A simple vista los capítulos finales 19, 20, 21 y 22 de Apocalipsis nos comunican el plan general de Dios con la segunda venida de Cristo, y los mil años del reino de Él y los santos, y luego del Paraíso establecido de nuevo con el tabernáculo de Dios entre los hombres. Tal orden corresponde con lo que encontramos en 1Corintios capítulo 15, como se puede apreciar en la Tabla 17. Sin embargo, cuando empezamos a tratar de ordenar, en más detalle, las enseñanzas que trae Apocalipsis acerca de la resurrección, el juicio, el galardón de los fieles, y la forma de gobernar en el milenio, entonces encontramos muchas inquietudes e incertidumbres. Hay por lo menos tres enseñanzas en Apocalipsis 20 que no aparecen en ninguna otra parte de la Biblia:
(i) la doble resurrección;
(ii) el reinado de Cristo por 1000 años (afirmado 4 veces en Apocalipsis 20); y
(iii) la rebelión al final del reinado de Cristo. (Ver el ANEXO 17)
1 Corintios 15 | Apocalipsis |
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v.22-23 “…todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden…luego los que son de Cristo, en su venida” | 20:4-5 “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar;…y…vivieron…Esta es la primera resurrección.” |
v.25 “él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies” | 20:4 “…y vivieron (los santos) y reinaron con Cristo mil años” |
v.24 “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre” | 20:11 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado…”
22:3 “…y el trono de Dios y el Cordero estará en ella” (la nueva Jerusalén). |
v.26 “Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte” | 20:14 “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego”.
21:4 “…y ya no habrá muerte…” |
Hay que reconocer que, en estos últimos capítulos, Juan tiene una serie de visiones: la primera en Apocalipsis 19:11 cuando él vio “el cielo abierto…y el Fiel y Verdadero…en un caballo blanco”, y la última, que empieza en el capítulo 21:2 cuando él vio “la santa ciudad, la nueva Jerusalén descender…como una esposa ataviada para su marido”. ¿El mensaje de tales visiones, y las otras que se producen entre ellas, son consecutivas en el tiempo? Esto no es tan fácil decir, por ejemplo, el descenso de la esposa (Jerusalén de arriba) del capítulo 21 ocurre, aparentemente, al final del milenio. Pero entonces, ¿qué podemos decir acerca de la visión en el capítulo 19 donde la esposa (la iglesia) se “ha preparado para las bodas del Cordero”, al principio del mileno? ¿Hay dos esposas y dos bodas? ¿No es la nueva Jerusalén la iglesia también?
Tenemos igual problema con el juicio general, al final de los mil años (Apocalipsis 20:12-15), cuando la muerte es lanzada finalmente al lago de fuego. Aquí hay detalles parecidos a los que encontramos en Apocalipsis 11:15-18, después de la séptima Trompeta, por supuesto al principio del reino y el milenio. Ver la Tabla 18 siguiente:
Apocalipsis 11:15-18 | Apocalipsis 20:11-15 |
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Al principio del milenio | ¿Al final del milenio? |
“…Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y su Cristo; y el reinará por los siglos de los siglos…y el tiempo de juzgar a los muertos, y dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes y a destruir los que destruyen la tierra.” | “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él… Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras…Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” |
¡Aparentemente hay dos juicios generales, uno al principio del milenio, y otro al final, pero el libro de vida solo se abre al final del milenio? ¿Cómo es que algunos de los galardones prometidos para “al que venciere” en las siete iglesias, se reciben en el principio del milenio (“a tener autoridad sobre las naciones”-Tiatira; “se siente conmigo en mi trono”-Laodicea:), mientras otras, tienen que esperar hasta el fin (“a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”-Éfeso; “el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén”-Filadelfia)? Obviamente las visiones de los últimos capítulos no guardan un orden estrictamente cronológico; son más bien como un sueño del porvenir, que brinca adelante y atrás en tiempo. Por lo tanto, no debemos tomar los relatos de Juan como una presentación lineal cronológica, aunque aparentemente si hay dos juicios. Suficiente advertencia…ahora miramos las visiones en detalle.