Un nuevo comienzo
Por supuesto que arrepentimiento no es solo sobre pedir perdón. Todos hemos tenido probablemente la experiencia de ver a alguien pedir perdón de tal manera que es claro que ¡no lo sienten para nada! Sobra decir que esto no es lo que Dios está buscando. Ni tampoco está buscando que digamos que lo sentimos solo para seguir comportándonos exactamente de la misma manera como si nada hubiera pasado, y sin intentar cambiar ni una cosa. Quiere que avancemos intentando ser diferentes personas a la forma a lo que éramos antes de encontrarlo, antes de ser consientes de nuestras necesidades de arrepentimiento.
Si queremos tener una buena relación con Dios y esperar compartir la maravillosa esperanza que nos ha ofrecido, entonces lo que Dios requiere no es nada menos que un nuevo comienzo. Dios está bien y sabe lo que es mejor para nosotros. El primer paso para regresar a El es reconocer que esto es verdadero, reconocer nuestra necesidad por El y la esperanza que ofrece, y demostrar que estamos preparados para ese nuevo comienzo.
Bautismo: demostrar que es en serio
¿Cómo le mostramos a Dios que en verdad es en serio nuestro arrepentimiento? ¿Cómo hacemos un cambio de una vez en la vida de ir por nuestro propio camino a intentar el de Dios? Dios nos pide que hagamos esto siendo bautizados. La Cristiandad Bíblica tiene notablemente pocos ritos en ella, pero lo raros ejemplos son prestados con mayor significado por el hecho de que no son la norma. El bautismo es una expresión muy significante.
Primero vamos a abordar lo que es el bautismo, y después regresar a la pregunta más importante de lo que significa y porque es importante. El bautismo Bíblico toma lugar cuando una persona profesa su fe en Dios y el Señor Jesucristo frente a un testigo o testigos que comparten la misma fe. Se arrepienten de sus pecados pasados y después son completamente ungidos o cubiertos por agua por unos pocos segundos. Es un paso consciente tomado por una persona responsable que entiende el mensaje de Dios y planea y quiere mostrar su compromiso al alejarse de sus viejas costumbres y comenzando una nueva vida en El.
Notarás, incidentalmente, que hay un gran contraste entre este tipo de bautismo y el concepto del bautismo de un pequeño bebé. El bautizo de un pequeño bebé no se habla para nada en la Biblia, mientras que el bautizo bíblico es un acto que se lleva a cabo voluntariamente por alguien que es lo suficientemente responsable de ellos mismos para confesar sus pecados, expresar su fe, y realizar la importancia de lo que están haciendo.
Lo que significa el bautismo
¿Por qué importa el bautismo? Porque es una forma simbólica de conectarnos con la propia muerte y resurrección de Jesús. La inmersión o la cobertura completa por agua es un “entierro” simbólico bajo el agua. Habla de una persona entregándose y muriendo a su antiguo estilo de vida y la salida del agua habla de un nuevo comienzo – una vida por vivir a la luz de la fe. El bautismo nos representa despidiéndonos de nuestro antiguo estilo de vida – dándole la espalda a nuestro egoísmo y tratando de sobrevivir con nuestra propia fuerza o inteligencia – poniendo a un lado el pasado y entrando a un nuevo y brillante futuro como miembro de la familia de Jesús con la esperanza de vida eterna en el reino de Dios cuando Jesús regrese.
La conexión con la propia muerte de Jesús y resurrección es importante. El apóstol Pablo dice que hemos “sido bautizados en su muerte” (ver Romanos 6:2-6) – eso es, que nos asociamos a nosotros mismos con el y su sacrificio a través del ritual del bautismo. No es como que Jesús murió y fue resucitado para que no tengamos que atravesar el proceso; si no que, marcó el camino como nuestro representante y nosotros seguimos sus pasos. No morimos literalmente como el fue literalmente sacrificado si no que participamos simbólicamente en su muerte a través del acto del bautismo, reconociendo que el camino humano no es el camino de Dios. Entregamos nuestras vidas mientras Jesús entrega la suya para que podamos comenzar de nuevo. La resurrección de Jesús es también un patrón para nosotros: así como cuando fue resucitado de la muerte, nosotros también resucitamos del agua que nos ha “enterrado” en el bautismo para comenzar una vida nueva y espiritualmente enfocada a los ojos de Dios. Por supuesto que aún moriremos literalmente un día (si el regreso de Jesús no pasa primero), pero la vida espiritual que habremos comenzado es una probada del día futuro de resurrección cuando Jesús regrese y literalmente resucitemos de la muerte como el lo hizo, con la esperanza de unirnos a el en una nueva vida en el reino de Dios.
Las grandes noticias sobre el bautismo es que no importa lo que sucedió antes. Dios puede perdonar cualquier cosa que hayamos hecho antes y permitirnos comenzar de nuevo si regresamos a El en sinceridad y somos bautizados; mientras las consecuencias de nuestro pasado bien podrían mantenerse, el pecado es completamente borrado. Es un comienzo genuino y estimulante, un renacimiento hacia una nueva forma de vida siguiendo los mandamientos de Dios, una nueva vida como parte de la familia espiritual de Dios.