Relacionado con el tema del diablo en el NT tenemos el tema de los demonios. Aspectos de lo que aparece en la Biblia con respecto a los demonios:
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Aparecen principalmente en los Evangelios, en el contexto de la sanidad. Y aun allí, su distribución se concentra mas entre el campesinado Galileo.
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Jesús nunca explica explícitamente lo que son.
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La palabra ‘demonio’ aparece en el AT, pero como vamos a ver, no se refiere a lo mismo que en la mayoría de situaciones en el NT. Si los ‘demonios’ son entes reales
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La palabra ‘demonio’ aparece muy esporádicamente en otras partes del NT.
Comencemos entonces con el uso de la palabra en el AT. Las palabras hebreas que en el AT se traducen demonio al español son ‘shed’, que significa ‘maligno’, y ‘sair’, que significa ‘cabrío’, traduciendo así en mas de 20 ocasiones, principalmente en el contexto de los sacrificios en Levítico, y un par de veces en otras ocasiones (Lev 4:24, etc. Isaías 13:21, 34:14). También velloso, como en Gen 27:11, 23. Cuando se traduce ‘demonio’ es con la intención de dar el sentido de un animal, pero es probablemente de esto en que origina la idea del diablo como un ser con cachos, etc.
Usos en el AT:
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Lev 17:7 – nunca mas sacrificarán sus sacrificios a los demonios. (sair)
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Dt. 32:16-17 – le despertaron a celos con dioses ajenos || sacrificaron a los demonios y no a Dios. (shed)
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II Cron 11:15 – [Jeroboam] designó sacerdotes para los demonios… (sair)
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Salmo 106:37-38 – sacrificaron… a los demonios || ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaan. (shed)
Así que el uso en el AT de la palabra es en alusión a los dioses paganos. Y este sentido lo vemos también en algunos pasajes del NT donde se habla de ‘demonios’.
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I Cor 10:18-22 – Se está hablando de ídolos, y hace una transición a usar la palabra ‘demonios’. El uso de ‘demonios’ es para referirse a los ídolos.
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I Timoteo 4:1 – Apostataran de la fe, escuchando a espíritus engañadores, doctrinas de demonios (o sea, dioses falsos)
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Apocalipsis 9:20 – …ni dejaron de adorar a los demonios, a las imágenes de oro, de plata… etc.
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Mt. 12:22-24 – II Reyes 1:2-3,6,16. Le están acusando de echar los demonios por el poder de un dios pagano (Mt 9:32-34, Mr. 3:22, Luc 11:18-19).
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Hechos 17:18 – predicador de nuevos dioses – griego: daimonion.
Palabras griegas que se traducen demonio:
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daimonion – endemoniado, demonio, dios.
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daimon – demonio
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deaimonizomai – atormentar, demonio, endemoniado.
Usos en el NT: Los demonios se ‘echan fuera’ en muchas situaciones donde se está hablando de los milagros y la sanidad.
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Mt. 7:22 – En tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.
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Luc 13:31-32 – echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana.
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Mt. 8:16 – echó fuera los demonios, y sanó a todos los enfermos.
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Mt 10:8 – sanad enfermos… echad fuera demonios.
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Mrc 1:34 – sanó a muchos enfermos… echó fuera demonios (1:39, 3:15, 6:13, ,9:38, 16:17-18)
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Mrcs 16:9 y Lucas 8:2 – María Magdalena, de quien había echado fuera 7 demonios. Jesús y a Juan se les acusa de tener un demonio:
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Mt. 11:18 – Juan ni comía… demonio tiene. (Luc 7:33)
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Juan 7:20 – demonio tienes, quien quiere matarte? (Juan 8:48, 49, 52; 10:20) Incidentes Especificos:
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La mujer samaritana. Mateo 15:22 – mi hija es gravemente atormentada por un demonio… v. 28… y su hija fue sanada. Marcos 7:24-30 – espíritu inmundo… échase fuera el demonio… el demonio había salido.
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El muchacho lunático. Mateo 17:14-18 – lunático (síntomas)… reprendió Jesús al demonio. Marcos 9:17-25 – espíritu mudo… espíritu… espíritu inmundo… espíritu mudo y sordo. Lucas 9:37-42 – un espíritu le toma… el demonio… reprendió al espíritu inmundo.
