¿Puedes perdonar? ¿Puedes perdonar al hijo desagradecido, al amigo que traiciona la confianza, al vecino que propaga chismes dañinos? ¿Pueden perdonarse los esposos, que se critican constantemente el uno al otro frente a los demás? y mucho más… La Biblia tiene mucho que decir del tema. Por ejemplo, Pablo escribe a los creyentes en Éfeso:
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” (Efesios 4:31-32)
Dios perdona sólo al penitente y que una de las pruebas principales de verdadera penitencia es un espíritu de perdón. Una vez que nuestros ojos han sido abiertos para ver la enormidad de nuestra ofensa contra Dios, las injurias que otros nos han hecho parecen en comparación extremadamente fútiles. Si, por otra parte, tenemos una visión exagerada de las ofensas de otros, ello prueba que hemos reducido al mínimo las nuestras.
Durante esta serie de estudios descubrimos que el perdón es condicional. Este fue el mensaje de la oración en Mateo 6. Jesús dice de la manera más clara posible que si perdonamos a otros, Dios nos perdonará; pero si nos negamos a perdonar a otros, Dios se negará a perdonarnos. Por tanto, está totalmente claro que si hacemos esta petición con una brecha abierta con un desacuerdo sin resolver en nuestra vida, le estamos pidiendo a Dios que no nos perdone.
Tenemos a Jesucristo como nuestro maestro dándonos enseñanzas del tema del perdón. Naturalmente recordamos el hecho supremo de su amor hacia nosotros. La crucifixión es tal vez la más humillante y dolorosa forma de ejecución jamás encontrada, y sin embargo Jesús no ofreció resistencia ni manifestó resentimiento. Incluso oró por los responsables de su muerte…y nosotros también. ¡Nunca debemos olvidar eso!:
Hermano Guillermo Rawson (agosto 2007, España)
La versión de la Biblia que utilizamos, salvo en los casos indicados, es la
Reina-Valera, revisión de 1995.