sentiríamos como extraños en la iglesia de otras personas, y como nos gustaría que nos trataran en esas circunstancias.

    • Juan 13:34‐35 ‐ Un nuevo mandamiento os doy: que os améis unos a otros, como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

      • Así que esto tan sencillo como saludar, comienza siendo algo para el bien mutuo, pero es también una forma de predicar; demostrando públicamente que nos llevamos bien. Claro es necesario tomar las medidas necesarias para que lo que ocurre en publico no sea una farsa, cuando en verdad nos detestamos.

    • Romanos 12:10 ‐ Amaos los unos a los otros con amor fraternal. Que es el amor fraternal? [amor de hermanos; seamos amistosos los unos con los otros; tratémonos con calor, abiertamente .

    • Efesios 5:2 ‐ Y andad en amor, como también Cristo nos amo…

    • Colosenses 3:12‐14 ‐ La forma en que debemos tratarnos: con mansedumbre, paciencia, y sobre todo, con amor. Esto es algo practico y profundo, pero comienza con las cosas sencillas.

    • I Tesalonicenses 4:9 ‐ Acerca del amor fraternal no tenéis necesidad que os escriba

  1. En todos los servicios de la iglesia debo prestar toda mi atención con una mente alerta.

Hay muchas razones por las cuales esto es importante:

    • Para aprender. La salvación es por fe, la fe es por oír, y el oír por la palabra de Dios [Romanos 10:17].

    • Para darle ejemplo a otras personas que tienden a distraerse

    • Para apoyar al Hno o la hna que ha hecho el esfuerzo por preparar el estudio.

    • Para fijarnos si se han cometido errores en la enseñanza; esto es responsabilidad de todos los hermanos.

    • Por respeto y cortesía. Pasajes:

    • Nehemías 8:3, 5, 7‐8 ‐ Se leyó delante del pueblo, desde el alba hasta el mediodía, y el pueblo estaba atento.

    • I Corintios 11:27‐29 ‐ Cada uno pruébese a si mismo… este habla específicamente del contexto del partimiento del pan. Como podemos asistir a participar de los símbolos de la muerte de Cristo, y estar pensando en otras cosas?

    • Hechos 17:10‐11 ‐ Recibieron con toda solicitud, escudriñando si estas cosas eran así. Y a estos se les califica de mas nobles que los de otras partes.

  1. Cuando se me pida una oración publica, debo hacerla humildemente, y con lenguaje sencillo.

    • Ecl 5:1‐3 ‐ Dios esta en el cielo, y nosotros en la tierra.

    • Mateo 6:7‐8 ‐ No uséis vanas palabrerías…

    • Mateo 23:5, 14 ‐ Que por pretexto hacen largas oraciones…

  2. Al contribuir generosamente a la colecta de la iglesia, estoy dando al Señor.

La colecta es el fondo, voluntario, que la iglesia utiliza para funcionar. Idealmente, debiéramos como iglesia aspirar primero a la independencia económica, para que no tengamos que estar pidiendo de otras iglesias, y para que luego nosotros podamos ser contribuyentes a otras iglesias y misiones.

    • Malaquías 3:7‐10 ‐ Los diezmos en el caso del pueblo de Israel. Ya no diezmamos, pero el principio es relevante.

    • Hageo 1:2‐11 ‐ Pusieron primero sus casas, antes que la de Dios [la iglesia] y por eso nunca realmente prosperaron.

    • Marcos 12:41 ‐ La viuda.

    • II Corintios 8:12‐15 ‐ Si primero hay voluntad dispuesta, será acepto según lo que uno tiene…

    • II Corintios 9:6‐11 ‐ El que siembra escasamente, igual segará. cada uno de como propuso en su

corazón el que da semilla al que siembra y pan al que come proveerá y multiplicara vuestra

sementera…

    • I Corintios 16:1‐4 ‐ Poner aparte el primer día de la semana; hacerlo en forma disciplinada, sistemática.

    • Proverbios 3:9‐10 ‐ Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de tus frutos, y serán llenos tus graneros con abundancia [Buscad primero el reino de Dios, y todo lo demás os será añadido.]

  1. Debo dedicar mucho esfuerzo y cuidado a los preparativos para mis deberes en la iglesia.

La calidad de lo que se hace en esta iglesia depende de la preparación de cada miembro individualmente. Esta no es una iglesia donde simplemente se asiste; es una iglesia que ES sus miembros: todos.

    • Romanos 12:4‐8 ‐ Hacer buen uso de los dones, con consciencia.

    • Apocalipsis 2:2‐5 ‐ Habían decaído de su primer amor, su primer entusiasmo.

    • I Timoteo 4:12‐16 ‐ Ocupate…permanece…ten cuidado… persiste.

    • II Timoteo 2:15‐16 ‐ Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse.

    • I Pedro 4:20 ‐ Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme sabiduría de Dios.

Mi Adoración Privada

  1. Debo orar por lo menos cada mañana y cada noche.

La oración es una parte fundamental de nuestra vida espiritual, y aunque en un principio parece buena la idea de ser espontáneos, de orar cuando sintamos fuertemente en el corazón el deseo de hacerlo, el problema es que esos momentos tienden a ser esporádicos, y pueden pasar días o meses sin que los sintamos… así que yo siempre recomiendo la disciplina en la oración.

    • Marcos 1:32‐35, 36‐38 ‐ En un momento de crisis, cambia de rumbo por la respuesta a la oración.

    • Daniel 6:1‐3, 9‐11 ‐ Mantuvo su disciplina, aun bajo adversidad. O sea que reconocía que era critico. [Ez 14:13‐14 ‐ la estatura de Daniel, a los ojos de Dios.]

    • Lucas 18:1‐8 ‐ Perseverar, ser constantes

    • Mateo 7:7‐11 ‐ Pedir: a veces queremos que Dios simplemente nos de, y le reclamamos por no habernos dado. Hay que pedir, hay que expresar esos deseos, esos anhelos, esas necesidades. El sabe que nos tiene que dar. Tratemos de madurar: si mi hijo me pide dulces, no le doy…

    • Santiago 1:2‐8 ‐ Pidamos sabiduría, sin dudar. 4:3 ‐ Pedimos y no recibimos, porque pedimos mal. Mateo 6:9‐13 ‐ El modelo del Padre Nuestro.

Padre Nuestro que estas en los cielos

    • Padre: nos ama, nos dio vida, nos engendró y nos recibe como hijos, nos escucha, nos disciplina.

    • Nuestro: es Padre de todos nosotros; está escuchando las oraciones de miles, no solo las nuestras; las oraciones de ayer, hoy y mañana. Así que a veces lo que se le pida, lo que será necesario hacer para otros nos afecte a nosotros, y no se nos podrá conceder oraciones a nosotros, porque afecta a otras personas.

    • Que estas en los cielos: El lo ve todo, el habita en otra condición; no existe en el lodo, como nosotros, no ve las cosas solo en términos del beneficio inmediato, como nosotros. Dios no es hombre.

      • Los cielos son los cielos de Jehová, la tierra ha dado a los hijos de los hombres. Si le pedimos al Dios de los cielos solo por cosas de la tierra?

Santificado sea tu nombre

    • Fácil decirlo; no tan fácil cumplirlo, vivirlo. Como le santificamos a Dios? Por medio de nuestras obras, como sus hijos. Si le ven a mi hijo malcriado, deducen algo acerca de mi… al vernos a

nosotros, piensan mal de nuestro Dios. Num 20:12, 24. ‐ No le santificaron, por su desobediencia. 27:14. Ez 20:41, 36:23.

Venga tu Reino; Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

    • El reino se establecerá aquí. Este es el único lugar donde no se cumple a cabalidad la voluntad de Dios. En el cielo y los cielos de los cielos, de donde vendrá Jesús en gloria, todo es de acuerdo a la voluntad de Dios. Hay un solo rinconcito del universo donde esa voluntad no se cumple: oremos que se le de fin a esta irregularidad.

    • Pedimos primero que se cumpla la voluntad de Dios, por la solución a todos los problemas, no solo a los de hoy, a los nuestros. Pedimos primero por lo celestial, lo divino, no lo nuestro.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

    • No os afanéis por vuestra vida… queremos tener el futuro asegurado; Dios nos dice que nos preocupemos por solo el día de hoy.

    • Cuantos le pedimos esto: si le vamos a pedir esto, es porque nos vamos a satisfacer con esto : acaso seria apropiado orar por algo con que realmente no estaremos satisfechos?

    • Implica que nos estamos levantando de mañana a orar.

Perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

    • Perdónanos de la forma que perdonamos? O sea que si no perdonamos nosotros, El tampoco perdonará?

    • Un recuerdo que para recibir perdón, hay que perdonar?

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

    • Habiendo pedido perdón de pecados, rogamos no volver a lo mismo. General:

    • se puede repetir, no creo que andemos mal, pero por lo general lo asimilamos como modelo.

  1. Debo dar gracias a Dios por todo, aún por las cosas más comunes, y dar gracias antes de cada comida.

El dar gracias antes de cada comida es mas bien una recomendación, que un mandamiento directo de las escrituras. Pero si abundan pasajes que hablan de la necesidad de ser agradecidos.

    • Efesios 5:20 ‐ Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

    • Colosenses 3:15‐17 ‐ Sed agradecidos… dando gracias a Dios Padre por medio de el.

    • I Tes 5:18 ‐ Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros…

    • I Tim 6:6‐8 ‐ Gran ganancia la piedad acompañada de contentamiento: agradecemos lo que tenemos, no andamos renegando, queriendo más de lo que nos ha tocado.

  1. Debo leer pensativamente las Escrituras todos los días, dando gracias a Dios por ellas y pidiéndole que me ayude a entenderlas mejor.

Este libro, la Biblia, es el fundamento de todo lo que en esta iglesia ocurre. Si los hermanos y las hermanas no están leyendo, y estudiando la Biblia, la iglesia fracasa. No puedo enfatizar demasiado este hecho: su salud espiritual, y su salvación, dependen de que lean, estudien y mediten constantemente en la palabra. Como estudiamos con relación al Espíritu Santo: se manifiesta por la palabra de Dios. Si la palabra no está en sus vidas, tampoco lo está el Espíritu, y si no lo está el Espíritu, no lo está Dios.

La palabra es el pan de la vida. Sin la palabra, no nos salvaremos.

    • Juan 6:25‐35, 51‐53 ‐ Si no coméis mi carne, no tenéis vida. Y quien es Jesús? 1:14 ‐ La palabra hecha carne. Sin esta palabra, no tenemos vida. Punto.

    • Salmo 1:1‐3 ‐ En la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.

    • Salmo 119:97‐104 ‐ El amor por la palabra.

    • Hechos 17:11 ‐ La nobleza de los de Berea.

    • Mateo 4:2‐4/Dt. 8:2‐3‐ Jesús en todas las tentaciones utiliza la palabra para superarlas. Ese es nuestro modelo para lograr alcanzar una victoria sobre el pecado en nuestras propias vidas.

    • Hechos 20:32 ‐ Los encomienda a la palabra.

    • Proverbios 28:9 ‐ El que no lee, que no ore. Dios no está para monólogos.

Recomendación? El guía de lecturas diarias. Conviértanlo en una disciplina. Si quieren rebajar, salen a correr, y lo hacen a las 6 de la mañana, porque sino después no queda tiempo. Denle prioridad a esto, en algún momento del día, todos los días.

  1. Debo aprender ciertos pasajes bíblicos de memoria para instruir a otros acerca de mi fe.

Si vamos a meditar en la palabra constantemente, es necesario tenerla en mente…

    • Colosenses 4:6 ‐ Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal…, para que sepáis como debéis responder a cada uno…

    • I Pedro 3:15 ‐ Estad siempre listos para presentar defensa con reverencia y mansedumbre a todo el que os demande razón de…

Mi Deber para con mis Semejantes

  1. Siempre debo pagar mis obligaciones con prontitud.

Pasajes:

    • Romanos 13:8 ‐ No debáis nada a nadie…

    • Proverbios 22:7 ‐ El que presta es siervo del que le presta.

    • Levítico 19:13 ‐ No retener el salario del jornalero hasta la mañana.

Es necesario que seamos personas puntuales en pagar nuestras deudas, personas que huimos de la deuda, que no pedimos demasiado fiado.

  1. No debo obligar a nadie a devolverme alguna pertenencia que me haya robado o tomado prestado.

Pasajes:

    • Mateo 5:39‐42 ‐ No resistáis al que es malo.. a al que quiere ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa… al que te pida, dale, y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehuses.

    • Lucas 6:30 ‐ Al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

    • I Corintios 6:7 ‐ Porque no sufrís mas bien el agravio? Cual es el principio de todos estos?

    • Evitar conflicto. No darle importancia a lo material. No darle importancia a lo nuestro.

  1. Debo orar aun por lo que se hayan convertido en enemigos míos. Debo responder a su maldad con bien.

    • Mateo 5:44‐47 ‐ Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, orad por los que os ultrajan y persiguen. Aquí Jesús toca no solo nuestro comportamiento, sino nuestros mismos pensamientos.

    • Romanos 12:17‐21 ‐ No paguéis a nadie mal por mal… en cuando dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos. Si tu enemigo tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonaras sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo [reaccionando mal, pecando, ofendiendo verbalmente] sino vence con el bien el mal.

    • I Corintios 4:12 ‐ Nos maldicen, y bendecimos…

    • I Tesalonicenses 5:15 ‐ Mirad que nadie pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos con otros, y para con todos.

    • Levítico 19:18 ‐ No te vengareis, ni guardaras rencor a los hijos de tu pueblo, sino amaras a tu prójimo como a ti mismo.

El principio general? [Demostrar la integridad de Dios en amar a todo el mundo, y no dejarnos controlar por el comportamiento ajeno; no ser personas que reaccionamos, sino que establecemos la pauta del comportamiento.]

  1. El ejemplo mismo de mi Señor me prohibe usar la fuerza o la violencia.

Los Cristadelfianos somos objetores de conciencia: no prestamos servicio militar. Además nos abstenemos de todo empleo o pasatiempo que implique el uso de violencia. No poseemos armas, ni las usamos. Uno de los principios tiene que ver con la ciudadanía; no vamos a poner el control de nuestras vidas en manos de personas que tiene otros principios:

    • Fil 3:20 ‐ ciudadanía en los cielos, Heb 11:14‐16 ‐ extranjeros y peregrinos, Heb 13:14 ‐ No tenemos aquí ciudad permanente.

En contra de la violencia:

    • Mateo 5:39‐41 ‐ El que te golpea, volver la otra…

    • Mateo 26:51‐53 ‐ Todos los que tomen la espada, a espada perecerán. Y Cristo no reacciona, aun teniendo a su disposición multitudes de ángeles.

    • Romanos 12:17‐21 ‐ En cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres… no seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

    • I Pedro 2:19‐23 ‐ El ejemplo de Cristo.

    • Génesis 6 ‐ la violencia que llenaba el mundo.

  1. Debo ser siempre cortes, aun ante una fuerte provocación, y evitar hablar con dureza.

La cortesía y humildad de nada valen, cuando las manifestamos solo con personas igualmente corteses con nosotros. Es nuestro comportamiento bajo adversidad el que mas importa.

    • Proverbios 12:16 ‐ El necio al punto da a conocer su ira; mas el que no hace caso de la injuria es prudente.

    • Proverbios 15:1 ‐ La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.

    • Proverbios 19:11 ‐ La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.

    • Pedro 3:8‐9 ‐ Sed… compasivos, amigables, bendiciendo, para reflejar la bendición que heredamos.

    • Hebreos 12:14 ‐ Seguid la paz con todos.

  1. En todos mis negocios con otros debo ser estrictamente honesto y justo. No debo mezclarme con las practicas deshonestas que son tan comunes en el mundo.

    • Levítico 19:35‐36 ‐ No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida [hora, minutos, metros cúbicos, etc..] Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis ‐ y Dios es testigo.

    • Deut 25:13‐16 ‐ No tener pesa grande y chica, efa grande y pequeña, abominación a Jehová cualquier injusticia.

Ejemplos? Socios que no quieren reportar todos los ingresos, el uso de fondos de la empresa para cosas personales, productos mal hechos, subir precios (redondeando), no dar vuelto exacto o completo, no trabajar bien, robar, etc..

  1. En todas las cosas, debo hacer con los demás como yo quiero que ellos hagan conmigo.

Este es esencialmente un resumen de todo lo relacionado con el amor al prójimo.

Mi Deber Especial Para con Mis Hermanos

  1. Siempre debo de tratar de ver lo mejor en los demás, y no lo peor.

    • Lucas 6:41‐42 ‐ La paja en el ojo ajeno, la viga en el nuestro.

      • Una de las tendencias humanas al aprender mas y mas detalles de los caminos de Dios es que ese conocimiento lo comenzamos a utilizar para juzgar a otras personas, para andarnos fijando en los defectos ajenos.

