La autoridad – las notables credenciales de la Biblia
Judíos y Cristianos han reclamado que la Biblia es el libro de Dios, a través del cual El se ha comunicado con los humanos sobre El mismo y Su propósito. Pero ¿es esto verdadero – es correcto que acudamos a la Biblia por respuestas, y por qué deberíamos acudir a este libro y no a otro de los otros textos religiosos que existen en el mundo por respuestas para nuestras preguntas?
Estas son preguntas justas. ¿Qué es tan especial sobre la Biblia y por qué polariza tanto las opiniones? ¿Cuál es la evidencia para aclamar que puede ser confiada para proveer respuestas confiables a la gran pregunta de la vida?
En este apéndice repasamos siete puntos que dan una probada para la singularidad de la Biblia entre la literatura mundial y que apoyan la aclamación de que en efecto es justo el lugar en el que debemos buscar para saber más sobre Dios y sus caminos. Estos puntos, cuando se estudian a mayor profundidad, se combinan para formar un fuerte caso para creer que la Biblia debe ser la palabra de Dios.
Siete características únicas de la Biblia:
MEJOR VENDEDOR DEL MUNDO. Primero, es famoso. La Biblia es el libro mejor vendido del mundo – traducido en más lenguajes y distribuido más ampliamente que cualquier otro libro en el mundo.
Esto no prueba que sea verdadera, pero muestra que debe haber algo notable sobre ella. ¿qué pasa con la Biblia que ha vuelto a la gente tan ansiosa por traducirla y distribuirla? ¿por qué tanta gente la compra? ¿por qué millones de personas ordinarias aún la leen hoy en día, miles de años después de que fue escrita? Hay muy, muy pocos libros de los que se puede decir eso.
AFIRMACIONES ATREVIDAS. Segundo, la Biblia afirma ser la palabra de Dios, que puede salvar la vida de las personas. Nuevamente, no ha habido muchos libros en la historia que se hayan atrevido a hacer esa afirmación porque tan pronto como un libro se instale a si
mismo como portavoz de Dios, la gente hará cola para desmentirlo. Pero la Biblia insiste. Más de ochocientas veces usa la frase “esto dice el Señor…” o “la palabra del Señor vino a mi, diciendo…” estas son afirmación muy atrevidas. Y la Biblia se mantiene sola como el único libro, más que cualquier otro, sobre el que hombres y mujeres han buscado basar sus vidas y por el que se han preparado para morir.
Sin embargo, más que simplemente reportar las palabras de Dios, la Biblia afirma ser la palabra de Dios, viva y poderosa, y capaz de salvar a la gente. No es que la Biblia simplemente contenga la palabra de Dios (aunque algunas partes son opcionales y sub-estándar); dice que es la palabra de Dios – en todas sus partes – y cientos de miles de personas toman esas afirmaciones seriamente y encuentran sus vidas más ricas como resultado. Nos dice los hechos que necesitamos sobre Dios, nosotros mismos y el plan de Dios. Nos dice donde nos hemos equivocado y nos muestra como hacer las cosas mejor. Nos lleva a un nivel más alto de vivir, más en sintonía con Dios y sus caminos. Está bastante obscuro afuera – el mundo es un lugar confuso con todo tipo de retos – pero la Biblia puede ser una guía, una fuente de dirección, una luz que nos muestre el camino.
UNIDAD EN LA DIVERSIDAD. Ningún otro libro ha sido escrito de la misma manera que la Biblia. De hecho, no es para nada un solo libro, si no una biblioteca de sesenta y seis libros, escritos por alrededor de cuarenta diferentes autores durante un periodo de más de 1,500 años. Creció con el tiempo hasta que llegó a su finalización aproximadamente hace dos mil años.
La historia y forma de la composición del libro el única. Sin embargo, a pesar de su incomparable diversidad (contiene historia, ley, poesía, cartas, parábolas, ensayos) y su historia única de información, tiene una consistencia increíble, coherencia y singularidad de propósito. Hay un claro mensaje exagerado – un hilo dorado que la une a pesar de la forma única en que fue escrita por tanta gente a lo largo de tantos años. La mayoría de los creyentes de la Biblia tienen una razón personal favorita para creerle a la Biblia, y esta es una común. Como cuando tomas un microscopio y lo enfocas en una brizna de hierba o una flor, ves belleza increíble que no tenías idea que estaba ahí cuando lo veías a simple vista, así es con la Biblia. Su complejidad y poder, así como su conectividad y consistencia, es evidencia muy poderosa.
PRECISIÓN DE CONSERVACIÓN. Cuando lees la Biblia, ¿cómo sabes si estás leyendo lo que el escritor original escribió? Después de todo, estás leyendo un documento que tiene entre 2,000 y 3,500 de antigüedad, escrito en lenguajes completamente diferentes, antes de que hubiera respaldos electrónicos o imprentas.