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La misión de los 12. Mateo 10:1 – espíritus inmundos. Marcos 3:14-15 – demonios. Mateo 10:8 – echad fuera demonios. Marcos 6:7 – espíritus inmundos.
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Endemoniado gadareno. Mateo 8:31 – dos endemoniados… demonios salieron y entraron a los cerdos. Marcos 5:1-20 – hombre con un espíritu inmundo… espíritu inmundo… demonios… salieron los espíritus inmundos… atormentado del demonio… en su juicio cabal… endemoniado. Lucas 8:26-39 – endemoniado…espíritu inmundo.. demonio… muchos demonios.. cabal juicio.. demonios.
Lo que vemos en estos incidentes entonces es que los términos ‘espíritu inmundo’ y demonio, en el NT y en el contexto de la sanidad, se usan intercambiablemente. Cómo nos ayuda esto? En que aunque la palabra ‘demonio’ se usa en un contexto muy limitado en la Biblia, que nos dificulta comprender exactamente que serán, de diferentes tipos de ‘espíritus’ se habla mucho en la Biblia, así que estudiando el uso de la palabra ‘espíritu’ es posible que podamos llegar a entender que es lo que comprendían los judios al hablar de ‘demonios’.
Usos de la palabra espíritu; y la pregunta que nos estamos haciendo aqui es: parece por los usos de la palabra y las frases en los próximos pasajes que estamos hablando de que las personas tienen un espíritu, o que los espíritus tienen a las personas? Son personas los espíritus, o son otra cosa? Y cuando se ven espíritus actuando en forma negativa, de donde y con que autoridad actúan?
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Is 61:3 – espíritu angustiado.
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Ez 11:19 – un corazón nuevo y espíritu nuevo (18:31, 30:26)
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Dan 6:3 – había en Daniel un espíritu superior
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Os 4:12 – espíritu de fornicaciones (5:14)
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Miq 2:11 – espíritu de falsedad
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Zac 12:10 – espíritu de gracia y oración
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Zac 13:2 – espíritu de inmundicia
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Romanos 1:4 – espíritu de santidad
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Romanos 8:15 – espíritu de esclavitud, adopción
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Romanos 11:8 – espíritu de estupor
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I Cor 2:12 – espíritu del mundo
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I Cor 4:21 – espíritu de mansedumbre (Gal 6:1)
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I Cor 14:32 – espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.
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II Cor 4:12 – espíritu de fe
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II Cor 11:4 – recibís otro espíritu
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Ef 1:17 – espíritu de sabiduría
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II Tim 1:7 – espíritu de cobardía
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I Pedro 3:4 – espíritu afable y apacible
Conclusiones:
- El uso normal bíblico no implica una persona independiente, poseyendo a otra persona, sino mas bien un estado anímico, un conocimiento, algo intangible que uno posee, o existe en uno.
- Así que de la misma forma en que el Espíritu Santo es un poder invisible, otros tipos de ‘espíritus’ son cosas invisibles, que se describen como ‘espíritu de …’ o ‘[este tipo] de espíritu’.
- Así que al llegar al nuevo testamento, los espíritus inmundos no son seres que poseen a una persona, sino que son mas bien características de la misma persona, pero la forma de expresarse en la cultura hebrea es que cuando alguien tenia una característica invisible, se hablaba en términos de espíritus.
- Así que Jesús nunca explicó que los ‘demonios’ que el echaba fuera y sanaba eran simples enfermedades mentales o de otro tipo, porque ya todos lo sabían; ellos no mal entendieron, solo nosotros.
Otros Comentarios (Hno. Jim Hunter):
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Los demonios están estrechamente relacionados con las enfermedades y anormalidades físicas y mentales de las personas; de hecho aparecen como causas de sordera, mudez, ceguera, epilepsia y locura, enfermedades que no tenían causa aparente para la gente de hace 2,000 años y que por ende eran muy misteriosas. Cuando Jesús echa fuera un demonio se dice que la persona queda sanada, el mismo lenguaje que se usa para las enfermedades. En Marcos 5:15 se dice que el endemoniado gadareno quedó «en su juicio cabal,» lenguaje que se usa para la curación de un caso de locura. No se distingue muy claramente entre las enfermedades comunes y corrientes y las provocadas por los demonios, por ejemplo en Marcos 7:31-37 no se menciona la intervención de ningún demonio en el caso del que era sordo y tartamudo. En el caso de la curación de la hija endemoniada de la mujer cananea, Mateo 15:28 dice simplemente que «su hija fue sanada desde aquella hora,» el mismo lenguaje que se usaría para cualquier enfermedad.