      • Y los defectos ajenos muchas veces son fáciles de ver, o imaginar: el Hno que no trae siempre a sus hijos a la ED, el Hno. que falta a las actividades de la iglesia, el Hno. que parece haber recaído en cuanto a alguna doctrina, o algún comportamiento.

      • Y entre mas sacrificio hacemos nosotros por las cosas de Dios, mayor tendencia hay de juzgar a otras personas…

    • Filipenses 2:3 ‐ Estimar a los Hnos. como superiores a nosotros mismos.

      • Así que cuando le vemos al Hno o hna en un comportamiento que nos parece dudoso, cuestionable, comencemos pensando que ellos sin duda saben lo que hacen, que sin duda lo han pensado, que sin duda están luchando.

      • Esto es esencialmente el respeto: y dudar de las motivaciones o la sinceridad de otros Hnos. en lo que hacen es una falta de respeto.

      • Y si algún Hno nos ofende, hay que pensar bien de ellos: que quizá fue sin intención, fue un problema de comunicación, o tiene problemas en la casa, o están bajo estrés, o que ellos interpretan la palabra de tal forma que les hace ver las cosas en forma estricta.

  2. No debo ser muy susceptible a las ofensas, sino acordarme de lo mucho que Dios me ha perdonado. A veces en la cultura latina he escuchado que los hombres dicen que ʹcuidadito que yo so delicadoʹ, como diciendo que hay que tener cuidado con ellos, porque fácilmente se ofenden. Y eso, aunque lo digamos o no, si lo somos, crea barreras entre nosotros y los demás Hnos., que no pueden estar tranquilos con nosotros.

    • Eclesiastés 7:21‐22 ‐ No hay que estar atentos siempre al que‐dirán De Cristo dijeron muchas cosas, pero el no se dio el lujo de ʹofenderseʹ.

      • Sin embargo, hay formas de escapar de esto que realmente no dan resultado, ni son respuestas espirituales; una de ellas es la salida de cerrar herméticamente nuestra emociones, y no dejamos que nos afecte nada. Pero si somos así, normalmente nos costara manifestar la compasión, y compartir con otros sus dolores. Así que el camino de Cristo es difícil: no cerrarnos para ser insensibles, pero tampoco permitirnos el usar nuestra sensibilidad como pretexto para resentirnos con otras. En mi iglesia en Canadá tenemos varias hermanas, y un par de hermanos, que son bocones, pero delicados, y son una pesadilla; siempre andan resentidos, siempre peleados con alguien… pero del otro lado, también son buenos en situaciones de dificultades personales.

    • Colosenses 3:12‐14 ‐ Benignidad, mansedumbre, paciencia, soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros. Y en que forma? [Como Cristo nos perdono]. Así que ser resentidos, delicados, es una muestra de ingratitud a Dios y a Cristo por la paciencia que tienen con nosotros, por la benignidad que ellos nos muestran.

Las ofensas y malos entendidos siempre ocurren: pero como actuaremos ante ellos es lo que define lo que somos.

  1. Debo aceptar la reprensión con paciencia y humildad.

Un gran ejemplo de esto me parece que es el caso de Balaam con el asna. Y que nos enseña ese incidente? Que por palabras de la persona menos esperada, menos respetada, podrán venir reprensiones que nos salven la vida. Ese jovencito recién bautizado, tan ilusionado, tan ingenuo, que nos llama la atención por algo… y la tendencia es de descartar lo que dice… o la hna anciana que vive sola, y no hacerle s caso.

    • Hebreos 12:9‐11 ‐ Dios nos disciplina. Pero a ninguno de nosotros nos manda ángeles personales que nos regañen; a lo mejor lo hace por la palabra, por las experiencias de la vida, y por nuestros Hnos. Así que cuando alguien nos reprenda, hagamos caso. Tal vez son el miembro del cuerpo de Cristo que Cristo mismo ha designado para corregirnos.

Mis Relaciones con ni Familia y mis Amigos

  1. Debo escoger con cautela mis amigos. Algunos me ayudarán pero otros me impedirán en mis esfuerzos para seguir a Cristo.

En el mundo elegimos nuestros amigos en base a las cosas que queremos alcanzar en la vida, porque no hacemos lo mismo si aspiramos a salir adelante espiritualmente? Siendo de la Verdad, es aconsejable buscar la compañía de los que sabemos que buscan lo mismo de la vida.

    • I Cor 15:33

    • Prov. 13:20

    • I Reyes 12:8‐11, 16;

    • II Cron 24:15‐18

    • I Pedro 4:3‐5, 8.

Principios Para Mi Vida en la Iglesia

  1. Debo imitar a aquellos hermanos que dan el mejor ejemplo en la iglesia.

    • I Corintios 11:1/4:15‐16/Fil 3:17 ‐ Sed imitadores de mi, como yo de Cristo.

    • I Tes 1:6 ‐ Imitadores de nosotros y el Señor….

    • II Tes 3:6‐9 ‐ Le imitaban en algo, y ellos también se preocupaban por dar ejemplo, comportándose de una manera mas perfecta de lo necesario, para establecer un nivel alto de ejemplificación (set bar high).

La tendencia de la carne en una comunidad es utilizar las debilidades de los demás como justificación para no hacer nada nosotros, o para seguir siendo mediocres en cualquier cosa:

    • Si hay hermanos que sabemos que no estudian, lo utilizamos como pretexto para no estudiar.

    • Si hay hermanos que no participan, lo utilizamos como pretexto para no participar.

    • Si hay hermanos que no asisten regularmente, nos sirve de pretexto cuando no queremos ir.

    • Si hay hermanos que no colaboran, nos sirve de pretexto para tampoco ayudar.

En la escritura tenemos personas que imitaban a los mejores: Josué a Moisés, Eliseo a Elías, y aun cuando tal vez no nos parezca tener en nuestro alrededor a hermanos ejemplares en todo, en la escritura los podemos encontrar.

  1. Debo ayudar siempre en la predicación del evangelio, en la manera que pueda, especialmente asistiendo a todas las reuniones de la iglesia. Debo hablar a otras personas en cualquier oportunidad acerca de la esperanza que es tan preciosa para mí.

    • Romanos 10:12‐15 ‐ Como oirán sin haber quien les predique?

    • Marcos 16:15 ‐ Id por todo el mundo y predicad el evangelio….

    • En los evangelios, Cristo anduvo constantemente predicando el evangelio del reino de Dios. Lucas 4:42‐44 ‐ Es necesario que en otras ciudades también anuncie el evangelio del reino de Dios, porque para esto he sido enviado; 8:1 ‐ Jesús iba por todas las ciudades anunciando el evangelio del reino de Dios; 9:1‐2 ‐ Los envió a predicar el reino de Dios; 9:11 ‐ Y cuando la gente lo supo, lo siguieron, y les recibió y les hablaba de? [el reino de Dios; 9:59‐62 ‐ Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tu, ve y anuncia el reino de Dios. ninguno que poniendo su mano en el arado mira

hacia atrás es apto para el reino de Dios….

La misión principal de la iglesia es salvar almas; personas. Tenemos que crecer, existimos para predicar, en palabra y acción, el mensaje de salvación, que Cristo viene, que habrá juicio, y que puede haber vida eterna para los que la busquen.

En términos prácticos, la predicación puede ser de muchas formas.

    • En este país, en la etapa en que estamos, la misión (financiada por otras iglesias ) invierte muchos recursos humanos y económicos en atraer personas a la comunidad; las personas que vienen son el fruto de años de perseverar, horas incontables. Y cuando lleguen, esta en manos de los hermanos de la iglesia si se quedan…

      • En esto conocerán que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros.

      • Predicamos efectivamente por nuestro comportamiento los unos hacia los otros. Si nos ven que realmente entre nosotros no hay verdadera intimidad, confianza y amor, deducirán que ese el espíritu de esta iglesia, que no era el espíritu de Cristo. Si ven que hay divisiones, porque se quisieran involucrar?

      • Hacerles sentirse en casa: vienen a un ambiente extraño, donde les enseñaremos cosas totalmente inesperadas; hay que hacer un gran esfuerzo por hacerles sentirse bien.

    • Hablando con amigos y familiares, personas con las que nos encontramos en la calle.

      • Nuestros amigos y familiares son los que tenemos mayores probabilidades de poder atraer, y retener, porque ya tendrán otras razones personales por quedarse.

    • Colaborando con los esfuerzos de la iglesia, por ejemplo los viajes a Ambato.

