Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo sin vergüenza alguna con vosotros, se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados.

Son fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.

En estos dos versículos encontramos cinco metáforas13 muy robustas. El arcángel había dicho el señor te reprende, pero aquí tenemos la censura poderosa de Judas contra los falsos maestros que corrompan la iglesia. Aquí tenemos una serie de vívidas figuras para llamar la atención del lector de estar muy atento del peligro de los falsos maestros. Considerémoslas una por una para entender mejor el carácter de estos hombres. Al mismo tiempo estas figuras recuerdan en nosotros otras escrituras que complementan esta crítica invectiva de Judas.

Las cinco metáforas

Aquí, en esta tabla, se encuentran las ilustraciones escogidas por Judas.

Escriba en el espacio, al lado de cada ilustración, lo que usted piensa que es su significado.

Ilustración
“Estos son…
Significado
 

…manchas en vuestros ágapes.”

 

…nubes sin agua.”

 

…árboles otoñales.”

 

…fieras ondas del mar.”

 

…estrellas errantes.”

Estos cinco ejemplos llamativos exponen el carácter y destino de los hombres que intencionalmente destruyen la fe de los verdaderos creyentes. Se nota que Judas habla de los fenómenos diferentes de lo que había presentado con respecto a los versículos 5 a 7, donde reside el énfasis en el abuso de la carne, desprecio de las autoridades y blasfemias contra potestades superiores.

Ahora nos deja la necesidad de investigar el significado de cada ilustración con más detalle. Lo que nos llama la atención es que son cinco cuadros de fenómenos naturales, la tierra, el aire, los árboles, el mar y el cielo estrellado para advertir a las iglesias de la apostasía. Es un panorama cósmico.

(1) “Estos son…
…manchas en vuestros ágapes = peligros escondidos:

También observamos lo que dice Vine (Diccionario de la Biblia) con respecto a la palabra traducida manchas: “El griego spilas significa “roca” o “arrecife”. Se traduce erróneamente en Judas 12 como manchas. Su verdadero significado lo da la Biblia de las Américas: ‘escollos ocultos’, sobre los que golpea el mar, constituyendo una metáfora descriptiva de hombres cuya conducta es un peligro para los demás.”

Los “ágapes” eran comidas fraternales de los primeros cristianos que, posiblemente, incluían la cena del Señor (1 Corintios 11.20–34). Aparentemente cuando se celebraba la cena en la Iglesia en el primer siglo, los creyentes se servían una comida completa antes de tomar parte en el servicio recordatorio con el pan y el vino. A la comida se la llamó “fiesta de amor” o el “ágape”. Se ve que aun en aquellos primeros tiempos podía haber casos de una conducta que no era consecuente con el amor cristiano. La señal de estos falsos pastores es que usan su posición para aprovecharse en favor de sus propios fines egoístas y no para alimentar el rebaño (Ezequiel 34:2–10; Juan 21:15–17; 1 Pedro 5:2). Reconocemos este tipo de egoísmo como una manifestación de apostasía.

Las rocas escondidas en el mar ocasionan los naufragios de los barcos cuando chocan con ellas. Estos son los peligros para los fieles creyentes cuando se introducen en la iglesia personas interesadas en causar daños espirituales. Estas personas eran como rocas ocultas en las que la comunión de las fiestas del amor corría peligro de naufragar (1 Timoteo 1:19).

(2) “Estos son…
…nubes sin agua.” = falsas promesas:

Pero las nubes sin agua no solamente engañan sino desaniman a quienes están sedientos del agua para refrescar la tierra seca. Salomón escribió: “Como nubes y vientos sin lluvia, así es el tacaño que se jacta de su generosidad.” (Proverbios 25:14). Los falsos maestros son nubes sin agua, esto es, prometen alivio espiritual, pero no lo cumplen. No producen más que desengaños y mentiras.

Es el uso de la palabra viento que nos llama la atención. Es la palabra griega pneuma que denota, en primer lugar, el viento y también el aliento; luego, de forma especial, el espíritu, que, a semejanza del viento, es invisible, inmaterial y poderoso. Pues las palabras para designar viento y el término espíritu son idénticas en el original. Es lo mismo en el Antiguo Testamento con el hebreo ruach. Entonces es oportuno leer lo que Pedro dice de la profecía en 2 Pedro 1:21 “…los santos hombres hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” Lo que escribieron es la verdad. Es un contraste evidente con las enseñanzas de los falsos maestros.