Resulta que no hay ningún otro libro en el mundo con una edad remotamente comparable que sepamos que haya sido transmitido a través de la historia con dicha precisión. Esta característica es incomparable con cualquier otro libro antiguo. ¿es esto solo una casualidad en la historia o Dios lo planeó así?
Aquí hay solo algunas de las muchas estadísticas para darle un sabor a este punto. ¿cuántas copias antiguas hay de la Iliada de Homero, otro trabajo antiguo muy significante? La respuesta es alrededor de 650, y el manuscrito más antiguo data de alrededor de 1,400 años después del supuesto tiempo de la composición original. Ahora la Iliada es considerada trabajo relativamente bien preservado, pero es un considerable periodo de tiempo el que ha pasado – 1,400 años – entre su composición original y nuestra copia completa más vieja. ¿Quién sabe que paso en medio?
¿Qué hay del Nuevo Testamento en comparación? En lugar de las 650 copias de la Iliada, tenemos alrededor de 24,000 manuscritos y fragmentos de manuscritos, ¡los primero que datan de entre un siglo o dos del escrito original! De hecho, incluso si no tuviéramos manuscritos, podríamos recrear virtualmente el Nuevo Testamento entero desde otras citas que otros escritores hicieron a partir de el hace cientos de años. No hay otro libro de tiempos antiguos que haya sido preservado con tanta precisión. ¿Coincidencia? Tenemos que juzgar por nosotros mismos, pero basta con decir que hay más incertidumbre sobre el texto de Shakespeare, escrito hace 450 años, de la que hay sobre el Nuevo Testamento.
SUPERVIVENCIA. La Biblia ha sobrevivido. Esto puede no sonar tan sorprendente, pero lo es. Por siglos la gente ha tenido suficiente motivación para destruir la Biblia o desaprobarla (¡de ese modo no tienen que hacer lo que dice!). Ha habido muchos intentos para hacerlo. El filosofo francés Voltaire afirmó que, a los cien años de su muerte, Dios y la Biblia serían
completamente desacreditados, y nadie leería más la Biblia. De hecho, a los cincuenta años de su muerte, la sociedad de la Biblia de Ginebra, en un extraño capricho de la historia, ¡se adueñó de la imprenta de Voltaire y la estamos usando para imprimir Biblias para mandarlas a todo el mundo!
Ante los intentos de quemarla y prohibirla, de incendiar a sus traductores e impresores en la hoguera, la Biblia sigue viviendo. Hoy, los críticos son probables a intentar marginar, destituir o ridiculizar la Biblia (a menudo sin haberla leído) – sin embargo, la gente aún la lee. Es un libro que no se echará.
DICIENDO EL FUTURO. La Biblia ha dicho y continúa diciendo el futuro. Ninguna otra religión mundial importante puede reclamar evidencia de este tipo desde profecías. El nacimiento y muerte de Jesús fueron predichos cientos de años antes de que naciera, y la Biblia tiene muchas profecías notorias sobre la nación Judía (a quienes el Antiguo
Testamento le fue dado originalmente) y de algunos de los imperios del mundo y naciones del pasado.
Es importante notar que las profecías de la Biblia no son vagas y genéricas como, digamos, las profecías de Nostradamus. Son específicas, y muchas de ellas se han cumplido. Dan evidencia de que otros elementos claves del plan de Dios en efecto van a suceder como El dijo. Nos ayudan a entender que cuando Dios ofrece esperanza para el futuro, El sabe de lo que habla. Una profecía cumplida es un gran tema, pero uno que bien vale la pena revisar para evidencia muy concreta y no solo por la verdad de la Biblia si no también por el involucramiento de Dios en los asuntos de la historia humana.
HACE SENTIDO. Finalmente, ahí esta el poder explicativo de la Biblia. La Biblia provee una explicación lógica y creíble de porque el mundo es como es, de como es la naturaleza humana, y lo que ha salido mal – una explicación que muchos sienten que es la manera más convincente de entendernos a nosotros mismos y a nuestro mundo. La Biblia explica
el vacío y la falta de sentido o dirección que hombres y mujeres a veces sienten en el mundo de hoy en día. Y nos dice lo que necesitamos hacer para poder poner las cosas bien y volver a una buena relación con Dios. Cada lector debe decidir si hay otro libro o teoría allá afuera que embone con los hechos tan bien.
