Jesús le dijo: “¿Quieres ser sano?”
Lea Juan 5:1-18
Juan relata que, después de lo acontecido en Caná de Galilea, Jesús retornó a Jerusalén en días en los que tenia lugar una fiesta judía. Un detalle de la ciudad que resalta el escritor es que cerca de las puertas de las ovejas había un estanque llamado Betesda..
No se especifica cual es la “fiesta de los judíos” mencionada en el v.1. Parece que es para explicar el porqué de la presencia de Jesús en Jerusalén, aunque Juan puntualiza varias celebraciones en el ministerio del Señor. Habían tres fiestas que se debían guardar ineludiblemente: La Pascua, el Pentecostés y la de los Tabernáculos. Todos los varones judíos adultos que vivieran a menos de veinticinco kilómetros de Jerusalén tenían la obligación de asistir.
Por motivos de estudio se realizaron excavaciones y se encontró un doble estanque en el sector noroeste de la ciudad y se presume que puede ser el que se describe aquí, ubicado junto a la puerta de las Ovejas. Hay variaciones en el nombre pero Betesda es el más probable. Un dato importante es el número de pórticos — cinco –, cuya existencia ha sido confirmada por la arqueología. Este lugar habría acogido a una gran cantidad de personas que esperaban beneficiarse de las supuestas aguas medicinales.
Descubriendo el sentido de la señal
Juan 5:2. “…estanque llamado… Betesda.” El vocablo significa “Casa de gracias” o “casa de misericordia”. “Estanque de cinco pórticos en Jerusalén, donde los enfermos aguardaban la sanidad mediante las aguas. Aquí sanó Jesús a un hombre enfermo desde hacía 38 años”. (Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia.- Nelson y Rojas).
“…la puerta de las ovejas.” A estas puertas de Jerusalén se les ha dado diferentes nombres en las distintas traducciones (Nehemías 3:1, 32; 12:39). Estas son parte de las puertas existentes en los muros de la ciudad. Las puertas se relacionan con la fiesta de la Pascua porque a través de ellas se conducían a las ovejas para los sacrificios.
“…tiene cinco pórticos”. Según unos comentaristas, el detalle “cinco pórticos” evoca los cinco libros de la Ley. Otros han dicho que el número significa la “gracia”. Se indica que bajo aquellos pórticos se reunían todo tipo de enfermos, sobre todo los que estaban afectados físicamente. Son estos afligidos quienes buscaban la salud física; pero de entre ellos se distingue uno que llevaba 38 años enfermo de parálisis. Jesús, al verlo acostado, sabiendo de antemano que llevaba mucho tiempo con este mal, decide ayudarlo.
Juan 5:3-4. Es necesario señalar que al comparar las diversas ediciones (Reina Valera 1960, 1995 y la Nueva Versión Internacional) se puede observar que en la NVI el v.3 se encuentra incompleto en tanto que el v.4 no consta en el texto del Evangelio. Las frases complementarias y el v.4 solo aparecen en las Notas de pie de página.
Por ejemplo, en la Nueva Versión Internacional leemos lo siguiente:
“v.3. En esos pórticos se hallaban tendidos muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos”.“v.5. Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años”.
Notas de pie de página: “5.3 paralíticos. Var. [Variación]: “…paralíticos que esperaban el movimiento del agua. 5.4. De cuando en cuando un ángel del Señor bajaba al estanque y agitaba el agua. El primero que entraba en el estanque después de cada agitación del agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera.”
Barclay informa: “Esto parece mera superstición, pero era la clase de creencia que se había extendido por todo el mundo antiguo y que todavía existe en algunos lugares. Se creía en toda clase de espíritus y demonios. El aire estaba lleno de ellos. Tenían su morada en ciertos lugares: árboles, ríos, colinas y estanques tenían sus residentes espirituales.” ¡Sin embargo, el v.7 confirma que habían algunos movimientos en las aguas, posiblemente debido a manantiales! |
Juan 5:5. El hecho mencionado por Juan de que el paralítico había estado allí “treinta y ocho años” sugiere que esto lo sabían todos. Probablemente era un hombre bien conocido por ser un personaje muy antiguo.
