El Antiguo Testamento se escribió en su mayor parte en hebreo, y nuestra traducción en castellano inevitablemente omite muchos detalles cuando se deben traducir las palabras hebreas que corresponden a “Dios”.  Como hemos visto en el estudio anterior, una de las palabras hebreas comunes que se ha vertido como Dios es “Elohim”, que significa “poderosos”.  Ahora investigamos el “memorial” de Dios, el nombre por el cual él desea que le recordemos.

A partir de la década de los setenta, con la aparición de nuevas traducciones y versiones castellanas, los lectores de la Biblia han descubierto, unas veces con inquietud y otras con sorpresa, que “Jehová” no es la única manera de escribir ese nombre especial de Dios. 

Tomemos como ejemplo cuatro de las versiones más recientes de la Biblia: 

  • La Nueva Biblia de Jerusalén (1998), siguiendo el ejemplo establecido por la versión francesa original, usa la siguiente forma del nombre especial de Dios: “Yahvéh”.  
  • La Nacar-Colunga (1965) evita incluir la “h” del nombre, y escribe “Yavé” 
  • La Biblia Herder (2004) usa ”Yahveh”.
  • La Dios habla hoy (1994) sigue el ejemplo establecido por la versión griega desde el tercer siglo antes de la era cristiana (la Septuaginta o LXX). Esta versión, hecha por judíos para judíos, evitó escribir el sacrosanto nombre de Dios y en su lugar usó la palabra griega kyrios, que a su vez traducía la palabra hebrea Adonay.  Ambas tienen el sentido castellano de “Señor”
  • La Nueva Versión Internacional  (1999) usa el título “SEÑOR” en letras mayúsculas pequeñas (y no incluye el artículo con este tipo de letra).  

Preguntando a la mayoría de los creyentes en la Biblia cual es el nombre del Padre Celestial, ellos probablemente dirán Jehová.  Preguntándoles a ellos por algunas pruebas de esto ellos señalarán el uso tradicional o le referirán a usted el Antiguo Testamento y esto nos hace hablar de las versiones pertenecientes a la tradición de Reina-Valera. 

Sorprendentemente, el nombre del Padre Celestial no es Jehová, y nunca lo fue.  La historia de “Jehová” que algunas enciclopedias llaman erróneo y que muchos  eruditos de la Biblia concuerdan en que no es exacta, está completamente evidente.  En los más antiguos textos de la Biblia, los manuscritos hebreos, el Nombre sagrado es representado por cuatro letras hebreas  יהוה.  Estas cuatro letras son llamadas tetragrámaton, apareciendo en el español como YHWH o YHVH. 

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ESPAÑOL HEBREO MODERNO HEBREO ANTIGUO HEBREO ARCAICO

La revelación del Nombre Divino

La revelación a Moisés ante la zarza ardiendo es uno de los acontecimientos más notables del relato bíblico. Nos referimos a lo que se explica en el libro de Éxodo cuando se refiere a la liberación de los israelitas de la esclavitud egipcia.  Moisés era pastor del rebaño de su suegro Jetro cuando se le apareció un ángel de Jehová en Horeb (Éxodo 3:2), en medio de una llama de fuego dentro de una zarza que no se consumía.  Aunque la zarza proporcionaba leña suficiente, en este caso Moisés pudo ver como el fuego no la agotaba.  Este suceso parece una metáfora de la eternidad y la suficiencia del Dios todopoderoso.  Este mismo Dios revela la acción que intenta ejecutar en favor de los oprimidos israelitas al designar a Moisés como aquél que guiaría al pueblo en su salida de Egipto.  A causa de su importancia, el encuentro entre Dios y Moisés se registra con una gran cantidad de detalles cuyo centro es la conversación entre ellos.  Por todo ello, todo el suceso tuvo una profunda influencia en Moisés.

Estos elementos del encuentro entre Dios y Moisés son dignos de destacar: 

Primero, Moisés se encontró con Dios en la zarza ardiendo. A lo largo de la historia del éxodo, la presencia divina en el fuego y el humo se presentó sucesivas veces (Éxodo 13:21, 22; 19:18; 24:17; 40:38; Levítico 9:24; 10:2; Números 11:1–3; Deuteronomio 9:3; 18:16).                 

Segundo, por causa de su naturaleza divina, había que acercarse a Dios con precaución. Moisés reconoció la santidad de Dios al quitarse las sandalias. El concepto de santidad divina reaparece en Éxodo como tema principal. 

