Adonde Está Nuestro Hermano?

Durante las ultimas semanas hemos estado estudiando en la clase de los viernes por la noche el libro de Génesis, y esta semana comenzamos con el problema que hubo entre Caín y Abel. Sé que este incidente todos los conocemos muy bien, pero leámoslo nuevamente, a manera de repaso. [Gen 4:1‐9]

Los hechos sobresalientes son fáciles de asimilar:

  • Caín le ofrece a Dios una ofrenda del fruto de la tierra.

  • Abel le ofrece también de lo suyo, una oveja de su rebaño: de los primogénitos, uno de los mejores.

  • Dios de alguna forma les hace entender que la ofrenda de Abel ha sido agradable, mientras que la de Caín no tanto.

  • Y Caín reacciona con enojo, y ‘decayó su semblante’, o según otras versiones ‘andaba cabizbajo’. Cuando estamos mirando al suelo, es porque estamos sumidos en los pensamientos de nuestros propios corazones, no estamos buscando información nueva, estamos clavados en nuestros propios sentimientos… y en esa condición, dificilmente hallaremos una resolución saludable.

  • Y Dios le interrumpe sus pensamientos, advirtiéndole que si su ofrenda no fue recibida, por algo fue, y que tiene por delante dos caminos, de abrirle la puerta al pecado que le acecha, o superarlo.

Pero como acabamos de leer, Caín opta por el camino de abrir esa puerta, de dejarse llevar por su furia, y le ataca a su hermano violentamente, matándolo.

Este es un incidente trágico en tantas formas: habiendo solo 4 personas en el planeta, uno le mata al otro; habiendo tantas cosas que superar juntos, este mas bien se entrega a dividir la familia, ya que no solo desperdicia la vida de su hermano, sino obligadamente el también tiene que abandonar el lugar, dejando solos a sus padres.

Hay muchas formas de estudiar estos pasajes del Antiguo Testamento. Pero como hemos estado viendo en los estudios de Samuel, una de las formas mas útiles de analizar estos pasajes del AT es dentro del marco de una congregación. Los Cristadelfianos no creemos que la iglesia sea un lugar, un edificio, una estructura; la iglesia es el grupo de creyentes, de adoradores de Dios. Así que este incidente, que desde cierto punto de vista pudiéramos verlo solo como un problema familiar, de otro punto de vista lo podemos analizar como un problema de la iglesia, de la congregación. Los dos presentaron sacrificios, así que aunque eran hermanos en la carne, también lo eran espiritualmente.

Y lo que espero que podamos hacer en esta mañana es beneficiarnos de la tragedia de esta primera, muy pequeña iglesia, aprendiendo de sus errores, para no caer en ellos nosotros.

De Donde Nace La Furia de Caín?

Quisiera comenzar tratando de entender de donde viene esta furia de Caín. Porque en la vida todos cometemos muchos errores, todos faltamos de muchas maneras, ninguno de nosotros es perfecto. Pero cuando somos sorprendidos en algún error, en alguna falta, hay muchas formas de reaccionar. Y la forma en que reacciona Caín normalmente tiene antecedentes; si alguien, al ser corregido, reacciona con una furia, es porque algo pasaba desde antes.

Que sabemos concretamente acerca de Caín? Algunas cosas: es el mayor de dos hermanos. Es labrador de la tierra, como su padre. Y su hermano menor NO es labrador, es pastor; cuida los rebaños. Y finalmente, sabemos que Cain trae una ofrenda que no fue aceptable. De estos hechos, que podieramos deducir?

  • Bueno, con relación a ser el mayor, es posible que como el mayor, se pensaba también automáticamente superior… que sabía más que su hermano, que era más fuerte que su hermano, que tenía más experiencia en la vida que su hermano, que había tenido la atención exclusiva de sus padres de una forma que nunca conoció su hermano.

    • Y a veces junto con este tipo de pensamientos viene la idea de tener derechos: derechos a que nos hagan caso, derecho a ser escuchados por encima de los demas, el derecho a tener la razón.
    • Y cuando nos llaman la atención delante de otra persona a quien le consideramos inferior, puede ser difícil aceptar la reprensión, nos puede ser dificil humillarnos.

  • Y sabemos también que era agricultor. Ahora, yo he trabajado algunos años en la jardinería, que no es como ser agricultor, pero sí se que la tierra pesa, que la mala hierba es un enemigo tenaz, y que se tiene que hacer un gran esfuerzo para que la tierra produzca sus frutos. Y cuando pienso en los pastores, me imagino a David sentado en una roca de una pradera, escribiendo salmos mientras las ovejas se cuidaban solas… y de vez en cuando teniendo que ir a buscar a una perdida, llevarlas al agua, etc. etc. Pero no me imagino que ser pastor requiera tanto esfuerzo físico como ser agricultor, y creo que de esto hay evidencia, en que en lugares no muy peligrosos, hasta niños relativamente pequeños pueden cuidar un rebaño.

