La lista por hacer
Una vez que se establezca el reinado de Jesús en la tierra, habrá una cantidad enorme de trabajo por hacer. Después de milenios de reinados de hombres y malas administraciones, la tierra necesitará ser restablecida a su estado inicial y mejor: limpiar la contaminación, resolver el mal y la opresión institucional, y hacer que el mundo trabaje de una manera en concordancia con los mandamientos de Dios. La sociedad humana deberá ser reestructurada en nuevas formas fundamentales para estar centrada en Dios y su agenda. Todos estarán impactados con esto.
Habrá una enorme tarea de educación necesaria para la población mundial para que puedan entender lo que Dios quiere de los seres humanos y como deben vivir ante El. Será un tiempo increíblemente emocionante cuando los recursos de la tierra sean re-distribuidos y correctamente utilizados.
Vida transformada
Hay muchos pasajes asombrosos en la Biblia que describen en términos poéticos lo maravilloso que será el Reino de Dios. Echaremos un vistazo a tres de ellos, todos escritos por el profeta Isaías. Justo al inicio de esta larga profecía, Isaías expone una declaración intencionada de Dios:
“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.” (Isaías 2:2-4)
Este pasaje está diciendo que en el reino de Dios el mundo estará centrado en Dios (mientras que la mayoría de los reinos humanos han estado centrados en los hombres o algún tipo de ideología humana, incluso si han declarado algo distinto). La gente tendrá un centro de sus vidas, un propósito y querrán aprender sobre Dios y sus caminos para que puedan alinear sus vidas con El y experimentar la alegría de la conexión con el infinito que nunca han experimentado. Serán capaces al fin de estar en sintonía con El, y encontrarán que esto es una fuente inmensa de cumplimiento y alegría. La gente no tendrá más que debatir lo bueno y lo malo; no hablarán más de “lo que es bueno para ti” contra “lo que es bueno para mi”. No habrá más “verdades relativas”. Las palabras y la ley de Dios saldrán del trono de Jesús en Jerusalén.
Nuevos estándares
Aquí hay otro pasaje que describe algunos de los beneficios del Reino:
“Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.”
(Isaías 35:5,6,8,10)
Será un tiempo en el que los efectos del envejecimiento y enfermedad serán drásticamente reducidos, un tiempo de desbordante alegría y despertar.
Conocer desconocidos
Habiendo dicho todo eso, hay aun muchas cosas que no sabemos sobre el reino y muchas de las preguntas que querríamos preguntar sobre los detalles resultarían predominantemente en especulación. ¿Hasta que extensión habrá un uso para la automatización y tecnología, por ejemplo? ¿la gente manejara coches? ¿qué comerán, y habrá cosas ilegales? ¿qué nuevos poderes espirituales y tecnologías Dios nos habilitará a usar y qué capacidades de nuestros cerebros, hasta ahora inutilizadas serán desbloqueadas? Es ampliamente conocido que los humanos que los humanos usan solo cerca del 10-20% del total del poder del cerebro ahorita y es muy emocionante pensar en lo que seremos capaces de hacer cuando sean desbloqueadas nuestras capacidades completas – justo el tipo de cosa que Dios debe tener guardadas para los seres humanos para la era del reino. Tan solo no sabemos la respuesta a estas preguntas, estamos tan limitados por nuestra percepción actual y experiencias del mundo que es difícil para nosotros pensar de forma informada fuera de esa caja.
Lo que, si sabemos, sin embargo, es que Dios siempre hace aquello que es correcto, y El sabe como dar a Sus creaturas lo que es mejor para ellas. Lo que sea que tiene guardado para nosotros en Su reino sabemos que será enteramente bueno porque viene de El y El ha probado que puede ser confiable.
Y con eso, nuestro pasaje final de Isaías:
“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.”
(Isaías 65:17-19)
Detrás de esta emocionante fase hay dos pasajes fascinantes que dan una mirada tentadora de lo que Dios tiene guardado. Primero, el apóstol Pablo dice que finalmente Dios estará “todo en todo”. Esto parece implicar un compañerismo, relación o integración más cercano, entre Dios y Sus creaturas que actualmente existen. Similarmente, al apóstol Pedro habla de un tiempo en el que los humanos serán “partidarios de una naturaleza divina”. En el Edén, Adán y Eva pensaron que tomando la fruta prohibida se volverían “como Dios”. Pero no resultó de esa manera; ¡romper los mandamientos de Dios no es la forma de volverse como El! Finalmente, sin embargo, no hay nada que Dios quiera más que ser revelado en y entre las personas que ha creado. Su plan es manifestarse a Si mismo en ellos, incluso permitiéndoles al final de los tiempos, compartir Su propia naturaleza. Esta será la realidad final.