Si bien los detalles del trasfondo son dignos de destacar, el relato centra su atención en el diálogo entre Dios y Moisés. Desde el comienzo, fue esencial que Moisés conociera la identidad de aquél que hablaba con él: 

“Yo soy el Dios (Elohim) de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob” (Éxodo 3:6). 

Dios conocía exactamente las circunstancias de los israelitas en Egipto. Dice:

 “…he visto la aflicción…he oído su clamor…he conocido sus angustias” (Éxodo 3:7).

Y es este mismo Dios el que iba a:

“…librarlos… y sacarlos… a una tierra buena” (Éxodo 3:8). 

Sin embargo, cuando Dios anuncia su propósito de liberar a Israel por la mano de Moisés, éste último se muestra poco dispuesto y comienza a poner excusas (Éxodo 3:9-10).

La pregunta de Moisés “¿Quién soy yo?” (Éxodo 3:11) es reveladora.  Es una pregunta de identidad.  Frente a la estupenda perplejidad que refleja la pregunta: ¿quién es, en verdad, Moisés para hablar con Faraón?  La respuesta de Dios es directa: “Yo estaré contigo” (Éxodo 3:12).  A ello se unía la promesa de Dios de una señal. Sin embargo, Dios no prometió un milagro al momento, sino que Moisés tenía, primeramente, que ejercitar la confianza de lo que Dios había dicho.

El versículo siguiente continúa con el problema de la identidad cuando Moisés sugiere la pregunta de los hijos de Israel “¿Cuál es su nombre?” (Éxodo 3:13).  En Génesis se destacan diferentes aspectos de la naturaleza de Dios por medio de los títulos utilizados para designarle a él: 

  • El Dios Altísimo (Génesis 14:18–20), 
  • El Dios que me ve (Génesis 16:13), 
  • El Dios Todopoderoso (Génesis 17:1), 
  • El Dios Eterno (Génesis 21:33). 

En Éxodo 3:14 Dios se da a conocer por su nombre personal YHWH que significa “Yo soy” (Se deriva del verbo hebreo: hayah = ser). 

“Y respondió Dios (Elohim) a Moisés: “Yo soy el que soy.” Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: ‘Yo soy’ me envió a vosotros.” 

La expresión “Yo soy el que soy” en hebreo es ’ehyeh ’aser ’ehyeh (o ’hyh ’sr ’hyh).  Ha sido traducido de diferentes maneras:

 “Yo soy el que soy” (RV, NVI, BJ. BA, NC), “Yo seré el que seré” (NVI Texto Peninsular), “El que causa que sea, el que trae a la existencia” (TNM).  

La forma corta «Yo soy» en el mismo versículo, según se supone, viene de la misma palabra hebrea (’hyh) que es también de la primera persona del singular. 

Consonantes y vocales

Los textos hebreos sólo incluyen las consonantes. Para explicar esto, piense que si se quería escribir Juan, ellos solamente ponían las consonantes Jn y al verlas sabían por su tradición que eso significaba Juan = Jn.  Cuando ellos querían poner Marcos solamente escribían Mrcs.  En el judaísmo, el más importante nombre de Dios es YHWH, el tetragrámaton (término griego que significa ‘cuatro letras’).  Las letras hebreas se llaman yod-heh-waw-heh.  Nótese que el idioma hebreo se escribe de derecha a izquierda, al contrario del castellano, que se escribe de izquierda a derecha y en el que se trascribe como yhwh, yhvh o jhvh, dependiendo de la convención de transliteración usada. Debido a que durante mucho tiempo los judíos consideraban una blasfemia pronunciarlo, la correcta pronunciación de este nombre se ha perdido

Nos informa Wikipedia.org1: “Según la tradición judía, aparentemente YHWH es la tercera persona del imperfecto singular del verbo ser, significando por lo tanto ‘él es’, ‘él será’, o quizá ‘él vive’.  Esta explicación concuerda con el significado del nombre dado en Éxodo 3:14, donde se representa a Dios hablando, y por eso se usa la primera persona — ‘Yo soy’.  Por lo tanto, el significado podría ser concretamente, ‘El que vive’.  Se ha desestimado la traducción ‘el que es auto-existente’ o ‘auto-suficiente’, ya que se considera que la concepción abstracta de la existencia pura es ajena al pensamiento hebreo clásico.” 