  1. Debo guardarme de los falsos profetas y probar a la luz de la Palabra de Verdad todo lo que oigo sobre enseñanzas religiosas.

    • I Tes 5:21 ‐ Examinadlo todo, retened lo bueno.

    • II Pedro 2:1‐3 ‐ Vendrán falsos profetas…

    • Mateo 24:24 ‐ Falsos profetas.

    • Efesios 4:14 ‐ Para que ya no seamos llevados por todo viento de doctrina… artimañas del error…

    • Hebreos 13:9 ‐ No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas..

  2. Las quejas y las murmuraciones hacen mucho daño en la iglesia. Si me doy cuenta de algo tan malo que no puedo pasarlo por desapercibido, debo hablar primero con la persona involucrada . Si no me hace caso, debo hablar primero con la persona involucrada. Si no me hace caso, debo ir nuevamente a hablarle, acompañado de otro hermano/a. Si todavía no se resuelve el problema, entonces debo llevar el asunto ante la iglesia.

De quienes era característica el murmurar? [los hijos de Israel, al salir de Egipto].

  • Éxodo 15:22‐24 ‐ Que acaba de pasar? [destrucción de los egipcios en el mar rojo, pascua y la muerte de los primogénitos de todo Egipto, otras 9 plagas, salieron con gran riqueza, libertad después de siglos de esclavitud.] Pero al primero problema? [murmuran…]

  • Éxodo 16:1‐3 ‐ Y luego? [les hace falta pan] Y como reaccionan? [murmuran] Y Moisés? 16:6‐8 Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Dios. Igual, nuestra iglesia no ha sido creada por hombres, no es el producto de una comitiva, sino que la palabra se esparció, y algunas semillas han caído en tierras escogidas por Dios, y han brotado. Si murmuramos contra nuestros hermanos, contra la iglesia, estamos criticando la obra de Dios…

  • Números 14:26‐33 ‐ Y los que murmuran, los que nunca están conformes? [no entran a la tierra] Salmo 106:24‐25 “Murmuraron en sus tiendas”, es algo que se hace indirectamente, y por eso cuesta eliminar definitivamente. La persona que murmura nunca afronta los problemas reales para definirlos y resolverlos.

  • El otro grupo que murmura en la Biblia es los fariseos, y los adversarios de Jesús. No se atrevían a decir las cosas contra el directamente, por temor del pueblo, así que se limitaban a criticar en voz baja, a sembrar la critica encubiertamente. Luc 5:30‐32 (no a Jesús directamente), Lucas 15:1‐2, 19:5‐7 ‐ Los que murmuran también tienden a ser personas que juzgan.

    • Que es lo que nos lleva a murmurar? [una pésima actitud; desconfianza en nuestros hermanos, en nuestros líderes, en Dios.] Es un pueblo que estuvo esclavizado, no tenían de otra al estar esclavos. Pero siendo ya libres, con líderes de entre ellos mismos, un Dios bondadoso, tenían que madurar, asumir responsabilidad por su propio destino.

    • Filipenses 2:14‐16 ‐ Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.

    • Santiago 5:9 ‐ Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. Que tiene que ver la proximidad del juez? [con la medida con la que juzgamos seremos juzgados]

    • Mateo 18:15‐17 ‐ Una forma de resolver conflictos. Primero? [v. 21‐22 ‐ Perdonar; Pedro entendió…] Y si por algún motivo, el perdón huye de nosotros? [hablar; hablar con la ayuda de otros] El ultimo punto es para casos excepcionales, en que alguien nos esta ofendiendo profundamente, y las iglesias normalmente se hace solo con a criterio de los ancianos, y sumamente raro.

  1. Si guardo rencor contra algún hermano, el dejar de asistir a las reuniones de la iglesia no resolverá el problema. La única solución es pedirle a Dios que quite el resentimiento de mi corazón.

Una de las tendencias que existe en nosotros es el huir de los problemas. Y cuando el problema es con un hermano, la carne lo que piensa es ‘bueno, voy a dejar de ir’. Y los justificamos: “No quiero crear problemas en la iglesia”, “no les caigo bien a los demás de todas formas”, etc. S

Son pretextos para evadir la responsabilidad de resolver los problemas con nuestros hermanos y hermanas, para que la iglesia pueda seguir funcionando. Hay humildad, y falsa humildad. Falsa humildad es cuando estamos en un plano de ‘pobre de mí, pobre yo, nadie me quiere’, y la satisfacción carnal de sentirnos lastima por nosotros mismos nos es mas fácil e importante, psicológicamente, que la satisfacción que pudiera nacer de haber enfrentado un problema, y haberlo, después de mucho esfuerzo, resuelto.

Y también hay problemas que no podemos resolver, porque aunque para nosotros existen, sabemos que nadie vería justificación en nuestro comportamiento ‐ así que no le podemos hablar al hermano o a la hermana diciendo que tenemos un problema con esto o lo otro, porque nadie nos daría la razón.

Lastimosamente, por el momento somos de la carne, y a veces nos cuesta perdonar o superar ciertas cosas, por ejemplo:

    • que alguien tenga buen empleo, y nosotros no

    • que alguien tenga un buen marido o una linda esposa, o buena familia, y nosotros no

    • que alguien tenga buena salud

    • que alguien sea una persona naturalmente agradable, y amigona con todos, y a nosotros nos cuesta llevarnos hasta con las plantas.

Así somos. A veces los resentimientos nacen de complejos en nosotros, cuando no ha habido ofensa.

    • Salmo 73:1‐9 ‐ En este caso, las personas a quien el salmista casi cae en el error de envidiar no son hijos de Dios. Pero a veces los hijos de Dios también gozan de prosperidad [Job] y nos resentimos.

v. 21‐25 ‐ Se llenó de amargura mi alma… A quien tengo en los cielos sino a ti? Con estas cosas solo Dios nos puede ayudar…

    • I Corintios 13:4‐7 ‐ El amor es benigno, no tiene envidia, no busca lo suyo, no guarda rencor, no se goza de la injusticia (si al que no le queremos le va mal en algo)… El verdadero amor bíblico es una cosa muy difícil, que requiere negarnos del todo a nosotros mismos, y pensar solo en la necesidad de otros. Si vengo a la iglesia, y tengo siempre una actitud negativa, no se me ocurre que le estoy perjudicando a otros? Nuestro papel es preocuparnos por otros, y Dios y los demás se preocuparán por nosotros.

    • Santiago 3:13‐18 ‐ Advertencia contra los celos amargos en nuestros corazones, las tendencias diabólicas. Porque donde hay celos y contención, hay perturbación del grupo.

    • I Corintios 12 ‐ Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: palabras de un hermano que utiliza un complejo como pretexto para no resolver los problemas con los demás, y dejar la iglesia.

    • I Juan 4:20‐21, y Mateo 5:23‐24. Porque pensamos que podemos seguir teniendo una relación perfectamente buena con Dios, cuando no nos llevamos con los hermanos?

Nuevamente, como hemos visto en otros puntos de este folleto, así como en otros estudios, nos damos cuenta que es indispensable hacer un grandísimo esfuerzo por mejorar la relación con nuestros hermanos.

  1. Cuando yo haya actuado indebidamente, debo reconocer con franqueza mi ofensa, y pedir perdón a Dios y a la persona que ofendí.

Todos cometemos errores, y aunque esto estamos dispuestos a reconocerlo en términos generales, para reconocer defectos y ofensas especificas a veces no somos tan buenos.

    • Santiago 5:16 ‐ Confesaos vuestras ofensas unos a otros. Reconozcamos ante la persona a quien hemos tratado mal, que hemos actuado mal. Y apoyémonos mutuamente en buscarle solución al asunto.

    • Salmo 32:1‐6 ‐ Palabras de un homicida adultero… ‘Mientas callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día…’. Hay una guerra en nuestro interior: estamos aquí leyendo la Biblia, y el espíritu de Dios esta comenzando a entrar a nuestros corazones, a nuestro ser… pero la carne aun vive, y lucha por sobrevivir. Romanos 8:5‐13. No le demos lugar a la carne, siempre que la carne se levante ‐ ofensas, resentimientos, envidias ‐ aplastémosla, para que la palabra, el espíritu de Cristo, pueda morar en nosotros tranquila.

Tantas cosas en la iglesia son simplemente relaciones humanas. Creemos que las demás personas deben intuir por magia lo que sentimos, se deben de dar cuenta así por así que nos sentimos mal. Pero nuestros hermanos no son adivinos, si algo hemos hecho mal, se los debemos decir, para que sepan que nos hemos arrepentido, para que ya no vivan con el temor que los volveremos a ofender, etc.