Según el Evangelio de Juan los judíos dicen en tres ocasiones acerca de Jesús, «Demonio tiene.» Era simplemente su manera de alegar que Jesús era loco. Aparte de estos casos los demonios no aparecen en el Evangelio de Juan.
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La Biblia en ningún momento ofrece una explicación de lo que sería el origen de los demonios, si es que son seres vivientes.
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Hoy en día se conocen las causas de la mayoría de los casos de enfermedades atribuidas a los «demonios.» Se sabe que frecuentemente los niños quedan mudos porque son sordos; como no oyen hablar ningún idioma tampoco lo aprenden. Muchas veces esta sordera puede curarse si se descubre a tiempo, y el niño comienza a aprender a hablar si es suficientemente pequeño. De hecho tengo un sobrino que quedó sordo hasta la edad de dos o tres años debido al descuido de sus padres, que no se fijaban que el niño tenía un problema. Cuando curaron la infección que producía la sordera el niño comenzó a aprender a hablar, pero nunca ha podido hablar con soltura. De igual manera en muchos casos de ceguera se puede detectar que se debe a un problema del nervio óptico y si se repara oportunamente el niño ciego aprende a ver.
Hoy en día la mayor parte de casos de epilepsia se controlan por medio de medicinas. Y también hay tratamientos medio eficaces para varios tipos de locura y trastornos emocionales. Se supone que si estos fenómenos realmente fueran provocados por poderosos demonios, harían caso omiso de las medicinas y la cirugía. Entonces la pregunta es, ¿dónde están los demonios hoy día? y ¿por qué las enfermedades atribuidas a ellos en la antigüedad pueden ahora ser analizadas y en muchos casos curadas por medios puramente físicos?
Hace unos años leí un comentario interesante acerca de las brujas por un sociólogo que había estudiado el fenómeno. Dijo, «Las brujas suelen manifestarse entre la gente que cree en las brujas.» Lo mismo se puede decir acerca de los demonios.
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Cuando las Escrituras dicen que los demonios hablan, en realidad es la persona supuestamente poseída del demonio la que habla; por eso los demonios mudos no hablan (Lucas 11:14). Se supone que un demonio no tendría que ser mudo para provocar la mudez, entonces ¿por qué no hablan los demonios mudos? Y cuando se dice en Marcos 3:11 que «los espíritus inmundos, al verle, se postraban ante él y daban voces,» evidentemente quienes se postraron y hablaron eran las personas enfermas que sentían el poder sobrenatural que emanaba de Jesús.
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Cuando el Señor Jesucristo sana a la suegra de Pedro en Lucas 4, se nos dice que Jesús «reprendió a la fiebre» como si se tratara de alguna especie de persona, y que la fiebre «la dejó.» Pero, ¿a dónde va una fiebre cuando deja a una persona? También se nos dice en Lucas 8 que Jesús «reprendió» al viento y a las olas, y que le obedecieron. ¿Acaso esto significa que el viento y las olas son seres vivientes que pueden escuchar y hacer caso de las reprensiones?
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Las personas que creen en la existencia real de los demonios difieren mucho entre sí sobre cuál sería el origen de ellos. Algunos sostienen que son los espíritus de los difuntos, pero sabemos que bíblicamente, los muertos realmente están muertos, y de todas formas, ¿por qué a los espíritus de los difuntos les interesaría provocar enfermedades entre el campesinado galileo en días de Jesús? Otros sostienen que los demonios son los demás ángeles que apoyaron a Lucifer en su supuesta rebelión contra el Todopoderoso y que se convirtieron en sus secuaces cuando todos fueron expulsados del cielo. Pero la Biblia no registra tal rebelión. Y aunque fuera cierto, puesto que el supuesto objetivo de Lucifer es inducir a las personas en el pecado, ¿por qué sus esbirros, los demonios, no se dedican a esta tarea en lugar de provocar enfermedades entre el pueblo, lo que es algo muy diferente? Incluso algunas de las personas afectadas por los «demonios» reconocen a Jesús como Mesías, lo que sería totalmente opuesto al objetivo de Lucifer si de veras existiera. Y las personas afectadas por demonios no eran consideradas pecaminosas.