Adjuntamos notas textuales que se encuentran en cuatro traducciones de la Biblia: 

Reina-Valera 1960, en su glosario: 

“JEHOVÁ. Nombre personal de Dios en el Antiguo Testamento.  En el hebreo primitivo, que carecía de vocales escritas, las consonantes son YHVH.  Por 

1 Wikipedia.org Enciclopedia libre respeto, dejó de pronunciarse, y en su lugar se leía “Adonay” (el Señor). Para recordar esto al lector, los rabinos le pusieron las vocales e, o y a, sólo como contraseña, cuando inventaron un sistema de vocales escritas para el hebreo.  En los medios cristianos empezó a leerse desde fines de la Edad Media con esas vocales y así resultó la forma latinizada “Jehovah”, de donde viene “Jehová”.  Los hebraístas han llegado al acuerdo general de que la pronunciación original debe haber sido Yahveh.  Su significado se asocia con la idea de Ser o Existencia.”  

Reina-Valera (1995) comenta:

“…Esta frase explica el nombre personal del Dios de Israel, traducido en esta versión como Jehová, asociándolo al verbo hebreo hayah, que significa “ser”, “existir” y, a veces, también “acontecer”.

La Biblia de Jerusalén (pág.65) explica: 

“…La Tradición, siguiendo a los Setenta (Septuaginta, LXX), ha preferido en general entender ’ehyeh ’aser ’ehyeh como “Yo soy el que es”, «Yo soy el que soy”; el nombre Yahvéh, “El es”, afirma en consecuencia, si no explícitamente el Ser absoluto de Dios, tal como lo definirán más tarde la filosofía y la teología, sí al menos su existencia sin restricción (que se opondrá a la “nada” de los demás dioses)”.

En la versión Nácar-Colunga (pág.93) encontramos la siguiente explicación: 

“El nombre misterioso de Yahvéh con que se designaba a Dios en el Antiguo Testamento ha recibido diversas explicaciones, ninguna de ellas totalmente satisfactoria.  Literalmente significa ‘el que es’. Algunos autores lo interpretan en sentido metafísico: el Ser Subsistente, el que tiene ser por sí mismo; pero esto es demasiado abstracto para la mentalidad poco filosófica del pueblo hebreo.  Por eso, no pocos autores suponen que la expresión ‘el que es’ implica la idea de auxilio y protección a Moisés y a Israel y, en ese caso, la declaración de Dios será paralela a la del versículo 12: “Yo estaré contigo”.  El nombre de Yahvéh (‘el que es’) sería prenda de la futura protección divina al pueblo elegido…”

El contenido de Éxodo 3:14 aclara que la revelación del nombre está íntimamente relacionada con la revelación de su propósito de redimir y liberar a los israelitas de la esclavitud egipcia, ratificado en los versículos de Éxodo 3:15-22 por medio de una referencia a los pactos hechos a los padres. Hablan del futuro: Es Dios el que librará a los israelitas de Egipto; Él es quien les salvará; quién hará un pacto con ellos.  Por eso, en el versículo 15 amplifica lo que había enseñado en el versículo 14. En este caso utiliza el término ‘Yahvéh’ que consideramos como su nombre propio. 

“Además, Dios dijo a Moisés: 

Así dirás a los hijos de Israel: Jehová [Yahvéh], el Dios [elohim] de vuestros padres, 

el Dios [elohim] de Abraham, 

el Dios [elohim] de Isaac 

y el Dios [elohim]de Jacob, 

me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación.” (Éxodo 3:15).

De todos modos, se nota que, en su forma de primera y tercera persona, se asocia profundamente con el Dios de Promesa y Profecía.  El verbo hayah tiene un sentido más dinámico de ser, no pura existencia.  

Esos primeros capítulos de Éxodo muestran que Dios revela a Moisés y seguidamente a todo el pueblo, no la naturaleza interna de Su ser, sino Sus intenciones activas, redentoras a favor de ellos.  Él “será” para ellos y Sus acciones demuestran que “es”.

¿YAHVEH o JEHOVÁ?

Ahora sabemos que la frase en Éxodo 3:14 ha sido traducida de diferentes maneras y el nombre de Dios ha recibido diversas explicaciones.  Se nota en este estudio que hemos mencionado varios nombres para “Dios” porque los israelitas del Antiguo Testamento empleaban muchos nombres para referirse al Todopoderoso. Todos estos nombres expresaban una relación íntima de Dios con el mundo y con los hombres.  

Las traducciones llegaron a ser el estándar para la iglesia romana y las letras latinas IHVH aparecieron en lugar del tetragrámaton.  En aquellos tiempos la vocal I era equivalente de la Y.  La V tenía el sonido de W, “u.”  La I mayúscula pronto tuvo una cola añadida, una modificación popularizada por los impresores holandeses, así que el tetragrámaton empezó a aparecer como JHVH.  A través del tetragrámaton aparecido en los textos latinos como JHVH (el equivalente de YHWH en su pronunciación) los puntos vocálicos hebreos fueron para Adonai.  

