Diseño grandioso
Durante el último par de décadas programas de televisión acerca de diseño y renovación de casas se han vuelto masivamente populares. Uno de los aspectos que toman de la naturaleza humana es que todos tenemos cierto sentido de estilo y diseño, aunque unos más que otros ¡claramente! Si escalamos esto de casas individuales a un mayor nivel, instintivamente sabemos la diferencia entre buen diseño y mal diseño o caos – la diferencia entre el Taj Mahal y un basurero, las pinturas de un maestro y los garabatos de un niño – y sabemos que un buen diseño requiere de un diseñador.
Los principios de un buen diseño
Ya sea que pensemos a nivel del universo con sus miríadas de galaxias y estrellas, al nivel de nuestro planeta con sus paisajes increíbles y diversidad de vida, o si vamos a nivel microscópico, atómico o subatómico – en cada uno de ellos vemos el “efecto” más maravilloso que pudiéramos imaginarnos. ¿Qué podría causar tal efecto? ¿Qué tipo de diseñador pudo diseñar a esa escala y en todos esos niveles? Esto no parece ser el efecto de una causa impersonal o de un pequeño accidente con una probabilidad infinitesimal. Esto es el efecto de un planeador maestro, un diseñador, un ser en sintonía con la belleza, complejidad, leyes y moralidad. Mientras que se usan fuerzas y herramientas para construir edificios, los grandes edificios requieren de grandes arquitectos y diseñadores – seres con personalidad, mentes, estética y valores y planifiquen y planeen y que tengan sentido de lo magnifico. El universo es el edificio más maravilloso jamás construido y la evidencia está aumentando a un grado extraordinario de que no fue hecho “solo porque si”.
Científicos – en particular, físicos y cosmólogos – a veces hablan acerca de un “principio antrópico” cuando se discute la singularidad del universo. Hay un número de constancias científicas (podemos pensar en ellas como diales de control que parecen definir y delimitar nuestro mundo) y que, si tan solo uno de sus valores cambiara en una mínima medida como una en un millón o incluso una fracción en un millón de millones, haría que la formación y existencia del universo y la vida fuera completamente imposible. La pregunta es, ¿por qué es que es “diales” han sido programados en esos valores tan específicos para habilitar la existencia estable del universo y para habilitar vida? Es como si algo o alguien quisiera que hubiera un universo conteniendo vida inteligente y programó los diales en concordancia.
Es solo en los últimos cincuenta años que los científicos han comenzado a apreciar lo extraordinariamente improbable que es que este mundo se haya creado por azar. De hecho, a veces se refieren a este fenómeno como “el principio de Ricitos de Oro” – así como la sopa de Ricitos de Oro no estaba ni muy caliente, ni muy fría, estaba justo a su gusto, así mismo es con el universo – pero ¿por qué? El concepto de un diseñador que “pre afinó” estas condiciones y programó los diales parece muy plausible.
Aquí hay dos citas iluminadoras de Stephen Hawking sobre todo esto:
“Las probabilidades en contra de que un universo como el nuestro emergiera de algo como el Big Bang son enormes. Pienso que claramente hay implicaciones religiosas.”
“Sería muy difícil explicar por el universo habría comenzado de esta manera si no fuera por un acto de un Dios que pretendía crear seres como nosotros”4
Hawking mismo aparentemente no creía en Dios. Pero parece que podría ver la lógica de la Fe desde su investigación científica, si estos comentarios son algo para repasar.
Probabilidades
Claro que puede ser que todo sea una coincidencia – esto podría ser una posible explicación. Pero sería una explicación extraordinariamente improbable. No solo estamos lidiando con la improbabilidad de una cosa extremadamente improbable de suceder por aza, estamos lidiando con acumulación de improbabilidades de todos los pasos individuales sucediendo al azar incluyendo la producción de materia, la formación de galaxias y planetas, las condiciones precisas en nuestro planeta que aparentemente permiten que de forma única sostenga vida. Y encima de todo esto, los procesos químicos y biológicos de la evolución tendrían que suceder para que nosotros llegáramos aquí por accidente.
Estamos lidiando con la improbabilidad colosal – si no es que imposible – de todas estas cosas, cada elemento masivamente improbable. Pero no necesitamos solo que uno de ellos suceda, necesitamos de todos ellos, en el tiempo correcto y exactamente de la manera correcta. Si hay un mundo en donde la oportunidad ciega es todo lo que opera, ¿uno realmente esperaría este tipo de mundo predecible e inteligible como en el que vivimos? ¿Puede uno ver el mundo y realmente decir que existe por una cadena masiva de accidentes afortunados?