  1. No deben existir contiendas en mi iglesia. Somos una sola familia en el Señor, y los sentimientos de amargura son dañinos.

Para que la iglesia funcione efectivamente como cuerpo, debe haber armonía.

    • Efesios 4:15‐16 ‐ crecemos, si el cuerpo ‘bien concertado, unido entre si por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente…’ funciona.

    • Efesios 4:29, 31‐32 ‐ Cuidado con la forma en que nos hablamos los unos a los otros: para no ofender… y perdonemos, para que los problemas se solucionen pronto, sin afectar al grupo. Y porque perdonamos? [Porque hemos sido perdonados.]

    • Colosenses 4:6 ‐ Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis como debéis responder a cada uno.

Que cambios podemos hacer entonces en nuestra forma de ser para evitar contiendas?

    • Mejorar las relaciones con los demás hermanos, para que hayan menos oportunidades de que se den malos entendidos, etc..

    • Hacer un esfuerzo por comunicarnos con los demás frecuentemente para que no hayan sorpresas a los años ‐ ‘No tenia ni idea que te sintieras así…’

    • Si envidiamos a otros hermanos, identificar el porqué, y orar por que Dios nos ayude a resolverlo. Hay que orar constantemente para que Dios nos ayude a conocernos, a comprender las situaciones complicadas en las que nos vemos involucrados con otros hermanos, para salir adelante.

  1. Debo hacer lo posible por evitar la formación de facciones o grupitos dentro de la iglesia: Acaso está dividido Cristo?

Efesios 4:1‐6 ‐ La unidad es una doctrina fundamental: hay un solo Dios, y por tanto debe haber una sola iglesia. La historia del cristianismo es la de una larga serie de divisiones por mil motivos, y tenemos que hacer el máximo esfuerzo por que esto no se manifieste entre nosotros

Que clase de divisiones pueden darse en una iglesia? [peso que se le dan a ciertas ideas, entre hombres y mujeres, entre ancianos y jóvenes, entre los de mucho tiempo y los nuevos, entre los que han nacido dentro de la comunidad y los que entran de afuera, entre los que tiene diferente situación social, por el color de la piel o la forma de hablar… en realidad, para lo que quieren hacer una división, cualquier motivo basta; conceptos acerca de ciertas doctrinas (por ejemplo el divorcio y volver a casarse, la naturaleza exacta de Cristo.]

    • I Corintios 1:10‐13 ‐ Que tonteras son estas, que existen entre nosotros divisiones?

    • I Corintios 3:1‐7‐ La iglesia tiene que estar centrada absolutamente en Cristo, y Dios, y no en los individuos que se nos han dado para hacer algún trabajo insignificante entre nosotros. También la división indica inmadurez espiritual: como niños en el parque que uno se lleva la bola para que otros no jueguen…]

    • Efesios 4:15‐16 ‐ Creciendo en Cristo, la cabeza, en quien todo el cuerpo….

    • Filipenses 2:1‐3 ‐ Estad unánimes…

    • Colosenses 3:14‐15 ‐ Fuimos llamados en un solo cuerpo.

    • I Corintios 12:12‐27 ‐ En nuestra totalidad somos el cuerpo de Cristo, y miembros individualmente.

    • Juan 17:11 ‐ Guárdalos para que sean uno. 20‐21 ‐ para que todos sean uno. Y porque? Porque en

la unidad reflejamos la unidad de Dios. Si no estamos unidos, no estamos cumpliendo nuestra función fundamental.

En tiempos de tranquilidad en la comunidad, como podemos hacer para evitar la división? [Estudiar y leer constantemente para que el espíritu nos guíe constantemente; fortalecer los lazos de amistad, hermandad y comunicación que existen entre nosotros, invitando a los hermanos a comer con nosotros, compartiendo experiencias, abriéndonos a recibir consejo de otros para que cuando ellos tengan problemas también lo hagan con nosotros, no creando grupitos ʹinformalesʹ (familiares, por sector geográfico, por edad) que en tiempos de tranquilidad no son de gran importancia, pero que en un conflicto pueden crear rajaduras mas serias.

  1. En Cristo no existe distinción de personas a causa de la raza, color o clase social. Estas son cosas que Dios aborrece.

En todas nuestras culturas, culturas que hemos sido víctimas de opresores extranjeros, nos deleitamos en sentirnos superiores a alguien por el color de nuestra piel, por nuestro acento, por ser serranos y no costeños, por ser de la urbe y no del campo, por no tener tierra bajo nuestras uñas, por trabajar en oficina, por tener plata, por viajar en carro y no en bus, y un sinfín de tonteras en las que la carne se alaba.

    • Gálatas 3:28 ‐ No hay judío ni griego, etc..

    • Apocalipsis 7:9‐10 ‐ La gran multitud de todas las naciones.

    • Hechos 10:34‐35 ‐ No hace acepción de personas.

    • Santiago 2:8‐9 ‐ Entre ricos y pobres.

    • Deuteronomio 10:17‐19 ‐ No hace acepción de personas… y al extranjero.

    • Números 12:1, 10 ‐ María, critican a la que es morena, y ella se vuelve blanca… de lepra. Es como que Dios le estaba diciendo: te parece que ser blanquita es mejor? Prueba de esta forma entonces…

Como manifestamos estas cosas en la iglesia? [recelo a conversar con ciertas personas, de invitarlos a comer en nuestras casas, de asociarnos con ellos fuera de la iglesia.

Guardándome sin Mancha del Mundo

  1. Debo evitar las cosas que provoquen malos pensamientos: películas indecentes, libros y revistas vulgares, y las conversaciones soeces.

    • Hay que estar conscientes de cuales son nuestras debilidades; tal vez no es la pornografía, sino el materialismo (I Corintios 5:9‐11), y tenemos que ver como hacemos para no caer en pecado; con los ojos y el pensamiento se peca.

    • Filipenses 4:8 ‐ Todo lo que es justo, amable… en esto pensad.

    • Efesios 5:3‐8 ‐ Fornicación, inmundicia o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos… no seáis pues participes con ellos.

    • I Pedro 2:11‐12 ‐ Yo os ruego, como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.

El pecado comienza en la mente, y en muchos casos, se realiza por completo en nuestros pensamientos. Si realmente tenemos la intención de mantenernos puros en nuestras obras, tenemos que complementar con limpiarnos las mentes; si nuestras mentes son corruptas (Mateo 6:22‐23 ‐ si tu ojo es oscuro…), difícil nos será ser limpios en nuestras obras ‐ de la abundancia del corazón habla la boca…

  1. Mis palabras deben estar limpias de toda blasfemia y crudeza. Dios escucha todo lo que hablo. Como Cristianos verdaderos, hay que limpiar, junto con los pensamientos, las cosas que decimos. En muchos casos van juntos.

    • Éxodo 20:7 ‐ Tomar el nombre de Dios en vano, jurando a la ligera, mentándole constantemente.

    • Proverbios 29:20 ‐ Has visto hombre ligero en sus palabras? Hay mas esperanza para el necio que para el.

    • Efesios 4:29 ‐ Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea necesaria para edificación..

    • Colosenses 4:6 ‐ Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis como debéis responder a cada uno.

    • Colosenses 3:8 ‐ Pero dejad también todas estas cosas… blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

    • Mateo 12:36‐37 ‐ De toda palabra ociosa que hablemos daremos cuenta en el juicio… por nuestras palabras seremos justificados o condenados (como las palabras son un reflejo de nuestra mente:

12:34 ‐ de la abundancia del corazón habla la boca.) Cuando hablamos sin pensar, revelamos lo que realmente estamos pensando.

    • Santiago 3:7‐12 ‐ No podemos ser personas que en un lugar hablamos de una forma, y en otras partes de otra; que pasaría si una fuente vertiera agua amarga y dulce? cual es el resultado? [Solo agua amarga.]

Sed santos, como yo soy santo. Sed perfectos, como vuestro Padre es perfecto.

  1. El chisme y la calumnia son grandes males; debo evitarlos completamente.

Esto creo que esta claro; el problema es que nos encanta, y los justificamos como preocupación por nuestros hermanos: ʹno vista que cansada estaba la Hna. pues te cuento que es porque el esposo etc.

etc. ʹ Y lo decimos sin fines realmente constructivos, y lo comentamos con personas que no debiéramos.

    • Lev 19:16 ‐ No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentaras contra la vida de tu prójimo. Cual es la relación entre las ideas? [En la iglesia, una persona que es víctima del chisme le queda casi única alternativa huir de la iglesia, y ha sucedido. con el resultado? se pierden. Por nosotros.]