Pablo aplica una frase similar en Efesios 4:14. Avisa a los creyentes contra falsos maestros que escogen sus palabras y enseñanzas con mucho cuidado para relacionarlas con los deseos carnales.

“Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”

Sin embargo, hay esperanza. Las nubes llenas con agua sí están en el horizonte. Esperamos lo que está prometido en el Salmo 72:6 donde nos enseña del Rey venidero que asegurará un orden social y justo en la tierra:

“Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el rocío que destila sobre la tierra”.

Su reinado traerá liberación a su pueblo y abundará la ‘paz’.

(3) “Estos son…
…árboles otoñales” = estériles,

Desarraigados es un cuadro del juicio (Salmo 52:5; Jeremías 1:10; Mateo 3:10). Estos hombres están dos veces muertos porque han probado la vida espiritual (así como la física) y la han rechazado (Hebreos 6:4–8; 10:26–31; 2 Pedro 2:20–22). Eran árboles inútiles15 porque no producían fruto, ya que ni siquiera eran creyentes, y serían desarraigados y quemados.

En una ocasión ciertos escribas y fariseos se acercaron a Jesús en una contienda contra sus discípulos. Le acusaron porque no se lavaron las manos cuando comieron pan (Mateo 15:2). No se refiere a un acto de higiene personal, sino a la purificación ritual. Jesús acusó a sus opositores de desobediencia a los mandamientos de Dios debido a su ciega obediencia a la tradición oral. Fue durante este diálogo que Jesús les respondió:

“Toda planta que no plantó mi Padre celestial será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo.” (Mateo 15:13-14)

Jesús había manifestado su indignación por las regulaciones judías concernientes a la comida y bebida. Naturalmente estos escribas y fariseos fueron ofendidos por su declaración. La dijo refiriéndose a un proverbio bien conocido entre ellos: “En cambio, los malvados serán eliminados de la tierra, y de ella serán arrancados los prevaricadores.” (Proverbios 2:22). Fue otra advertencia decisiva para aquellos que dejan de honrar al Padre celestial. No vivirían en la tierra que les había dado.

Por supuesto, aquí se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (Marcos 11:1-14). Entró en la ciudad, con ramas y mantos puestas a lo largo del camino delante de él. Entonaron expresiones de alabanza tomadas de los Salmos y vitoreaban a un rey de la familia de David que habría de restaurar el reino de Israel a su antigua gloria. Esperaban a un líder político y nacionalista, quizás inclusive un reformador social violento. Cuando Jesús se enfrentó con los comerciantes en el patio del templo, no era que en su irritación estaba condenando un árbol lozano. Estaba dando una expresión triste de la condición verdadera del árbol. El juicio de Dios sobre Israel sería igual.

Pero observamos algo diferente. En Judas se menciona la estación – árboles otoñales. En Marcos, Jesús está cerca de la pascua – la primavera. El cambio de la estación es muy interesante y es probable que se encuentre aquí una lección más. Sugerimos lo siguiente: Durante los tres años y medio del ministerio de Jesús había poco “fruto”. En la primavera de la predicación del evangelio, poca gente lo aceptó. Desde la muerte, resurrección y ascensión de Jesús había mucha más oportunidad de oír la Palabra de Dios. Llegamos a los tiempos de Judas, el otoño, con la anticipación de encontrar una gran cosecha de fruto. Pero Judas dice: …árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados… ¿Por qué dos veces muertos? Porque había unos en la iglesia, siendo muertos en el bautismo (su primera muerte) pero no había ningún desarrollo espiritual en su vida en Cristo. Por eso están destinados a la segunda muerte.

4) “Estos son…
…fieras del mar” = fuerza inútil

Fieras olas del mar sugiere la inquietud de la marea que, después de todo su ruido, sólo deja un depósito de espuma y basura en la playa. Es una descripción de la palabrería de los falsos maestros. Son arrogantes y sus palabras revoltosas solo resultan en error y perversidad.
Esta idea viene de Isaías 57:20:

“Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto y sus aguas arrojan cieno y lodo.”