¿Cuál es nuestra reacción al leer la frase “treinta y ocho años”? Siendo bien instruidos en la historia de la nación judía esta cifra nos recuerda el tiempo que, según Deuteronomio 2:14, pasó Israel en el desierto. ¿Este detalle pretende enfatizar el obstáculo que se auto-impone el hombre para no acercarse a la congregación y parecerse a Israel que permaneció excluido durante 38 años? ¿Cómo piensa el lector?
Juan 5:6. La palabra “supo” implica que Jesús fue informado del caso del paralítico por quienes estaban en el lugar. La pregunta ¿quieres ser sano? quizás tuvo la intención de sacar al hombre de su apatía. La actitud del paralítico llama la atención. A la consulta podía responder: “Sí”, “No” o “¿Cómo puedo sanar?”, sin embargo, no contesta.
La pregunta tiene una carga de sarcasmo. Obviamente, si estaba allí era porque deseaba curarse. ¿Cuál era la intención del Mesías?
Juan 5:7. Está claro que el hombre pensaba más bien en términos mágicos porque creía, como los demás, que el primero que entrase en el agua tenía la oportunidad de curarse. Según él, quizás la pregunta de Jesús no merecía una respuesta, en su lugar subraya el obstáculo y confiesa su desventura. Es más, la contestación ¡oculta una expresión del deseo! Así pretende justificar su pasividad.
La interrogación también tiene otro tinte. ¿Se puede identificar en la pregunta una forma de reprensión? Jesús, en forma solapada, le recrimina su conformismo. El Mesías le quiere decir ¿lo has intentado alguna vez en forma real y sincera?
En los vs.7 y 11 el enfermo había descargado la responsabilidad sobre otro.
El carácter del paralítico presenta muchas inquietudes.
- ¿El hombre había perdido toda esperanza?
- ¿El hombre podía haberse resignado a continuar inválido?
- Cualquiera que haya sido su aflicción, no tuvo ansiedad de liberarse de ella.
- Parece que su estado no le impedía llegar cada día junto al estanque.
- Si hubiera tenido la ayuda permanente de un amigo para ir al estanque, ¿por qué este mismo amigo no le había metido en las aguas?
- La pregunta de Jesús es significativa: “¿Quieres ser sano?”
- Equivale a: ¿Estás seguro de que quieres cambiar?
Veamos las condiciones en las que operaba el poder de Jesús:
- Hay que desearlo intensa y sinceramente.
- Hay que tener una voluntad que coopere con el poder de Dios.
- Hay que hacer el esfuerzo con Jesús y ¡lo imposible sucede!.
- Con Jesús viene el poder de destruir lo que nos ha tenido dominados por mucho tiempo.
¿Cómo interpretamos esta señal?
Algunos comentaristas toman este pasaje como una alegoría:
a) El hombre representa al pueblo de Israel. Los cinco pórticos son los cinco libros de la Ley. La gente yace enferma en esos pórticos. La Ley puede diagnosticar el pecado pero no curarlo.
b) Los treinta y ocho años simbolizan el tiempo que los israelitas peregrinaron por el desierto antes de entrar en la Tierra Prometida.
c) ¿Es el número de siglos que la humanidad había pasado esperando al Mesías?
d) ¿El movimiento del agua simula el bautismo?
¡Aquí está otra explicación!
- El hombre enfermo no podía ingresar al Templo – representa un pueblo al que por causa de su falta de fe todavía no le es permitido entrar en la heredad de Dios.
- Jesús viene e inmediatamente le ofrece ayuda – simboliza la capacidad de vencer al pecado.