    • Proverbios 26:20‐22 ‐ Sin chisme cesa la contienda. las palabras del chismoso son como bocados

suaves (18:8, 16:8).

    • I Pedro 4:15 ‐ No nos metamos en lo ajeno.

    • I Timoteo 3:11 ‐ Las mujeres asimismo, no sean calumniadoras (diabolos). (Tito 2:3)

    • I Timoteo 5:11‐13 ‐ Las mantenidas de la iglesia aprenden a ser chismosas, andando de casa en casa hablando lo que no debieran.

    • Proverbios 11:29 ‐ Estamos edificando la casa, o destruyéndola? 14:1 ‐ Las Hnas. tienen un papel sumamente importante en edificar la casa de Dios; es como el hogar; ellas establecen el ambiente, el sabor.

  1. El engaño y la falta de honradez, aun en cosas pequeñas, son aborrecibles a Dios. Debo evitarlos en mi vida.

Un problema con el que Rebekah y yo nos topamos constantemente, y creo que es porque tenemos esta posición de los que establecemos la iglesia, es que la gente nos miente todo el tiempo. Cuando no pueden hacer algo, en vez de simplemente decir: no puedo, y punto, inventan mentiras, prometen cosas que no tienen la intención de cumplir. Y esto hace imposible que realmente exista amistad y confianza.

Es igual en nuestra relación con Dios. El Dios de la Biblia es un Dios de la verdad; es parte de su naturaleza. Y si nosotros somos personas falsas en cualquier aspecto de nuestras vidas: palabra, obras, compra y venta, estamos dando falso testimonio de quien es nuestro Dios.

    • Tito 1:10‐11 ‐ Hay muchos… habladores de vanidad y engañadores. a los cuales es preciso tapar la

boca.

    • I Pedro 2:1 ‐ Desechando toda malicia, engaño, hipocresía…

    • Hechos 5:1‐11 ‐ La severidad con la que Pedro les trata a Ananías y Safira…

    • Proverbios 6:16‐19 ‐ Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma. la lengua mentirosa.

  1. No debo demandar a nadie ante los tribunales. Esto es lo que el mundo practica, mas el Cristiano soporta los agravios.

    • I Corintios 6:1‐7 ‐ Porque no sufrís mas bien el ser defraudados?

    • Mateo 5:38‐42 ‐ El que te quiere quitar la capa, dale el manto. y nos volveríamos nosotros en

personas que generamos conflicto? v. 25 ‐ Ponte de acuerdo con tu adversario….

  1. Como seguidor de Cristo, no puedo participar en elecciones u otras actividades políticas, porque la política implica fe en los hombres. Mi fe debe estar puesta en Dios y su reino venidero.

De esto hablamos recientemente en la exhortación. Me parece que al votar, o participar en la política de los hombres:

    • Violamos el principio de ser extranjeros y peregrinos (I Pedro 1:1, Hebreos 11:9,13), principio del cual es importante dar testimonio publico (Heb 11:14). Si hay en la vida de suficiente importancia moral como para hacerlo, también tiene la importancia como para dar a conocer que lo hacemos. Nuestra patria está en los cielos, donde Cristo tiene nuestra ciudadanía (Fil 3:20, Col 3:1‐2, I Pedro 2:11‐12). Hemos nacido de nuevo, no es la ciudadanía terrenal la que importa (Rom 7:1‐6, Efesios 2)

    • Demostramos confianza en los hombres. Es natural en la humanidad interesarnos en las cosas en las que participamos. No me interesan las loterías, pero si me compro un billete, no lo puedo botar; tengo que buscar a ver si me lo gano. Igual, creo que es difícil votar sin querer participar. Y como, siendo de Dios, vamos a alinearnos con la corrupción del hombre? (II Cor 14:‐18, Stg 1:27 ‐ sin mancha del mundo, I Juan 2:15‐17)

    • Dios es el que pone los gobernantes del mundo (Daniel 4:25) y si votamos, es posible que seamos hallados en conflicto con su voluntad (Hechos 5:38‐39). Mejor dejar no mas.

    • En la Biblia, existe el principio que nosotros también reconocemos en la vida real, que los que apoyan comparten responsabilidad con el que comete la acción (Jueces 9:1‐6, 22‐24 , II Reyes 1:9‐15)

  1. Habiendo prometido lealtad a Cristo, quien me ordena a vivir en paz con todos los hombres, no debo ingresar a la fuerza armada ni a la policía, ni tomar parte en cualquier actividad de carácter militar.

De esto también hablamos antes; lo que aquí rige es el ejemplo de Cristo, que fue ajeno a todo tipo de violencia; un cordero que no puso resistencia cuando injustamente le condenaban, y le golpeaban. Si queremos ser de Cristo, tenemos que ser como él.

    • Éxodo 20 ‐ No matarás. Mt. 5:21+ ‐ Ni agredir verbalmente.

    • Mateo 26:52 ‐ El que toma la espada…

    • Hechos 4:19 ‐ Juzgad si es justo ante Dios obedecerles a ustedes, en vez de a Dios. 5:29 ‐ Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

    • Romanos 12:17+ ‐ En cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos.

  1. Como discípulo de Cristo, no puedo participar en la fraternidad masónica ni otra sociedad similar. Tenemos una hermandad superior que no pertenece a este mundo.

En estas fraternidades, se nos pide tener ambiciones y comportamientos que nos son apropiados con un siervo de Jesucristo.

    • II Cor 6:14‐15 ‐ No os unáis en yugo…

    • I Cor 10:20‐21 ‐ No podemos estar afiliados con ídolo y con Dios. No podemos servir a dos señores.

    • I Juan 1:3 ‐ Nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

  1. Tengo que alejarme de la ambición mundana porque entorpece mi vida espiritual y mi servicio a la iglesia.

La palabra es clara que no se le puede amar a Dios y a las riquezas; la riqueza, la ambición humana es una forma de idolatría, y Dios no convive con ídolos.

    • Job 31:24‐28 ‐ Para Job, el confiar en las riquezas o elevar plegaria al sol y la luna eran lo mismo.

    • Mateo 6:24‐34 ‐ No podemos servir a dos señores… no os afanéis…

    • I Timoteo 6:6‐10 ‐ Piedad con contentamiento, amor al dinero raíz de todos los males.

    • Hebreos 13:5 ‐ Sean vuestras costumbres sin avaricia….

A veces tratamos de engañarnos pensando que nosotros sí podemos amarle a Dios y a las riquezas, que si hemos hallado un equilibrio en nuestras vidas; pero si Jesús dice que es imposible, tengamos mucho cuidado.

  1. La embriaguez es vergonzosa y prohibida. Debo estar siempre en condiciones de pensar claramente sobre cosas santas, y no aturdido por el licor.

    • Levítico 10:8‐11 ‐ Nosotros tenemos el papel de sacerdotes en el mundo, de interceder, de enseñar las cosas de Dios; debemos estar siempre en condiciones de discernir entre lo santo y lo inmundo.

    • Prov. 31:4‐5 ‐ Nosotros también tendremos el papel de reyes en el mundo; no es para nosotros tomar, no sea que olvidemos las leyes de Dios…

    • Prov. 20:1 ‐ El vino escarnecedor…

    • Prov. 23:29‐35 ‐ La insensatez del licor… No mires el vino cuando roja… el corazón habla perversidades…

    • Gal 5:21 ‐ Obras de la carne ‐ borracheras.

    • Ef 5:21 ‐ No os embriaguéis con vino…

    • Rom 13:13‐14 ‐ Andemos como de día… no en glotonerías y borracheras…

    • I Timoteo 3:3 ‐ El que aspira a ser obispo no puede ser dado al vino.

  2. Debo obedecer escrupulosamente la ley de mi país, tanto en cosa pequeña como en cosa grande. La desobedeceré únicamente cuando me insta a que haga algo en contra de la voluntad de Cristo.

    • Romanos 13:1‐7 ‐ Sométase toda persona a las autoridades superiores… como a Dios. v. 7 ‐ respeto y honra también; no solo obedecemos, sino que también respetamos, algo no muy común en nuestros tiempos. Nos sometemos principalmente por causa de conciencia, y también para evitar consecuencias.

    • I Pedro 2:13‐17 ‐ Por causa del Señor someteos a toda institución humana… haciendo lo bueno hacemos callar a los que nos pudieran criticar. Somos libres (casi comparando con un diplomático en país ajeno, donde no esta realmente sujeto a la ley de ese país), pero esa libertad no puede ser pretexto para desobediencia.