Esa es siempre una escena desagradable. Cuando aplicamos esta figura del mar en tempestad a un nivel espiritual, nos imaginamos la destrucción total de la fe de los creyentes causada por los impíos.

No es difícil asociar la idea de las fieras del mar como las naciones bélicas – contra la nación judía en los años anteriores tal como la futura guerra en el año 70 d.C. hasta hoy en día.

Aquí están unas referencias donde aparece la figura del mar:

Referencia ¿Quién contra quién?
Salmo 65:7

 

Salmo 89:9

 

Isaías 5:30

 

Isaías 17:12

 

Jeremías 6:22-23

 

Sin embargo, la Palabra de Dios nos enseña que todo el poder pertenece a Dios. Como hemos visto en la tabla, el salmista anuncia:

“Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; cuando se levantan sus olas, tú las sosiegas.” (Salmo 89:9)

y otra vez:

“Firme es tu trono desde siempre; tú eres eternamente. Alzaron los ríos, Jehová, los ríos alzaron sus voces; alzaron los ríos sus olas. Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias olas del mar.” (Salmo 93:2-4)

De la misma manera que Cristo aquietó las aguas del mar de Galilea (Mateo 8:23-27), así llegará el día cuando, según Su voluntad, serán silenciadas estas fieras olas en el mar de la humanidad. Entretanto, las olas incontroladas y fieras de los hombres que habían apostatado de la verdad causan los disturbios muy graves entre los verdaderos creyentes.

(5) “Estos son…
…estrellas errantes” = su trayectoria sin rumbo.

Los meteoritos también aparecen como estrellas brillantes por un tiempo durante su órbita que pasa cerca de la tierra. Se dice que esta figura de las estrellas errantes es otra referencia tomada del libro apócrifo, el Libro de Enoc . Describe las estrellas (los ángeles desobedientes) que aparentemente violaron las normas y “se apartaron de la órbita que se les había señalado” (Barclay, 1991, pág.220).

Pareciera que el pensamiento es el de Lucas 6:39 donde Jesús subrayó sus enseñanzas usando el humor y la exageración para hacerlos entender el asunto. Los discípulos deben aprender antes de pretender enseñar a otros. Si los maestros mismos caen, lo mismo harán sus alumnos. Los discípulos deben ser capaces de verse claramente a sí mismos antes de poder señalar las faltas ajenas. Pero en la referencia de Judas no existe el humor. Los que pretenden ser guías están ellos mismos fuera del camino. El destino de las estrellas errantes es característico del de las personas que desobedecen los mandamientos de Dios y, como si dijéramos, siguen su propio camino en la oscuridad. Solo hay una estrella que trae luz verdadera. Es el Señor Jesucristo (Números 24:17).

Esta última de las cinco metáforas tiene una lección impresionante cuando relacionamos las cosas que pasan en los cielos naturales con el mensaje espiritual de Judas. Como las estrellas en el cielo, los maestros falsos aparecen en momentos y lugares diferentes. Ellos resplandecen por un momento en el cielo y asustan por su brillantez pero de repente desaparecen en la oscuridad. La importancia de esto se aprecia mejor cuando consideramos a los navegantes en los tiempos antiguos. Estos dependían de las estrellas para orientarse. Si seleccionaran seguir una estrella errante, se irían fuera del curso y estarían en peligro. Esto es lo que pasa con el creyente cuando los falsos maestros le llevan lejos de la verdadera enseñanza de la Palabra de Dios.

Ahora terminamos con una consideración de las bendiciones que tenemos en Cristo. Observamos el contraste.

En la tabla se encuentran referencias para escudriñar:

En vez de… ¿Somos?…
“rocas en vuestros ágapes” 1 Pedro 2:5

 

“nubes sin agua” Juan 7:38

 

“árboles sin fruto” Isaías 61:3

 

“fieras ondas del mar” Isaías 48:18

 

“estrellas errantes” Daniel 12:3

 

Finalmente recordamos la promesa de Dios a Abraham en Génesis 22:17

“…de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos.”

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