Daniel y Apocalipsis
La razón porque el capítulo 9:24-27 de Daniel (de las 70 semanas) fue asociado tan temprano con el gran perseguidor de los judíos Antíoco Epífanes (175-164 a. C.) no es difícil de entender. Al final de la profecía uno lee que alguien “suspenderá los sacrificios y las ofrendas…y con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador…” Palabras casi iguales a las que uno encuentra en Daniel 11:31 que habla de uno que iba suspender “el sacrificio continuo” y en su lugar poner “la abominación desoladora”; esto hizo Antíoco (el rey del norte) durante su persecución de los judíos…” Por eso tal vez fue relativamente tarde, con Ireneo (180 d.C.), cuando hay la primera referencia cristiana clara a Daniel 9: 24-27 relacionado con los tres años y medio de la última semana de las 70, al regreso de Cristo.
Ahora debemos evaluar lo que dice Daniel 9, comparando con las conclusiones tentativas indicadas en la página 41 del capítulo 5 (LA IRA DE DIOS) de nuestro estudio. No hay menor duda que la profecía se extiende hasta los últimos días porque el versículo 24 dice: –
“Se ha concedido a tu pueblo y a la santa ciudad un plazo de setenta semanas para poner fin a sus pecados y transgresiones, para que expíen su iniquidad y establezcan la justicia de manera perdurable, y para que sellen la visión y la profecía, y unjan al Santo de los santos.” (RVC, mientras el NVI termina el versículo: “y consagren el lugar santísimo”)
Los versículos 25 hasta 27 expande en más detalle y divide las 70 semanas de años en la siguiente manera (ver el diagrama siguiente)