    • Tito 3:1 ‐ Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades…

    • I Timoteo 2:1‐2 ‐ Oremos por nuestros gobernadores.

    • Jeremías 29:7 ‐ Busquemos la paz de la ciudad en la que nos ha tocado peregrinar.

Santificando mi Vida Delante de Dios

  1. Tengo que luchar constantemente contra los deseos de la carne, y no dejar que la actitud de otros me desaliente.

Esto es algo fundamental: En Romanos 6:2 ‐ Los que hemos muerto al pecado, como viviremos aún en él? El 8:6 nos dice que el ocuparse de la carne es muerte; en el v. 8 ‐ los que viven según la carne, no pueden agradar a Dios. Rom 6:12 ‐ No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal… 13:14 ‐ No proveáis para los deseos de la carne.

    • Gálatas 5:16, 24 ‐ Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

    • II Timoteo 2:22 ‐ Huye también de las pasiones juveniles…

    • I Pedro 2:11‐12 ‐ Hermanos, como a extranjeros y peregrinos, absteneos de los deseos carnales…

    • I Corintios 9:24‐27 ‐ La importancia de tener una disciplina propia rígida, para no caer de la salvación.

El problema al que alude el escritor, de no desalentarnos, es que a veces nos puede parecer que los otros hermanos realmente no luchan con todo contra la carne; que nosotros nos estamos negando constantemente, mientras que ellos viven la vida buena. Pero aquí tenemos que tratar de no juzgar, de no

dejarnos afectar por los demás, de no tratar de ver la paja en el ojo ajeno, sino de luchar contra la viga en el ojo nuestro.

Si usamos a otros como pretexto para pecar, ellos a lo mejor están pecando por debilidad, pero al juzgar que lo hacen deliberadamente, e imitarlos, caemos en peor situación, pues estamos pecando deliberadamente.

  1. Es una grave ofensa dejarse llevar por la ira. Si poseo mal carácter, tengo que esforzarme por dominarlo.

Este es un defecto principalmente de los hombres, pero muy común en general también.

    • Gálatas 5:19‐20 ‐ obras de la carne.

    • Efesios 4:31 ‐ Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería… (Col 3:8

    • Santiago 1:19‐21 ‐ Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse, porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

    • Proverbios tiene muchos pasajes que hablan de la ira:

      • 12:16 ‐ El necio al punto da a conocer su ira; mas el que no hace caso de la injuria es prudente.

      • 14:17 ‐ El que fácilmente se enoja hará locuras

      • 14:29 ‐ El que tarda en airarse es grande en entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.

      • 15:1 ‐ La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.

      • 15:18 ‐ El hombre iracundo promueve contiendas, mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.

      • 16:32 ‐ Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. Dominio propio (Hechos 24)

      • 19:11 ‐ La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.

      • 19:19 ‐ El de grande ira llevará la pena, y si usa de violencias, añadirá nuevos males.

      • 20:3 ‐ Honra es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella.

      • 25:28 ‐ Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.

      • 26:17 ‐ El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno es como el que toma al perro por las orejas

      • 27:3 ‐ Pesada es la piedra, y la arena pesa; mas la ira del necio es más pesada que ambas.

      • 29:11 ‐ El necio da rienda suelta a toda su ira, mas el sabio al fin la sosiega.

      • 29:22 ‐ El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca.

      • Eclesiastés 7:9 ‐ No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.

    • Mateo 5:21‐22 ‐ Jesús y la ira.

  1. Debo decir siempre la verdad. La mentira es un gran mal. El efecto de la mentira que habló la serpiente del Edén está aún con nosotros.

Un estudio con la concordancia de las palabras ‘mentir’, ‘mentira’, ‘falso’, ‘falsedad’, ‘mentiroso’, y otros sinónimos revelan muy claramente lo que Dios piensa de la mentira:

    • Proverbios 6:16‐19 ‐ Seis aborrece Jehová, siete abomina su alma:… la lengua mentirosa… el testigo falso…

    • Salmos 5:4‐6, 9‐10: Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.

    • Salmos 52:1‐7: Agravios maquina tu lengua, como navaja afilada hace engaño, amaste el mal más que el bien, la mentira más que la verdad. Has amado toda suerte de palabras perniciosas,

engañosa lengua. Por tanto, Dios te destruirá para siempre, te asolara, y te arrancara de tu morada, y te desarraigara de la tierra de los vivientes…

    • Salmo 119: 29‐30, 104, 127‐128, 163 ‐ Apartarse de la mentira, aborrecer la mentira, es esencial para alguien que piensa estar en la palabra de Dios.

    • Proverbios

      • 11:1 ‐ El peso falso es abominación a Jehová

      • 12:19 ‐ El labio veraz permanecerá para siempre, mas la lengua mentirosa solo por un momento.

      • 12:22 ‐ Los labios mentirosos son abominación a Jehová, pero los que hacen verdad son su contentamiento.

      • 13:5 ‐ El justo aborrece la palabra de mentira, mas el impío se hace odioso e infame.

      • 19:5,9 ‐ El testigo falso no quedara sin castigo, y el que habla mentiras no escapara.

      • 20:10 ‐ Peso falso y medida falsa, ambas cosas son abominables a Jehová. (v. 23)

      • 21:28 ‐ El testigo mentiroso perecerá…

    • Apocalipsis 21:5‐8 ‐ Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas El que venciere heredará

todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Y por el odio que Dios le tiene a las mentiras, las prohibe en su ley, pues su ley es un reflejo de lo que él es:

    • Ex 23:1‐3, 7‐8 ‐ De la palabra de mentira de alejarás…

    • Levítico 19:11‐12 ‐ No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro. Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

    • Deuteronomio 16:19 ‐ No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.

    • Hechos 5:3‐4 ‐ La mentira de Ananías.

    • Efesios 4:25 ‐ Desechando la mentira, hablad cada uno verdad con su prójimo.

En la Biblia, Dios se identifica con frecuencia como el Dios de la verdad; si pretendemos ser sus hijos, en esto es indispensable que seamos imitadores de El. No puede haber mentiras de ningún tipo en nuestras bocas: medias verdades, mentiras por omisión, exageración, mentiras piadosas. mentiras habituales por teléfono.

Por qué es tan mala la mentira? Porque la verdad es la base de toda relación, o con los hombres o con Dios. No es posible tener verdaderas relaciones en la sociedad o iglesia o con Dios si no somos personas de la verdad. [Isaías 59:1‐4, 9‐15 ‐ He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua. No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad. Por

esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos. Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos justicia, y no la hay; salvación, y se alejó de nosotros. Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados: el prevaricar y mentir contra Jehová, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira. Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. Y la verdad fue

detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho. Una sociedad sin verdad no puede permanecer. (Jeremías 5:28‐31, 9:1‐9, 23:24‐29, 28:15‐17, Ezequiel 13:1‐9)

Sería demasiado irónico que cometiéramos la misma abominación de los Fariseos, dedicando meses y años al querer aprender ‘la verdad’ doctrinal de las escrituras, para después ser mentirosos en nuestro proceder con los demás. De que nos podría servir ‘la verdad’, si en todo lo demás somos mentirosos? En Romanos 2:17‐24 habla de los judíos que conocían la ley, pero la practicaban? No. Seremos nosotros iguales?

Conoceremos ‘la verdad’, sin practicarla? Seremos fariseos, exigiendo de los demás un conocimiento integro de la verdad para unirse a la iglesia y salvarse, cuando nosotros no practicamos la verdad en nuestras vidas y obras? Seremos simiente de Dios o de la serpiente? (Juan 8:42‐44)

Y pensemos en lo que hace Cristo con la ley ‐ siempre la amplía, la extiende. La ley era suficiente para que un pueblo esclavo y rebelde comenzara a crecer espiritualmente, pero para un seguido de Cristo, la ley es apenas el comienzo de aprender a manifestar la voluntad divina. Así que si la ley decía no matar, Cristo nos decía que había que eliminar de nuestros corazones hasta el odio y los insultos. Si la ley decía que había que dedicar un día a Dios, Cristo decía que todo lo que somos es para Dios. Si la ley pedía el diezmo, Cristo decía que diéramos a Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo de Dios ‐ o sea, nuestras vidas enteras, pues estamos hechos a imagen de Dios. Y si la ley decía que no había que dar falso testimonio, que nos habría dicho Cristo? Que hay vivir vidas en verdad, donde la verdad emana de todo lo que hacemos. No basta con simplemente no pronunciar mentiras; nuestras vidas deber ser siempre un testimonio a la veracidad en todo.