- El hombre dejó a Jesús y se fue al Templo. Se reunió con sus amigos del Templo.
- Jesús le dijo: “Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor.” (v.14). Es un mensaje muy solemne para los cristianos del primer siglo – no regresen a su alianza anterior con el legalismo bajo la Ley -. ¿Las palabras de Jesús sugieren que la enfermedad del hombre era producto de algún pecado específico?
Un punto de reflexión:
Juan 5:7 “Señor, no tengo quien me ayude…”
¡Me invita a reflexionar en mi propio comportamiento con los hermanos!
¿Cómo ayudamos a quienes se sienten rechazados?
Juan 5:8. “Jesús le dijo levántate” El imperativo sugiere obediencia inmediata: ¡levántate!. El mandato debe ser cumplido al instante. El Mesías se dirige al paralítico con autoridad: ¡Levántate! ¡Arriba! ¡Ahora toma tu cama movible y ponte ha caminar en derredor! (Esto es lógico, indudablemente, por la naturaleza del material del que estaba hecha).
“Levántate”. La resurrección de vida es la llave (Juan 5:28-29)
La enfermedad desapareció y fue sanado al instante. La orden de pasear y de caminar con su cama a cuestas es la muestra de que el milagro no solo es evidente ante los demás enfermos sino para todos los que le conocían como había sido antes de su encuentro con el Mesías, pero ahora lo reconocerán como una prueba visible, como una señal del poder sobrenatural de Dios.
Unas lecturas de este episodio:
- Jesús, en forma disimulada, le cuestiona su actitud, especialmente por su pasividad.
- El paralítico trata de justificarse: (v.7 “…no tengo quien me meta en el estanque”. El “cree” que Jesús es la ayuda que esperaba desde hace mucho tiempo.
- El enfermo comprende el mensaje. [¿Quieres ser sano? Entonces …yo te ayudo]. Jesús le da la orden. El paralítico actúa por sí solo y de repente hace algo extraordinario: ¡Se levanta! ¿Qué nos demuestra esta actitud?
- Este es un mensaje para los hombres de todos los tiempos. Para “ser sano” se requiere “creer” y “tener la voluntad suficiente”.
Apunte lo que las siguientes referencias nos enseñan sobre la manera como Cristo nos fortalece en nuestras debilidades. |
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2 Corintios 12:9 | |
Romanos 7:21-25 | |
Filipenses 4:13 | |
Hebreos 11:34 | |
…y nunca debemos olvidar Salmo 29:11 |
Juan 5:9. ”Y al instante”. En el momento. La completa obediencia trajo como resultado la salud: «Inmediatamente fue sanado». Esta curación no ha seguido un proceso gradual, paulatino ni ha sido una curación subjetiva o emocional, sino concreta, total y real: “tomó su camilla y se paseaba en derredor”.
¡Era sábado aquel día! El problema para los judíos no era la curación sino el hecho de que hubiera tenido lugar en sábado. Transportar la cama era considerado un trabajo. De acuerdo con la Mishna solo podía trasladarse si tenía a alguien encima. En este aspecto el hombre fue descubierto en falta, pero en los vs.16–18 es Jesús quien aparece como infractor.
Se basaban especialmente en dos pasajes: Jeremías 17:19-27; Nehemías 13:15-19.
Juan 5:13. La discusión entre el hombre sanado y los judíos echa luz sobre la ignorancia de aquel, que no tenía idea de la identidad de su sanador, y la obstinación de las autoridades cuya principal preocupación era el hecho de que se desobedecieron completamente sus reglas. Hay un amplio contraste entre la compasión de Jesús por los afligidos y la falta de interés en el hombre por parte de los judíos.
Juan 5:14. ¿Qué significa la explicación al hombre? “Después lo halló Jesús en el Templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor.” ¿No es una advertencia para todos los judíos cristianos del primer siglo? Habían dejado un sistema legalista para seguir a Cristo y sería fatal regresar al mismo sistema para someterse otra vez a la Ley y rechazar la gracia en Jesucristo.