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Los historiadores señalan que la creencia en los demonios tiene su origen en las creencias populares de los pueblos que rodeaban a Israel, y que los judíos fueron particularmente expuestos a esta superstición a partir de la cautividad babilónica en el sexto siglo antes de Cristo. Durante el llamado período intertestamentario, la idea alcanzó credibilidad a nivel de creencia popular entre los campesinos galileos, que eran menos sofisticados que los judíos de la región de Jerusalén. Jesús aparentemente creyó que la cuestión de a qué se debían realmente las enfermedades no era muy importante y que lo más esencial era demostrar que él gozaba del poder divino para curar toda enfermedad, sea cual fuere su causa. De todas formas, ¿cómo habría Jesús podido explicar a estos campesinos, o aún a muchos campesinos del siglo XXI, que ciertas enfermedades eran causadas por defectos genéticos, otros por microbios, etc.? La existencia de los microbios como causas de infecciones sólo fue descubierta en el siglo XIX, hace menos de 150 años. Sólo habría convencido a la gente de que era loco. Y de todas formas a los demonios no se les atribuye papel religioso o teológico alguno, para que fuera necesario que Jesús desvirtuara su existencia real como seres vivientes literales.
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Por lo que deducimos que los demonios simplemente son enfermedades, cualquiera que sea su causa. Un demonio mudo es la mudez, un demonio ciego es la ceguera, etc. Por eso es que los endemoniados se incluían en los grupos de personas enfermas que se presentaban a Jesús para ser curadas. En Mateo 8:16 se menciona que Jesús curó tanto a enfermos como a endemoniados, pero la cita de Isaías 53:4 que aparece en el versículo 17 sólo menciona a las enfermedades y dolencias. El caso del endemoniado gadareno era aparentemente una manifestación de la enfermedad mental que hoy en día se llamaría «múltiples personalidades,» y que se trata en obras recientes tales como «Las tres caras de Eva.»
Otra manera bíblica de expresar esta idea sería decir que los demonios son «espíritus de enfermedad,» en el entendido de que la palabra bíblica espíritu (literalmente «viento») designa cualquier clase de influencia poderosa pero invisible, como el viento, sea buena o mala («espíritu de celos,» «espíritu de cobardía,» etc., ver también Isaías 11:2). Y no olvidemos que el «espíritu malo» que torturaba a Saúl venía de Dios, no del diablo. La frase simplemente significa que el poder de Dios actuó en Saúl para trastornar sus emociones y razonamiento.
Una enfermedad sin causa aparente es entonces una especie de «espíritu» y en la antigüedad la gente frecuentemente personificaba los diferentes «espíritus» o influencias cuyo origen era invisible. Los demonios son la personificación de los espíritus de enfermedades (ver Lucas 13:11). Aparecen efímeramente en el texto bíblico como una especie de superstición superficial de algunos judíos del mundo antiguo, en el que muchos fenómenos que para nosotros son explicables, eran sumamente misteriosos.
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En el caso del muchacho epiléptico, se nos dice en Mateo 17:15 que el niño era «lunático.» Esta palabra literalmente significa «afectado por la luna,» porque antiguamente se creía que la luna causaba la locura. Nosotros seguimos utilizando el término hoy en día, pero nadie lo toma literalmente ni se preocupa por el hecho de estar diciendo algo literalmente falso. Ha venido a formar parte del idioma, de la misma manera que el hablar de los demonios como causas de enfermedades era parte del lenguaje de los contemporáneos de Jesús. De igual manera la Biblia habla frecuentemente acerca de los dioses paganos como si tuvieran existencia real: en Marcos 3:22 Jesús parece admitir la existencia de Beelzebú sin que supongamos que él realmente creyera en este dios de los filisteos (ver 2 Reyes 12, 3, 6). Y en 2 Corintios 6:15 Pablo habla de Belial como si fuera un personaje real.
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