El tetragrámaton, con las marcas vocálicas del, Adonai, es hasta hoy llamado por aquellos familiarizados con el hebreo el “nombre inefable (impronunciable)”.  ¡No puede ser pronunciado con las marcas vocálicas de “adonai”!   Es decir: tomaron las 4 consonantes de una palabra (J H V H) y pusieron simplemente 3 vocales de otra palabra (Edonay) y formaron así una nueva palabra: Jehováh.  Está claro que la palabra “Jehováh” es un arreglo de dos palabras en una.  Por supuesto la palabra “Jehováh” nunca ha existido en hebreo; es decir, que la pronunciación “Jehováh” es una pronunciación defectuosa del nombre de “Yaveh”.

Explica Sánchez (Edesio Sánchez Cetina ¿Jehová, Yahvé, Señor…?): “Algunos se preguntarán por qué si Adonai empieza con la vocal «A», la palabra «Jehová» tiene como primera vocal la «e». La explicación es esta: en el hebreo existe una semivocal llamada «shevá» que normalmente se translitera como una «e» volada (e).  El sonido de esta semivocal se acerca más al de la «e»; sin embargo, cuando acompaña a ciertas consonantes hebreas especiales, su sonido y grafía varían un poco.  De allí que la semivocal en la palabra se transcriba como «a» y no como «e».”

En los años 1600 comenzaron a traducir la Biblia a todas las lenguas, y como encontraron en todos los textos bíblicos de la Edad Media la palabra “Jehová” como nombre propio de Dios, copiaron este nombre “Jehová” literalmente en los distintos idiomas (castellano, alemán, inglés…). Y desde aquel tiempo empezaron a pronunciar los católicos y los evangélicos como nombre propio de Dios del Antiguo Testamento la palabra “Jehová” en castellano. 

J.B. Rotherham declara en el prefacio a su Biblia con respecto a “Jehová”: 

“Erróneamente escrito y pronunciado Jehová, que usa meramente una combinación de el sagrado tetragrámaton, y las vocales de la palabra hebrea para Señor, sustituidas por los judíos para JHVH, por que ellos se limitaron de pronunciar El Nombre, debido a una mala concepción de dos citas, Ex. 20:7 y Le. 24:16…Para dar al nombre JHVH las vocales de la palabra para señor [Heb. Adonai], es como hacer un híbrido de como debería ser pronunciada la palabra Germano con las vocales de la palabra Portugal – viz., Gormuna.  La monstruosa combinación Jehová no es más Antigua que del 1520 d.C. aproximadamente.” 

La Enciclopaedia Británica (Micropedia vol. 10) dice: 

“Yahweh – el nombre personal de el [El] de los israelitas… Los masoretas, judíos eruditos de la Biblia durante la edad media, reemplazaron los signos vocales que tenían que aparecer encima o debajo de las consonantes YHWH con los signos vocales de Adonai o de Elohim.  Así el artificial nombre Jehová (YeHoWaH) llegó a existir.  Aunque eruditos cristianos después del periodo del renacimiento y la reforma usaron el término Jehová para YHWH, en los siglos XIX y XX de Nuevo empezaron a usar la forma Yahweh, así esta pronunciación del tetragrámaton nunca se perdió realmente.  Las transcripciones griegas indican que YHWH debería ser pronunciado Yahweh.” 

Los Testigos de Jehová, desde el 1931, les gusta acreditarse con tener el nombre de Dios.  Sin embargo, no fue hasta el 1931 que ellos tomaron su nombre presente. Franz explica (Franz,R. A la Búsqueda de la Libertad Cristiana, capítulo 14.)  “Un examen de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower durante los primeros cuarenta años de su existencia revela, sin embargo, que el nombre “Jehová” no aparecía con mayor frecuencia en esas publicaciones que en muchas otras publicaciones religiosas de ese tiempo.  Como un solo ejemplo, el número de The Watch Tower de 15 de abril de 1919, contenía el nombre “Jehová” sólo una vez en toda la revista.”