En 1 Juan 2:3‐6 vemos estas palabras tan importantes: “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” El conocimiento de Dios es como cualquier conocimiento real, la carpintería, la albañilería: se aprende haciéndolo, no leyendo libros. Así que la Biblia es útil, pero solo en la medida en que pongamos en practica lo que leemos. Como un carpintero que se ha educado solo leyendo libros no sirve para nada, igual el ‘cristiano’ que lee y no pone en práctica es inútil, y no sabe nada. Vemos entonces que de nada sirve conocer la verdad, si no la practicamos.

  1. En todo lo que hago y digo debo mostrar que soy un discípulo de Jesús; necesito estar siempre alerta para no negarle.

    • Marcos 8:38 ‐ El que se avergonzare de mi y de mis palabras…

    • Lucas 12:8‐9 ‐ El que me confesare delante de los hombres… mas el que me negare, será negado delante de los ángeles de Dios.

    • II Timoteo 1:8 ‐ Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor…

A veces nos parece que hay situaciones donde es mejor no sacar la cara; pero no sabemos cuando es que se nos dará una oportunidad única de manifestar a Cristo, y tal vez salvar a alguien. A Pedro cuando le ocurrió lo suyo, estoy seguro que simplemente no estaba pensando claro; estaba preocupado por Jesús mismo, y probablemente no pensó hasta después en la importancia de negarlo ante una sirvienta, o unos siervos.

  1. No debo envidiar a aquellos que parecen gozar de una mejor situación económica que yo.

Este es un problema en casi todos nosotros, porque en este mundo, hay tanta desigualdad visible, tanto roce entre ricos y menos ricos, aún en la misma iglesia. No vivimos en un pueblito donde los ricos tienen 2 vacas y nosotros solo una, vivimos en lugares donde algunos de nosotros no tenemos casi nada, mientras que otros parecemos tenerlo todo: casa amplia, carro nuevo, vacaciones, libertad, acceso a los mejores médicos, los mejores colegios para nuestros hijos, el mejor alimento, buena ropa… la mayoría tenemos puntos débiles, cosas en la vida que quisiéramos poder mejorar.

A veces también nos podemos desalentar porque nos parece que no estamos percibiendo ningún beneficio por tanto sacrificio; que nuestros amigos y nuestras familias se burlan de Cristo, o al menos, no se preocupan por él, y a ellos todo les va bien: Salmo 37:1‐4, 7‐11; Salmo 73:1‐20.

    • Proverbios 27:4 ‐ Cruel la ira, impetuoso el furor, pero quien podrá sostenerse delante de la envidia?

    • Éxodo 20:17 ‐ No codiciaras… tantas cosas distintas.

    • Mateo 6:19‐21 ‐ No os hagáis tesoros en la tierra.

    • Lucas 12:18 ‐ El rico insensato.

    • I Corintios 13:4 ‐ El amor no tiene envidia.

    • Hebreos 13:5 ‐ Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora.

  1. Debo reconocer el dominio y la providencia de Dios en mi vida, diciendo (y pensando) ʺSi Dios Quiereʺ, ʺDios medianteʺ, etc. cuando es apropiado. Pero no debo abusar de estas frases, diciéndolas sin peso, hipócritamente.

Tenemos la tendencia en los ambientes Cristianos, de utilizar estas frases, pero sin darles un verdadero peso; las usamos mas como pretexto; cuando digo que voy a estar, voy a estar, pero cuando digo ʹsi Dios quiereʹ, es que realmente no voy a ir…

    • Santiago 4:13‐17 ‐ La única forma de realmente cumplir esto es tener la voluntad de verdaderamente hacer la voluntad de Dios; que sentido tiene decir las palabras, cuando estamos haciendo nuestros planes de acuerdo a criterio puramente humano?

    • Proverbios 3:5‐7 ‐ No te apoyes en tu propia prudencia, reconócelo en todos tus camino, y el enderezará tus veredas, no seas sabio en tu propia opinión…

    • 16:1 ‐ Del hombre son las disposiciones del corazón, mas de Jehová es la respuesta de la lengua.

    • 16:9 ‐ El corazón del hombre piensa el camino, mas Jehová endereza sus pasos.

    • 19:21 ‐ Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, mas el consejo de Jehová permanecerá.

    • 20:24 ‐ De Jehová son los pasos del hombre, ¿Como pues entenderá el hombre su camino?

    • 21:31 ‐ El caballo se alista para el día de la batalla, mas Jehová es el que da la victoria.

    • 27:1 ‐ No te jactes del día de mañana, porque no sabes que dará el día ‐ Para Dios es *jactancia*.

    • Jeremías 10:23 ‐ Conozco o Jehová que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.

  1. Debo tener a Jesús siempre en mente. Cuando me encuentro en dificultades, debo preguntarme:

¿Que haría Jesús en mi caso?

Esta es la pregunta clave del Cristiano, pero por difícil que es hacerla, a veces es mas difícil responderla. Para responderla tenemos que haber asimilado los evangelios: haberlos estudiado, meditado en ellos, haber orado para poder comprender no solo lo que Cristo hizo, sino las razones por las que hacia todas esas cosas. Y mas que eso, Cristo es la palabra hecha carne, la encarnación de toda voluntad revelada de Dios: ley, profetas, historia, Salmos, todo. Así que la única forma en que pudiéramos pensar en responder a esta pregunta correctamente es por medio del estudio constante de la palabra, y pidiéndole a Dios en oración que nos ayude a comprender como ponerla en práctica.

    • Juan 13:15 ‐ Porque ejemplo os he dado, para que como yo he hecho, vosotros también hagáis.

    • I Corintios 11:1 ‐ Sed imitadores de mi, como yo de Cristo.

    • I Pedro 2:21‐23 ‐ Pues para esto fuisteis llamados, porque Cristo también padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas…

    • I Juan 2:3‐6 ‐ En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos … el que dice que permanece en el, debe andar como el anduvo.

  1. Debo aspirar a la pureza y la santidad en todo, y así agradar a mi Maestro que está en los cielos.

El resumen de todo lo que hemos venido viendo durante meses es que la vida Cristiana es algo que debe manifestarse en todo momento y circunstancia de nuestras vidas; en el trabajo, en el hogar, de madrugada, cuando nos levantamos con el bebé a medianoche, jugando fútbol, haciendo una lectura, visitando a un enfermo, manejando por la calle, cuando estamos pensando a solas en la casa. En la batalla contra el pecado no hay tregua; en el momento menos esperado, si no estamos anticipando las circunstancias, las presiones, pecaremos: en voz, pensamiento, u obra.

    • I Juan 3:3 ‐ Y todo aquel que tiene esta esperanza en el, se purifica a si mismo, así como el es puro.

    • I Pedro 1:14‐16 ‐ Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, sino, como aquel que os llamo es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito esta: Sed santos porque yo soy santo.

    • Hebreos 12:14 ‐ Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

    • Romanos 6:1 ‐ Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera, porque los que hemos muerto al pecado, como viviremos aun en el? v. 12 ‐ No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis.

    • Colosenses 3:1‐2 ‐ Si pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios.

  1. Puesto que creo que el regreso del Señor está cerca, debo vivir como una persona que realmente lo cree.

Si estamos creyendo seriamente que el reino de Dios esta cerca, significa que nos le pondremos mucho cuidado a las cosas de este mundo; no nos afanaremos o preocuparemos sobremanera por las cosas de esta vida, no les daremos mucha prioridad en cuanto a nuestro tiempo, nuestra preocupación, nuestra energía física o emocional. También, junto con la idea de la venida de Cristo esta el momento del juicio: estamos siempre conscientes de la realidad del juicio, que tendremos que responder por el comportamiento que manifestamos, las decisiones que tomamos? Si con la boca hablamos de la venida de Cristo, pero nuestras obras no reflejan esa esperanza, nuestras obras demuestran que nuestra fe no es real, pues la fe bíblica es la que se manifiesta en cambios concretos en nuestro comportamiento.

    • I Tes 5:4‐6 ‐ Mas vosotros hermanos no estáis en tinieblas para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, velemos y seamos sobrios.

    • II Pedro 3:10‐14 ‐ Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡como no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!… Por lo cual, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por el sin mancha e irreprensibles, en paz. ‐ Pedro esta diciendo lo que habíamos dicho antes: si creemos realmente que Cristo viene, debería producir en nosotros un cambio concreto en nuestras vidas.

    • Lucas 12:35‐38 ‐ Estén ceñidos vuestros lomos y vuestras lamparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, abran en seguida.

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