Que tiene que ver esto entonces con nosotros? Tratemos de trasladar estos hechos naturales al plano espiritual, y lo que pudiera ocurrir entre los hermanos y las hermanas de la iglesia.

Que clase de hermano era Caín dentro de su congregación? Un hermano mayor, un hermano que habia estado más tiempo en la iglesia. Un hermano, que por haber estado más tiempo, cree que sus experiencias tienen más valor que las de otros, que teniendo mayores conocimientos, tiene mayor derecho de hablar y ser escuchado. Un hermano que ha estado desde el principio, cuando las cosas estaban mas difíciles, cuando la iglesia apenas tenia 3 miembros, y nadie podía descansar, todos tenían que trabajar constantemente. Y es un hermano que ha puesto manos a la obra, que ha trabajado mucho para que la iglesia sobreviva.

Pero este hermano tan trabajador es también el hermano que le trae a Dios una ofrenda que no es aceptable. Y esto como puede haber sucedido?

Quizá es un hermano que ha malentendido de qué realmente se trata ser miembro del cuerpo de Cristo. El hermano solo piensa en el trabajo, y piensa que como se esfuerza mucho por la congregación, que ese esfuerzo en sí es una ofrenda aceptable.

Y que pasa? Dios le hace ver a este hermano que lo mas importante no es el trabajo, sino la actitud. Su orgullo contaminó su ofrenda, su entendimiento de lo que Dios quería estaba errado. Dios le da a entender que su hermano menor, su hermano aparentemente inferior, en realidad está mas cerca de Dios porque tiene otra actitud. Y que actitud tiene el hermano menor? [Heb 11:4] Abel tenia fe, en su relativa juventud espiritual, entendía mas perfectamente de que realmente se trataba la religión, la relación con Dios.

Que hacer entonces con esto? Como hacemos con todo estudio bíblico, debemos preguntarnos: ¿Cuanto me parezco yo a este? Seré yo una persona que vengo a la iglesia pensando que con mi esfuerzo, con mi asistencia, con mis sacrificios, con la entrega de mi tiempo y dinero, con los estudios que imparto, los refrigerios que traigo, la mesa que arreglo, los almuerzos que preparo, las clases de escuela dominical que enseño, que con hacer estas cosas estoy cerca de Dios?

O mas bien he entendido que todas esas cosas son superficiales, triviales a comparación de lo que realmente importa: que es tener una buena relación con Dios por medio de la fe (por fe somos justificados…) y una buena relación con los hermanos, por amor? Estamos corriendo el riesgo de que se nos tenga que decir en algun momento que hemos malentendido por completo la razón por la que estamos juntos?

Porque así parece que le paso a Caín. Pensaba estar ‘en la onda’, ser un hermano mayor, maduro, un hermano que estaba en la razón. Y llego el momento en que todo eso se le vino abajo, y Dios le comunicó que su culto no era aceptable.

Que Hacemos al Equivocarnos?

Cuando somos reprendidos, hay dos caminos delante de nosotros:

  • Salmo 141:1‐5 ‐ Algunos vemos la reprensión como una expresión de amor. Queremos mejorar, queremos cambiar, estamos conscientes de ser seres con defectos profundos, y agradecemos cualquier información que nos ayude a superar la carne. ‘que el justo me castigue ser aun favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo…ʹ

  • Proverbios 29:1 ‐ El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.

Y a veces cuando somos reprendidos, la reprensión nos hiere el ego, y luchamos por no tener que hacer el sacrificio de reconocer nuestro error, de poner a muerte ese aspecto de la carne.

En la iglesia todos cometemos errores, todos hemos actuado, y seguiremos actuando, indebidamente. ¿Cómo reaccionaremos cuando nos llamen la atención? Cuando nos demos cuenta que otros hermanos supuestamente ‘inferiores’ realmente nos llevan la delantera en el camino espiritual?

Podemos endurecernos, ponernos tiesos, hasta ser quebrantados.

O podemos desde ahorita esforzarnos por *realmente* asimilar lo que nos manda Pablo: estimar a nuestros hermanos como superiores a nosotros mismos. Y si a todos nuestros hermanos les estimamos como superiores a nosotros mismos, no nos enojaremos cuando tengamos que humillarnos un poco, o mucho, ante ellos, por algún error que hemos cometido, por alguna forma incorrecta en la que hemos estado actuando. Cederemos ante la reprensión, y seremos edificados.