PONIENDOLO TODO JUNTO
No puede haber duda de que la Biblia se mantiene única entre la literatura del mundo. Ninguna persona sensible podría seriamente disputar esto. Ya sea que sea la palabra de Dios, revelar Su plan y propósito es una cuestión más complicada, y una que debe decidirse con cuidadosa consideración de la evidencia y por experiencia de primera mano de lo que dice la Biblia. Sin embargo, es difícil no estar de acuerdo, en que hay suficiente evidencia para al menos tomar las afirmaciones de la Biblia en serio y ver lo que tiene para decir. Esto es lo que hemos estado haciendo a lo largo del curso de este libro, viendo sus respuestas a la gran pregunta de la vida.
Vale la pena tomar unos momentos para establecer un par de puntos adicionales sobre exactamente con que tipo de libro estamos tratando cuando abrimos la Biblia. Ya hemos notado que en cierto modo la Biblia es más como una biblioteca que un solo libro – aún así hay una conexión clave entre todos sus componentes. Las partes solo hacen completo sentido y embonan juntas cuando tienes el resto de la colección; están diseñadas para pertenecer juntas.
Los sesenta y seis libros de la Biblia pueden dividirse aún más en dos partes: la Biblia Hebrea o Antiguo Testamento (los primeros cuatro quintos de la Biblia, contabilizando treinta y nueve de los sesenta y seis libros), y el Nuevo Testamento (el último quinto y los veintisiete libros restantes). El Antiguo Testamento traza la historia del mundo desde el inicio de la creación y pone un enfoque particular en los pocos cientos de años de historia que preceden al Señor Jesús, con su parte final habiendo sido escrita aproximadamente 400 años antes de su nacimiento. El antiguo Testamento es estimado por ambos Judíos, Cristianos y Musulmanes. Para el Judaísmo representa la primer revelación de Dios al hombre (El Judaísmo no cree que Jesús es el Mesías prometido, así que no tiene mucho que ver con el Nuevo Testamento), mientras que muchos Cristianos cometen el error de enfocarse tanto en el Nuevo Testamento que se pierden de cuan integral es el Antiguo Testamento para el abrumador propósito de Dios con el mundo. De hecho, la Biblia entera es esencial – ambos, el Antiguo Testamento y el Nuevo.
De muchas formas el Antiguo Testamento puede ser visto como que presenta las preguntas a las que el Nuevo Testamento provee la respuesta en sus descripciones del trabajo y las enseñanzas del Señor Jesucristo. El Antiguo Testamento es vital porque presenta muchas enseñanzas importantes sobre Dios y como ha lidiado con el mundo y sobre Sus planes para el futuro, pero en realidad no hace sentido sin el Nuevo Testamento. Es solo cuando Jesús sale a escena que el Antiguo Testamento de repente surge en alta definición y comienza a hacer completo sentido porque la gran solución de Dios para los espinosos, pero críticos problemas del Antiguo Testamento pueden ahora ser vistos en todo su esplendor.
La historia y el hilo
Es esencial comprender que la Biblia es ampliamente narrativa – es decir, presenta una historia: una historia espiritual de la interacción de Dios con el mundo, lo que incluye personajes y eventos claves que necesitaremos conocer en el tiempo. No es un libro de teoría o un libro que principalmente consista en reglas o reflejos abstractos. Hay una columna narrativa, desde nuestros ancestros espirituales, Adán y Eva, hasta la interacción de Dios con su pueblo elegido, los Judíos (una relación que El ha usado para ilustrar al resto del mundo la manera en la que se compromete con los seres humanos en general), a través de la vida y trabajo de Su único hijo engendrado, Jesús, y después en el trabajo de los primeros apóstoles que transmitieron el mensaje por el mundo.
Por lo tanto, es un libro, de personas y eventos reales – pero en todos estos eventos hay lecciones que deben ser aprendidas sobre Dios y sus caminos y sus planes para el futuro. Dios se compromete en la historia del mundo real, alcanzando los asuntos de hombres y mujeres para estar disponible. Al examinar y aprender de estas interacciones entendemos la naturaleza de la fe y esperanza de la vida real, no a través de propuestas abstractas si no de como se viven en las vidas de personas reales. Por lo tanto, no estamos lidiando con material denso o meramente teórico cuando abrimos la Biblia. estamos lidiando con eventos concretos, vidas de personas reales, y la realidad que se despliega del gran esquema de Dios.
La Biblia está unida y reunida por la idea de promesas – maravillosas promesas que Dios ha hecho a hombres y mujeres y que aún son relevantes hoy en día. Es una grabación de las promesas repetidas e insistentes que Dios ha hecho a los hombres y mujeres y las condiciones que están asociadas con ello. Traza el cumplimiento desarrollado de esas promesas y al hacerlo nos provee con confianza que Dios continuará cumpliendo en lo que ha dicho and finalmente llenará el mundo con Su gloria.