Juan 5:16. El episodio demostró y confirmó la relación que mantenía Jesús con el Padre. En cambio, para los judíos fue motivo de persecución. Pero Jesús usó las circunstancias para testificar de la obra de Dios.
Juan 5:17. Resume concisamente la misión de Jesús. Dios no dejaba de obrar porque fuera sábado y Jesús tampoco. Es verdad que Dios descansó el séptimo día, según el relato de Génesis, pero descansó de la Creación. Sus obras de juicio, misericordia, compasión y amor prosiguieron y prosiguen.
Juan 5:18. La frase de Jesús es interpretada por los oyentes como una comparación: “se hace igual a Dios”. Los judíos tergiversaron las palabras de Jesús, como lo demostrará su siguiente discurso. Los judíos hicieron una falsa inferencia
“Por esto los judíos aun más intentaban matarlo, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.”
Un renuncio respetuoso… “haciéndose igual a Dios” (v.18) “para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre, que lo envió.” (v.23) ¿Aquí están pruebas del dogma de la trinidad? ¿Es el Hijo co-igual con el Padre?
Los judíos acusaron a Jesús de “haciéndose igual a Dios”. Es absurdo asumir que los judíos habían evaluado correctamente las palabras de Jesús. Si ellos lo hubiesen hecho, no habría existido necesidad para Jesús de justificarse a sí mismo, además… La respuesta de Jesús es clara: |
Una repetición de términos
Este relato (Juan 5:1-19) forma una unidad subrayada por la repetición de los términos “sanar” y “andar”. Las inflexiones de “sanar” aparecen en Juan 5:4, 6, 11, 14, 15 y 7:23. Lo mismo sucede con la palabra “andar” y sus inflexiones que se presentan en los v.8, 9, 11 y 12.
El tema de “caminar” adquiere un sentido simbólico. En el Antiguo Testamento, el “andar” o “caminar” es una metáfora usada en forma frecuente para indicar como lleva su vida un creyente:
Escriba en sus propias palabras aspectos de la vida de los personajes mencionados en las referencias siguientes: |
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Génesis 5:22 |
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Génesis 6:9 |
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Génesis 17:1 |
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Génesis 24:40 |
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1 Reyes 8:23-25 |
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Salmo 56:13 |
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Salmo 89:15 |
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Salmo 116:9 |
El personaje aparece definido de varias formas: “un hombre” (v.5, 9, 15), luego “el enfermo” (v.7), o “el que había sido curado” (v.13).
La señal – una manifestación de la gloria de Jehová –
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- El enfermo nos ofrece una figura concreta de los “muertos en sus pecados”.
- Jesús le dice “levántate”.
- Jesús devuelve la salud a este muerto-viviente.
- La sanidad realizada por Jesús ocurre al instante, de inmediato y no es gradual.
- El hombre entró en un nuevo orden de existencia al caminar libremente,
- La sanidad es comprobada por más de una persona.
- Aquellos testigos pueden dar fe de que ese enfermo era “realmente enfermo” y que ahora está sano por el poder de Dios.
- Jesús sanaba como una respuesta a la fe de las personas. Sin embargo, en este caso Él no exigió fe alguna; el hombre quedó curado simplemente por la palabra de Jesús.
Señal 3: Una aplicación personal
Jesús no sanó a todos. Los primeros versículos del presente texto nos indican que, junto al paralítico, también habían muchos enfermos más, pero de entre todos sólo curó a uno. Podríamos decir que sanó únicamente al que quiso sanar. Esta es una decisión soberana e incuestionable
Por la gracia de Jesús somos librados de la impotencia espiritual. Cuando entendemos tal hecho misericordioso somos obligados a poner a un lado toda clase de dolencias y caminar cada día listos para proclamar las virtudes de Aquel que nos ha dado gozo y paz con Dios.