El Camino de Caín

Caín opta por el camino de no reconocer su error. Y actúa de una forma que resulta en la perdida de un hermano de la congregación. En aquel caso, fue una muerte temporal: por Hebreos, sabemos que Abel fue justo, y que nos encontraremos con el en la resurrección a vida eterna.

Pero hoy en día, nuestros ataques contra nuestros hermanos pueden ser mucho mas graves. A veces le vemos a Caín como uno de los peores pecadores, pues le mató a su propio hermano. Pero al final, aunque Caín le negó a su hermano algunos años de sufrimiento de esta vida carnal, y quizá la posibilidad de algunas alegrías, tener esposa, hijos, servirle a Dios hasta su vejez… aunque le quitó estas cosas, no le pudo quitar la salvación. Pero nosotros, al enojarnos con algún hermano, es posible que optemos por hacerla la vida imposible dentro de la congregación; hasta empujarle a nuestro hermano o a nuestra hermana hacia el mundo con nuestra enemistad. Y cual será el resultado de tal comportamiento? Es posible que el hermano o la hermana se pierda, que pierdan el rumbo, que se desalienten, que les falte la fe al ver como les ha tratado uno de sus hermanos o hermanas. Y seremos responsables de que uno de nuestros hermanos pierda, no la vida terrenal, sino la eterna. Y que dice Cristo acerca de los que esto hagan? Mejor que se amarren una piedra del molino….

Quiero concluir con el v. 9, y la pregunta de Dios a Caín: “Donde está tu hermano Abel?”. Y tras esta pregunta hay muchas cosas, porque obviamente Dios sabe lo que ha pasado [ y aquí hay otra importante lección; a veces nos engañamos creyendo que de alguna manera Dios no se dará cuenta del daño que le hemos causado a uno de nuestros hermanos. despertemos a la realidad: Dios todo lo ve, todo lo entiende, todo lo conoce.]

Pero una de las cosas más importantes que hay en esta pregunta es esto: Que Dios espera de cada uno de nosotros que sepamos adonde están nuestros hermanos.

Estoy seguro que todos nosotros nos hemos pensado como mejores que Caín. Pero si Dios nos hiciera hoy esta pregunta: Adonde esta tu hermano ? [escoge el nombre de cualquier hermano o hermana que conoces] Miremos a nuestro alrededor, a los hermanos que asisten a la iglesia con nosotros, pensemos en los que están ausentes. Que diríamos si el ángel se nos pusiera enfrente y nos dijera: donde esta tu hermano, tu hermana

¿Tendríamos respuesta? O levantaríamos la voz de la carne, para decir: “Acaso soy guarda de mi hermano, mi hermana? Pues yo también tengo problemas, tengo preocupaciones de mi trabajo, de mi familia, de mi salud ‐ mi hermano/mi hermana es una persona adulta, a lo mejor tiene menos problemas que yo; porqué tengo que preocuparme por ellos, porque tengo que estar al tanto de su condición, de su situación?” La carne no se quiere preocupar por hermanos, la carne se preocupa solo por si misma.

Y vale la pena preguntarnos que porqué este relato tan desagradable está al mero principio de la Biblia? Porque este incidente tan sencillo resume uno de los mas grandes problemas de la congregación, de la familia de Dios:

  • Que pensamos que la verdadera religión es nuestro esfuerzo, el fruto del sudor de nuestra frente: los estudios que impartimos, la veces que hacemos la limpieza, etc. etc.. Y cuando nos da la gana, nos acercamos a Dios queriendo que nos premie por las obras, por el gran esfuerzo que hemos hecho.

  • Pero no es eso lo que Dios quiere: lo que Dios quiere es que podamos responder a esta pregunta de una forma distinta a la respuesta que dio Caín: que NO digamos o pensemos: “Acaso soy yo guarda de mi hermano?”

I Juan 3:10‐12 ‐ El que no ama a su hermano, no es de Dios. A eso se reduce todo ‐ lo que Jesús enseñó desde el principio, el nuevo mandamiento: Amarnos los unos a los otros.

Hebreos 12:22‐24

En esta mañana nos hemos acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

La sangre de Abel clamó a Dios para que Dios le vengara, para que Dios castigara al culpable.

La sangre de Cristo, cual derramamiento estamos reunidos para recordar en esta mañana habla, no de castigo y venganza contra nosotros, pecadores, sino que habla de misericordia, del perdón de nuestros pecados.

Hebreos 12:28‐13:1

Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.

Y por donde debe comenzar este servicio a Dios?

  • 13:1 ‐ “Permaneciendo el amor fraternal”. El servicio a Dios comienza con el amor por nuestros hermanos.

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