El argumento principal de la Watch Tower en su mayor parte consiste en atacar el desuso del nombre.  Ellos dirigen sus críticas contra las iglesias por fallar al no dar énfasis que Dios tiene un nombre personal, y que debe usarse regularmente.  Lo escrito en la introducción del interlineal griego-inglés que es producido por la Watch Tower revela (http://www.freeminds.org/doctrine/jehovah.htm  reimprimido de  jul. / ago. 1985 Betel Hoja Informativa Ministerios Betel  Jehová ¿Nombre Que Es Sobre Todo Nombre? Traducido Por David García)  

“Algunos estudiosos modernos argumentan en contra de usar la expresión “Jehová”, escogiendo a Yahweh o quizás no utilizar expresión verbal en lo absoluto para el tetragrámaton, tal como es la costumbre hoy en día de los judíos ortodoxos. Los argumentos de éstos consisten en su mayor parte en señalar que “Jehová” con toda probabilidad no fue la pronunciación original, y que “Jehová” fue un término inventado, o por lo menos usado primero por Martini Raymundus un monje español en su libro Pugeo Fidei en el año 1270 D.C.”

El nombre nos enseña de la presencia continua y activa de Dios

Como vemos, estos argumentos para defender la traducción del nombre en el tiempo presente enfatizan un entendimiento de la ‘existencia’ de Dios. Queremos mostrar que Su Nombre tiene un significado mucho más amplio.  Contenidos en el Nombre de Dios están sus representantes por medio de su presencia según la obra de gracia y redención.  Ésta es una enseñanza perdida cuando aceptamos la traducción en el tiempo presente.  Él es el único Dios que existe; no hay otro.  Pero no existe en un sentido filosófico.  Había prometido estar con Moisés (“Yo estaré contigo” Éxodo 3:12).  Este mismo verbo ’hayah’ se encuentra en los versículos 12 y 14. Indica la presencia de Dios con Moisés y confirma su promesa de estar con su pueblo.  Es el Dios que siempre está cerca y listo para redimir a su pueblo. 

Repetimos otra vez. El contenido de Éxodo 3:14 aclara que la revelación del nombre está íntimamente relacionada con la revelación de su propósito: redimir y liberar a los israelitas de la esclavitud egipcia, ratificado en los versículos de Éxodo 3:15-22 por medio de una referencia a los pactos hechos a los padres.  Hablan del futuro: Es Dios el que librará a los israelitas de Egipto; Él es quien les salvará; quién hará un pacto con ellos. Por eso, en el versículo 15 amplifica lo que había enseñado en el versículo 14. 

Estrictamente hablando, Yahvéh es el único “nombre” de Dios.  Cuando Abraham o Isaac edificaban un altar, leemos: “Invocó el nombre de Yahvéh” (Génesis 12:8; 13:4; 26:25). En particular, Yahvéh era el Dios de los patriarcas, y leemos acerca de “Yahvéh el Dios (Elohim) de Abraham” y luego de Isaac, y finalmente “Yahvéh, el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob”, nombre del que Elohim dice “este es mi nombre para siempre” (Exodo 3:15).  Yahvéh, por lo tanto, en contraste con Elohim, es un nombre propio, el nombre de una persona, aunque esa Persona sea divina. Como tal, tiene su propio marco ideológico; presenta a Dios como persona, y así lo pone en relación con otras personalidades, personalidades humanas.  Acerca a Dios al hombre, y Él habla con los patriarcas como con amigos.

Las palabras del pacto de Dios con el rey David en 2 Samuel 7:14 también se hacen eco del Nombre. Hablando del nacimiento de Su Hijo, Jesucristo, Dios dijo:  «Yo le seré (’hyh) a él padre, y él me será mí hijo”.  Sabemos del deseo que Dios tenía que ser el Padre de los israelitas.  Este tema, unido al pacto de David y el Nombre Divino, se junta en el Nuevo Testamento.  El Apóstol Pablo en 2 Corintios 6:16-18 usa el lenguaje de Levítico 26:12; 2 Samuel 7:14; Isaías 43:6; Jeremías 24:7, 32:38 cuando escribió:

“…y serán mi pueblo y yo seré (’hyh) su Dios; porque se volverán a mí de todo corazón” y “…y serán mi pueblo y yo seré (’hyh) su Dios.”

La promesa se hace de nuevo en la descripción de la Nueva Creación en Apocalipsis 21:3 que utiliza pesadamente el idioma del Antiguo Testamento.

«…He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, el mismo Dios estará con ellos como su Dios.”

…Finalmente gozamos en las enseñanzas de los atributos de YHWH

Al ser combinado con otras palabras, el nombre del Dios verdadero cambia, acentuando sus atributos.  Esta es una lista de algunos de sus nombres, que reflejan la mente ó carácter de Dios; con su significado y donde se pueden encontrar en la Biblia.

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